Este viernes el Ministerio Público formalizó a siete brigadistas forestales a raíz de los incendios que afectaron a la precordillera de la comuna de Molina, entre enero y abril de 2020. Dentro de la investigación, se descubrió que los focos de las llamas coincidían con los lugares donde se desplegaban los imputados.
La Fiscalía imputó el delito de incendio de bosques, por las llamas que consumieron cerca de 15 mil hectáreas y que obligaron un gran despligue de recursos humanos y técnicos. Además, el incendio estuvo a solo 3 kilómetros de afectar al Parque Nacional Radal Siete Tazas, en la Región del Maule.
Las indagatorias se extendieron durante un año y lograron descrubrir la mecánica de cómo se efectuaban los incendios. Los puntos de origen de las llamas coincidían con que a pocos metros de esos lugares se repetían los nombres de quienes formaban parte de la brigada Bravo Charly 5, destinada precisamente a combatir el fuego.
Según sostuvieron los persecutores, los imputados utilizaban papel con combustible y velas para iniciar el fuego. Luego, se alejaban hacia otro sector para esperar el llamado de las torres de vigilancia y acudir a la emergencia.
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«Se estableció que existe un interés económico detrás de todo esto, lo que hace más deleznable el hecho que ya es reprochable en sí. Puntualmente era la obtención de ganancias económicas a fin de tener reconocimientos para ser contratados en otras brigadas y también para recibir el pago de horas extras por el trabajo realizado«, detalló la fiscal jefe de Molina, Mónica Barrientos.
Los imputados arriesgan una pena que va desde los 5 años y un día a 20 años de prisión.