Comisaria europea de Interior asegura que Europa «se paralizaría» sin los migrantes

La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, defendió este jueves lo necesaria que resulta la migración para la eurozona y aseguró que «Europa se paralizaría si los migrantes dejaran de trabajar en la Unión Europea (UE)».

«Sin migrantes, Europa sufriría», afirmó Johansson en la Conferencia de Alto Nivel sobre migración legal que se celebra este jueves y mañana viernes en Madrid bajo la presidencia rotatoria europea española, a la que también asiste la secretaria de Estado de Migraciones de España, Isabel Castro, entre otros.

Johansson subrayó que la migración es un tema «absolutamente crucial» para Europa y que hay gestionarla de forma ordenada. «De lo contrario, cundirá el miedo y la extrema derecha ganará la partida», vaticinó la sueca.

«La migración es gestionable, normal y no debe asustarnos; sí puede haber problemas, retos, pero se lidia con ellos porque necesitamos la migración, necesitamos gestionarla, y mejor hacerlo juntos en Europa porque es muy difícil que cada Estado miembro tenga su propia política», analizó.

Johansson recordó a su vez que el año pasado 3,5 millones de personas entraron a suelo europeo de manera legal frente a 370.000 llegadas irregulares.

«Nadie habla de los que llegan de forma legal, pero es la mayoría de la migración a Europa, la mayoría vino por motivos laborales y es la vía que hay que promover y la vía irregular hay que minimizarla», matizó.

La comisaria rechazó que haya un control férreo de las fronteras en la UE ni que con las políticas europeas se esté criminalizando a los migrantes y subrayó la importancia de diferenciar «entre aquellos que cumplen con los requisitos para quedarse y los que no».

«No creo que estemos violando ningún derecho fundamental ni construyendo una fortaleza europea», aseveró Johansson, quien abogó por evitar las salidas irregulares hacia Europa e «invertir en las vías legales» para una migración segura y ordenada.

Además incidió en la importancia de la migración laboral tanto para Europa como para los países de origen, que «también sufrirían» porque perderían las remesas que envían los inmigrantes a sus ciudades (65.000 millones de euros el año pasado), y añadió que esta necesaria migración que precisa Europa «solamente empeorará según va envejeciendo su población».

Johansson recordó a las «muchas comunidades que dan la bienvenida en Europa» a los migrantes, si bien lamentó que «no todas son comunidades de acogida», por lo que instó a luchar contra el racismo porque es «un enorme obstáculo para que realmente seamos atractivos».

«Tenemos que luchar contra el racismo. Europa necesita la migración«, concluyó.

Por su parte, la secretaria de Estado de Migraciones de España hizo hincapié en que «siempre existirán» los flujos migratorios y los gobiernos tienen que ser capaces de dar «soluciones innovadoras» y de «combatir los discursos simplistas de la ultraderecha» ante realidades tan complejas.

Por ello lamentó que se hayan comenzado a «normalizar discursos de odio y acciones intolerantes» y ha asegurado que la respuesta en la lucha contra estos delitos debe ser «firme».

Castro ha admitido que aunque la política migratoria «no puede considerarse la solución principal» a los desafíos que afronta Europa en economía, demografía o seguridad, sí puede desempeñar «un papel crucial en la respuesta global a estos problemas».