Sichel tras golpe de timón: «Gasté demasiado tiempo en la fricción con los partidos»

Este jueves en la edición de cierre de T13, el presidenciable Sebastián Sichel, se refirió a la nutrida contingencia que marca la previa de las elecciones, a menos de tres semanas con el contagio de COVID-19 de Gabriel Boric, una situación que mantiene a todos los candidatos, a excepción de Franco Parisi, quien todavía no llega a Chile.

Respecto de la situación sanitaria que los afecta en tan crucial momento, desde el obligado encierro en su domicilio, entregó algunos detalles de su salud. «No he tenido ningún síntoma y estoy muy tranquilo. Estuve whatsappeando con Gabriel Boric, somos adversarios, pero también somos personas y me preocupa que se enferme de Covid él y cualquier persona en Chile».

Y a renglón seguido abordó las consecuencias que podría tener para todos los que compartieron con Boric previo a su diagnóstico, su contagio. «Espero que no afecte a nadie. El único que podría sacar algo de ventaja es el candidato que vive en Estados Unidos, que va a llegar de repente», sostuvo aludiendo a Parisi.

Paralelamente, el presidenciable aludió al complejo momento en que dejó en libertad de acción a su coalición. «Uno no puede estar con quien no quiere estar. Al final estaba todo el día forzando. Algunos nunca estuvieron de plano, como el senador Alvarado y otros, que desde el primer día estaban poniéndole palos a la rueda de la bicicleta», transparentó.

«Otra gente sentía que al final no quería respetar el acuerdo tomado en primarias y obligarlos era una lesera. Me saqué un peso de encima», admitió.

En cuanto a los detalles, contó qué sucedió en la trastienda con el oficialismo. «Les conté la necesidad que sentía de no estar todo el tiempo tratando de amarrar a gente. Conversamos del proyecto político, de construir mayoría, ellos entendieron lo mismo que yo», dijo.

«Fueron algunos críticos de la sensación, ellos creían que yo no quería que estuvieran los partidos. Y es al revés, nadie está más feliz que yo con los partidos, pero con los que quieran estar, no con los que estén a la fuerza», aseguró.

Su complejo vínculo con la UDI

Adicionalmente, Sichel pormenorizó su distanciamiento del partido liderado por Javier Macaya. «Hay parlamentarios de la UDI, como Ena von Baer o Cristián Labbé que se dieron vuelta la chaqueta en el camino. Vieron una encuesta que les podía convenir en su distrito. Obviamente, algunos parlamentarios de la UDI sienten la presión por el Partido Republicano en sus propios distritos y decidieron resolver lo contrario, tratar de mezclarse con José Antonio Kast en el camino, lo que yo creo que es un error. Al final rompen el proyecto colectivo y lo más grave es que rompen la idea de la primaria», dijo.

Sobre una eventual segunda vuelta, de no pasar él a esta instancia, Sichel fue claro. «No voy a votar por Provoste o por Boric, porque creo que ellos están en otro lugar que yo», aseguró tomando distancia de sus contendores.

«Con Kast también tengo diferencias bien puntuales que hay que resolver. No puedo aceptar retrocesos como la eliminación del Ministerio de la Mujer», dijo luego aludiendo al republicano.

En cuanto al programa del candidata de extrema derecha, dijo claramente que «no cuadra. Rebajar los impuestos o privatizar Codelco en un país en deuda, es llevar al país a la quiebra».

Sin embargo, insistió en que valora al presidenciable que divide a su sector. «Respeto mucho a José Antonio, comparto su diagnóstico sobre la necesidad de orden, pero esto requiere también hacer las cosas serias, construir mayorías y tener contenidos que integren a aquellos que no están llegando al desarrollo y eso no se va a resolver antes de la segunda vuelta», dijo.

«Yo espero gobernar en acuerdos con todos, particularmente con el sector que representa José Antonio Kast para construir puentes, pero también con gente moderada de centroizquierda en Chile», agregó luego pensando en que ganará la elección.

«No estoy preparado para mentiras gigantes»

Finalmente, al momento de hacer una autocrítica de estos intensos meses de campaña, aludió a casi todos los sectores políticos. «Gasté demasiado tiempo en la fricción con los partidos. A veces me enojé mucho en los debates, me alteré mucho cuando se inventan mentiras», admitió.

Sus palabras, tuvieron una clara destinataria. «No estoy preparado para mentiras gigantes como lo del gas, que dijo Yasna Provoste. No manejé bien los enojos. Nadie me enseñó a ser candidato, primera vez que soy candidato», dijo luego apuntando al momento en que la senadora le preguntó si era lobbista de empresas de este rubro.

«Asumí que tengo que estar más tranquilo y tener una mejor relación con los partidos y no entrar en las peleas chicas con los partidos o con algunos militantes y por eso la liberación», concluyó Sichel.