Bachelet advierte que la pandemia provocó mas de 18 años de retroceso laboral femenino

La pandemia ha provocado un retroceso de más de 18 años en la participación laboral de la mujer en América Latina y el Caribe, aseguró este jueves la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, durante el «Women Economic Forum».

La ex mandataria de nuestro país, agregó que el drástico cambio hacia la educación en línea, el teletrabajo y el comercio electrónico, hicieron que las personas con menos acceso a las tecnologías digitales, en su mayoría mujeres y niñas, quedaran «rezagadas».

«Además, son también las mujeres y las niñas, las que han absorbido mayoritariamente las necesidades de cuidados creadas por la pandemia, sacrificando sus empleos y su educación. De hecho, las mujeres de entre 15 y 29 años tienen tres veces más probabilidades de estar fuera del mercado laboral y de las aulas que los hombres de la misma edad», dijo en su intervención virtual en el Foro.

Ausencia femenina en la toma de decisiones

Desde el brote del Covid, dijo Bachelet, «se ha intensificado todo tipo de violencia contra las mujeres y las niñas, en particular, la violencia doméstica», advirtió.

Paralelamente, destacó que la pandemia no detuvo los efectos negativos del cambio climático, y que las mujeres y las niñas, sobre todo las que enfrentan múltiples e interrelacionadas formas de discriminación, se ven una vez más «desproporcionadamente afectadas por las emergencias medioambientales, cada vez mayores».

Para Bachelet, la igualdad de género es imprescindible para superar las mencionadas crisis. Y como ejemplo, señaló que una mayor participación significativa de las mujeres conduce a más inversión en protección social y justicia climática.

Así como «en las negociaciones de paz, está vinculada a soluciones más duraderas, y en el sector privado, a un mejor rendimiento empresarial pero, a pesar de sus contribuciones, las mujeres están, en gran medida, ausentes de la toma de decisiones y la pandemia no es una excepción», dijo.

Posteriormente, la otrora máxima autoridad de Chile, detalló que solo 24% de los miembros de las estructuras nacionales creadas para responder al COVID-19 son mujeres. Y su ausencia se refleja en lo que se prioriza y «críticamente, en lo que no se prioriza».

Valorización de cuidado femenino sumaría el 9% del PIB mundial

«Si fuera considerado el valor económico de todos los tipos de cuidados realizados por las mujeres, sumaría 11 millones de dólares o el 9% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial», ejemplificó.

Bachelet insistió además en que para una mejor recuperación de la crisis causada por la pandemia, los esfuerzos deben tomar en cuenta los derechos humanos de las mujeres y las niñas.

Y, esto en la práctica se puede hacer garantizando la participación significativa y segura de las mujeres y las niñas en toda su diversidad en la toma de decisiones, dijo.

Asimismo, aumentando las inversiones públicas en los sistemas de salud y educación, así como los esfuerzos para mitigar el cambio climático y proteger el medioambiente y cerrando la brecha de género en la formación y el acceso digital, entre otros.

La alta comisionada apuntó también a la necesidad de reconocer el valor económico del trabajo de cuidados, tanto el remunerado como el no remunerado, además de garantizar un reparto equitativo de las responsabilidades de cuidados dentro de las familias, así como con el Estado y el mercado.

Pobreza con rostro de mujer

Por su parte, el canciller ecuatoriano Mauricio Montalvo, anfitrión del capítulo 54 del Foro Económico de Mujeres, dijo que la pandemia es uno uno de los desafíos más grandes de la humanidad en las últimas décadas, y que ha exacerbado las desigualdades.

Basado en datos de organismos internacionales, planteó que los niveles actuales de pobreza y pobreza extrema «tienen rostro de mujer», por lo que consideró necesario que estados, agencias cooperantes, empresarios y la sociedad civil continúen aunando esfuerzos para avanzar en la reactivación socio-productiva.

Para evolucionar en el desarrollo, aseguró, hay que crear oportunidades para todos, en especial, para aquellos sectores «tradicionalmente discriminados y olvidados, como son las mujeres».