La mañana de este jueves, el Tribunal Constitucional retomó las presentaciones de las 135 organizaciones que expondrán sus argumentos a favor y en contra del proyecto de despenalización del aborto en tres causales. Su veredicto sobre la constitucionalidad del proyecto lo emitirá el próximo viernes 18.
En esta jornada, una de las exponentes fue Marcela Aranda, quien se hizo conocida como la vocera del «Bus de la libertad» que promovía un mensaje transfóbico y que recorrió las calles de Santiago y Valparaíso a comienzos de julio, y que en esta ocasión acudió como representante de la Fundación Vive la Fe.
«Estamos como sociedad frente a una encrucijada forjada, este proyecto se enmarca en una batería que busca cambiar despenalización del aborto y es más que una ley, es cambiar una conducta. Esta ley obliga al niño a morir», afirmó, y en la misma línea de los argumentos de su sector, agregó que «ningún ser humano, bajo ninguna circunstancia, tiene derecho a quitarle la vida a otro ser humano».
De este modo Aranda, quien invocó la palabra de Dios frente al pleno del Tribunal Constitucional, calificó que «el proyecto de aborto debería llamarse legalización del infanticidio con alevosía y tortura prenatal».
La ex vocera del «Bus de la Libertad», quien también se ha desempeñado como asesora legislativa de distintos parlamentarios de Chile Vamos, señaló que «como gente de a pie, civiles, exigimos justicia» y que «este proyecto está torcido desde su origen, su espíritu limita el amor por ellos que nos motiva a pelear, debilita la familia. Nuestra lucha no es jurídica, es de amor».
De este modo, afirmó que el proyecto representa una «consecuencia de este individualismo que pretende liberar a la mujer del hombre» y que «estamos ante una ideología que pretende limitar nuestra soberanía».
Como cierre, señaló que quería «felicitar al gobierno por la elaboración de un excelente eufemismo, especialmente a la Ministra de la Mujer» y que «soy cristiana, y nosotros entendemos la verdad no como un concepto sino como una persona».