Este miércoles se cumplirá una semana en que el pequeño Tomás Bravo desapareciera de forma misteriosa y sin dejar rastros, en una zona boscosa de Lebu, movilizando a un importante contingente de policías, bomberos y FF.AA. con tecnología de punta para dar con su paradero.
Este martes, la magistrada Paulina Escalona, del Juzgado de Garantía de Arauco, autorizó la intervención de los teléfonos celulares de tres familiares del menor de edad: su madre, su padre y su tío abuelo.
Esto, luego de acusaciones de lado y lado entre las familias, que hicieron apuntar la investigación ahora en las horas previas a la desaparición del menor, que tras el partido de Colo Colo con la Universidad de Concepción, salió a buscar ganado junto a un familiar.
De esta manera, la PDI podrá acceder a la información de los números pertenecientes a Estefanía Gutiérrez y Moisés Bravo, padres del niño, y a Jorge Escobar, el tío abuelo que acompañaba al menor de edad cuando desapareció en un sector rural cercano a la carretera que conecta las comunas de Lebu y Arauco.
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Esta orden judicial especifica que se puede obtener información sobre el tráfico de llamadas, mensajes de texto, la ubicación georeferencial de las comunicaciones y la identificación de sus interlocutores.