En la tarde de este viernes, la Corte Suprema rechazó la solicitud de extradición en contra del empresario Carlos Cardoen. El ex fabricante de armamento es requerido por Estados Unidos por delitos vinculados al tráfico de armas.
Entre los hechos investigados por la justicia norteamericana se encuentra la obtención de un contrato entre Industrias Cardoen y Saddam Husein, el fallecido dictador de Irak, por la venta de bombas de racimo, en 1983. La petición asegura que el empresario exportó ilegalmente 130 toneladas de circonio al país de medio oriente.
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El ministro Carlos Aránguiz criticó, a través de su resolución, la solicitud de EE.UU. la que calificó de «imprecisa». Sobre el requerimiento, aseguró que «no proporcionó prueba alguna en la etapa probatoria», agregando que está «desprovisto de datos fácticos que ayuden a precisar la seriedad de los hechos punibles».
Luego del fallo, Cardoen declaró que fue «perseguido e injustamente acusado por la nación más poderosa del mundo». Su abogada, Joanna Heskia, afirmó que «luego de 26 años es un hombre libre».
El empresario cumplía arresto domiciliario nocturno en su fundo ubicado en Santa Cruz, en la Región de O’Higgins, medida que fue revocada por el mismo fallo.