Este jueves la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, expresó la preocupación del organismo respecto del periodo post pandemia, dadas las marcadas diferencias económicas que la enfermedad ha develado y acentuado en el continente, y particularmente en nuestro país.
«Chile está en la ola de la emergencia y todavía no se logra estabilizar la pandemia, por lo tanto, todo el mundo está mirando la emergencia, pero sin duda hay que mirar el siguiente paso: una sociedad fortalecida, con mayor diálogo y menos crispada. Lo que más nos preocupa es que pueda haber más enojo social del que había antes de la pandemia, justamente porque la desigualdad y la pandemia, han demostrado grandes deficiencias estructurales que se vienen arrastrando en materia de salud y protección social», explicó Bárcena.
En el contexto de la presentación del informe «Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe. El trabajo en tiempos de pandemia», la secretaria ejecutiva del organismo internacional afirmó que esto «será un debate futuro muy importante, porque tenemos que optar por la salud universal y esta crisis nos ha mostrado que es más costoso tratar de poner parches en un sistema de salud fragmentado, que realmente optar por un costo sistemático», en declaraciones recogidas por La Tercera.
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En el mencionado informe, el organismo advirtió que «en el 2020 se espera la peor contracción económica desde 1930, con una caída en el Producto Interno Bruto (PIB) regional estimada de -5,3 por ciento, lo que tendrá efectos negativos sobre el mercado de trabajo».
Además, «se proyecta un aumento de la tasa de desocupación de al menos 3,4 puntos porcentuales, hasta alcanzar un 11,5 por ciento, lo que equivale a más de 11,5 millones de nuevos desempleados».
A causa de este y otros fenómenos, la pobreza alcanzaría a un 34,7 por ciento de la población latinoamericana (214,7 millones de personas) y la pobreza extrema a 13 por ciento (83,4 millones de personas).
Por ello, Bárcena insistió en su llamado, a que «las políticas para la recuperación deben apuntar no solo a una ‘nueva normalidad’ similar a la anterior, sino a una ‘normalidad mejor’ con mayor formalidad, equidad y diálogo social».