Después de la crítica transversal que recibió Sebastián Piñera el día de ayer por su chiste machista que bromeaba sobre la violación a mujeres, no podían faltar las voces que salieran a defenderlo. Desde su entorno, criticaron el «aprovechamiento político» del gobierno. Pero fue el periodista Matías del Río, en su espacio en Radio Duna, quien realizó una férrea crítica a quienes condenan a Piñera.
Para el periodista, el principal problema de la broma es que es fome. «A Piñera se lo habría comido el Mounstro por malo para la talla, como entiende este hombre, que tiene bastantes talentos, que ese no lo tiene. No es chistoso, no es divertido, es desatinado, de mal gusto, los cuenta mal», dijo.
Pero el foco de la crítica de Del Río fueron quienes se fueron en contra de Piñera por sus dichos. Especialmente, la presidenta Bachelet. «Dicho eso, el talibalismo progresista es vomitivo. Osea, Michelle Bachelet en qué momento escuchó que Piñera llamaba a violación. ¡Pero ubíquese! Porque es muy grave acusar a una persona de instar a la violación», aseguró.
Del Río no paró: «El chiste, pésimo este, habla que las mujeres estén abajo y los hombres se tiren arriba, es que hay connivencia, hay acuerdo«.
«No sé qué tienen en la cabeza esas personas que proyectan ese chiste a cosas que no se dijeron, háganse ver, porque estamos llegando a un nivel de incapacidad de amplitud del lenguaje. Hay temas que ya no se están pudiendo tocar, hay matices que no se pueden tocar, hay chistes que no se pueden hacer, hay palabras que no se pueden usar. Es de una descoloración del lenguaje y la capacidad de los matices y la ironía. Estamos perdiendo gracia, estamos volviendo en unos bobos, estamos volviendo en una cosa pareja«, agregó.
Para coronar, Del Río acusó una «dictadura del caer bien«: «este agotador peso sobre nosotros de no decir exactamente la palabra precisa para no tocar, no te digo herir, intentar molestar con una palabrita que le pueda caer mal a alguien y esta dictadura que se está transformando el caer bien, el parecer correcto, y el ser progresista que al final de progreso no tiene nada, es de una intolerencia…la vocera de gobierno sale con cara de que hubiera habido un alud en el país. No es para tanto».