Durante este martes, en el Tribunal Oral en lo Penal de Valparaíso, se conoció el veredicto de la justicia contra Manuel Noya, el ex carabinero responsabilizado por disparar con el chorro del carro lanza agua contra el estudiante Rodrigo Avilés en 2015.
El ex policía fue condenado como autor del delito de violencia innecesaria, causando lesiones graves a Avilés. Esto, durante una marcha del 21 de mayo en Valparaíso, cuando el universitario fue agredido sin provocación por los uniformados y terminó siendo trasladado de urgencia hasta un centro asistencial.
Moya, quien se desempeñaba esa mañana como pitonero derecho del carro, disparó el chorro a sólo 4,7 metros del estudiante. Antes del veredicto, la parte querellante -liderada por Félix Avilés, padre de Rodrigo- le imputaba al ex sargento los delitos de lesiones graves, homicidio simple frustrado y violencia innecesaria.
En la instancia, el tribunal detalló que «el acusado accionó sin justificación el mecanismo para arrojar agua lanzando un chorro a la vereda opuesta, golpeando así a la víctima a una distancia de aproximadamente 4,7 metros, quien cayó al suelo causando lesiones».
Sin embargo, se desestimaron las pruebas que apuntaban a la intencionalidad del policía y se calificó el actuar de Noya como «imprudente». En este contexto, el Ministerio Público pide una pena de 4 años para el ex uniformado, mientras que el INDH, que también es parte querellante, pide tomar en cuenta que Rodrigo Avilés casi murió tras la agresión policial y solicitan presidio menor en su grado máximo, es decir, 5 años de cárcel.
La sentencia definitiva será conocida el próximo lunes, a las 15.30 horas.