Mario Rozas y Gonzalo Blumel. | Agencia Uno (archivo).
Tres días después de que Carabineros disparara una bomba lacrimógena directamente al rostro de Fabiola Campillai en noviembre de 2019, el entonces ministro del Interior, Gonzalo Blumel, solicitó información a la institución. Mario Rozas tardó 35 días en responder mediante un oficio reservado.
Tres días después del disparo de una bomba lacrimógena en contra de Fabiola Campillai, el entonces ministro del Interior, Gonzalo Blumel, solicitó a Carabineros información sobre cómo había ocurido la situación y cuáles fueron las acciones internas para determinar a los responsables.
Los hechos sucedieron el martes 26 de noviembre de 2019, cuando Fabiola Campillai se dirigía a su trabajo cuando recibió el impacto de una bomba lacrimógena directamente en su rostro, en la comuna de San Bernardo. El objeto fue disparado por un funcionario policial sin cumplir los protocolos para el uso de estos elementos. A causa del violento golpe quedó con ceguera total y secuelas neuropsicológicas.
A través de un oficio reservado, el General Director de la institución policial de la época, Mario Rozas, respondió 35 días después del requerimiento de Interior. Según informó La Tercera.
«El día 26 de noviembre de 2019, a las 19.45 horas, la Central de Comunicaciones de Carabineros (Cenco) informó que en la Estación Cinco Pinos de la Red Tren Central, ubicada en la comuna de San Bernardo, se encontraba un número indeterminado de individuos instalando barricadas incendiarias en la línea férrea», relató Rozas.
«Por tal motivo, se constituyó en el lugar personal de la 14 y 62 comisarías, dependientes de la Prefectura del Maipo, advirtiendo, que en tal emplazamiento, había una treintena de sujetos encapuchados, quienes se encontraban instalando barricadas incendiarias sobre los rieles de la línea férrea, los cuales, al advertir la presencia de Carabineros, comenzaron a lanzarles objetos contundentes, además de ocupar las calles del sector Cinco Pinos, alterando el normal flujo peatonal y vehicular», continuó.
«En atención al persistente ataque hacia el personal de Carabineros y la urgencia de restablecer la fluidez del servicio ferroviario, personal hizo uso gradual de elementos disuasivos, consistentes en una granada de humo (puro) para, posteriormente, y al mantenerse la actitud hostil de los manifestantes, se hizo uso en forma progresiva y espaciada, de cuatro cartuchos lacrimógenos calibre 37 mm, con el objeto de disuadir a los atacantes», afirmó acerca del actuar de los uniformados.
Sobre el momento del diparo de la bomba lacrimógena y por qué no prestaron ayuda, Rozas explicó que «el personal de Carabineros constituido en el lugar pudo advertir que desde la intersección de calle Fermín Vivaceta con pasaje Ángel Guido, aproximadamente a unos 50 metros de distancia de estos, individuos sacaron del lugar a una persona aparentemente lesionada. Debido al riesgo para la integridad física del personal policial, estos se retiraron del lugar utilizando dos cartuchos lacrimógenos calibre 37 mm».
«Personal de Carabineros de la 62 Comisaría de San Bernardo tomó conocimiento de que a las 21.15 horas, aproximadamente, ingresó al servicio de urgencia del Hospital Parroquial de San Bernardo la ciudadana Fabiola Andrea Campillai Rojas, 36 años (…) presentando una lesión en el rostro, siendo atendida por el médico de turno, el cual le diagnosticó ‘traumatismo facial con compromiso ocular bilateral provocado por un objeto contuso indeterminado, de carácter grave, fuera de riesgo vital’, según información proporcionada por el director del referido centro asistencial, Dr. Héctor Cabezas, siendo derivada posteriormente al Hospital Barros Luco», detalló.
Junto con lo anterior, se informó de daños a vehículos policiales y mobiliario público. Además, detallaron que se hicieron reportes al Departamento de Operaciones Policiales de Carabineros, a las 21.50, después a las 23.21 y finalmente a las 23.52 horas.
Blumel solicitó el nombre de los uniformados que estuvieron en el lugar esa tarde. El ex General Director le entregó una lista con 16 carabineros de la 14° Comisaría de San Bernardo y 11 funcionarios de la 62° Comisaría de la misma comuna. En el listado estaba el nombre de Patricio Maturana.
El pasado 29 de agosto, el Juzgado de Garantía de San Bernardo formalizó a Maturana, ex oficial de Carabineros y lo sindicó como el autor material del disparo que afectó a Campillai.
«El imputado se parapetó y abusando de su cargo, con la intención de castigar, disparó la escopeta antidisturbios directamente al tercio superior del cuerpo de los manifestantes (…) en el momento en que se despliega el disparo aludido, no existía riesgo alguno para la integridad de Carabineros», afirmó en esa oportunidad la fiscal Paola Zárate.
Mientras que el tribunal consideró que «evidentemente se presenta la posibilidad concreta de causar un daño específico. Existe una relación de riesgo evidente y un resultado previsto absolutamente (…) los antecedentes son claros y concretos respecto a presunciones fundadas de participación del imputado».
Si bien el tribunal decretó la prisión preventiva para Maturana, la Corte de Apelaciones de San Miguel revirtió la medida y declaró el arresto domiciliario total el pasado 5 de septiembre.
