«No quiero validar a un panelista que fue ministro de un dictador».
Con esas palabras la candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, declinó la invitación echa por Iván Valenzuela para asisitir de invitada a la edición del domingo 24 de septiembre de «En buen chileno», el programa de debate político de Canal 13.
«Hay un panelista en el programa que fue integrante de la dictadura y que sigue siendo panelista en el programa y yo ante esa situación no voy a ir», dijo Sánchez refiriéndose a Sergio Melnick, panelista estable del espacio y que, como ya lo dijo Beatriz, fue titular de la cartera de Planificación durante los últimos años del gobierno de Pinochet.
El hecho suscitó polémica en el mundo político. Por un lado, se criticó la presencia de un colaborador de la dictadura en la TV abierta -incluso con denuncias ante el Consejo de Ética de Medios-. Pero también hubo críticas hacia Beatriz Sánchez por censurar la posibilidad del debate, la mayoría de ellas provenientes desde la derecha.
Sin embargo, dentro de su coalición no fue del todo aceptada su decisión de restarse del programa. Carla Amtmann, la joven candidata a diputada por el distrito 24 y miembro de la mesa ejecutiva de Nueva Democracia, criticó la ausencia de Beatriz Sánchez de programa.
«Creo que es muy importante para nuestra sociedad actual criticar públicamente la presencia de personeros que estuvieron involucrados en la dictadura cívico-militar y que hasta el día de hoy no han recibido ni un juicio público, legal ni ético», dijo Amtmann.
«No obstante eso, creo que es un error para el desarrollo de la candidatura presidencial restarse de los debates o espacios televisados, y al contrario, creo que habría sido mucho mejor ocupar esa instancia para plantear la misma crítica que se ha establecido de cara a la ciudadanía», remató.