El sábado 28 de marzo, la profesional de la salud María Mireya Dañobeitía fue sorprendida ingresando al supermercado Jumbo del mall Alto Las Condes junto a su marido, pese a estar en cuarentena obligatoria por haber dado positivo en el examen del COVID-19.
Este lunes, y luego de que el gobierno presentara una querella en su contra, la Fiscalía Oriente solicitó un total de 300 días de presidio para Dañobeitía, doctora de 63 años, que como comprobó por esos días El Desconcierto, es funcionaria además de la Compin.
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Valeria Gómez, de la Fiscalía Metropolitana Oriente, fue la fiscal que solicitó los 300 días, además de la inhabilitación para ejercer cargos públicos por el tiempo que dure la condena y el pago de las costas del juicio ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago.
Cabe recordar, que en su momento la doctora y su pareja -en una entrevista con La Segunda– se defendieron afirmando que tenían los permisos para transitar y que no se le había dado la oportunidad de defenderse. «Eso es falso. Nosotros lo mostramos, pero Carabineros no nos dejó hablar. Nos decían que no les mostráramos nada porque estábamos infringiendo la norma. No tuvimos derecho a pataleo», aseguró el marido de la acusada, Marco Bravo, en la oportunidad.
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Sin embargo, más tarde se pudo comprobar que si bien efectivamente contaban con un permiso, éste era para trasladarse a un recinto asistencial, y en ese sentido, evidentemente el asistir a un supermercado es transgredir la norma.
La acusada no cumplió «las medidas sanitarias dispuestas por la autoridad competente poniendo en riesgo la salud pública, en tiempo de catástrofe, epidemia o contagio», explicó la fiscal Gómez.