Familiares de detenidos desaparecidos piden reformar SML | Agencia Uno
Además, distintas agrupaciones no descartan llevar al Estado chileno a juicio por lo que describen como un actuar «negligente», mientras que las autoridades reconocen que el servicio forense del país necesita «una cirugía mayor».
Durante este martes, familiares de detenidos desaparecidos en la dictadura de Augusto Pinochet exigieron un cambio radical en el Servicio Médico Legal, tras el hallazgo de 89 cajas en estado deplorable, que contenían restos humanos de víctimas sin identificar.
A la demanda se sumaron funcionarios del SLM y del Ministerio de Justicia, quienes admitieron que las carencias y la politización del mismo suponen un obstáculo, de acuerdo a la información reunida por EFE.
Según CIPER, las cajas estuvieron en posesión de la Universidad de Chile desde 2001, en un sótano que sufrió una inundación en 2014 y contaminó los restos con hongo y humedad.
Cinco años después, las cajas pasaron a manos del SML, pero sus condiciones no mejoraron, y el organismo tampoco identificó los restos ni denunció los hechos.
«No nos explicamos qué pasó. Tenemos impotencia. Son 22 años que no nos avisaron nada, aparecieron las cajas en el 2019 y nos vienen a decir ahora. Como familiares teníamos el derecho a saber«, dijo a EFE la presidenta de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos en la ciudad septentrional de Calama e histórica defensora de los derechos humanos en Chile, Violeta Berríos, de 85 años.
De hecho, Calama fue una de las comunidades más afectadas por el descubrimiento, por ser una de las localidades afectadas por «la Caravana de la Muerte» días después del Golpe de Estado, ya que algunas de las cajas tendrían el nombre de poblaciones vecinas donde han sido hallados restos de víctimas.
Para las agrupaciones no basta con esclarecer la situación de las cajas a nivel administrativo, sino apuntar a un cambio más profundo que incluya la depuración de responsabilidades políticas.
«Somos conscientes que allí hay personas que tienen un compromiso y son buenos profesionales, pero la institucionalidad falla. Esto tiene que ver con responsabilidades en términos políticos, no se puede interpretar de otra manera el hecho de que 89 cajas estén desde 2019, sin que se informe a los posibles familiares que están esos restos ahí. Es inconcebible», dijo a Efe el presidente de la agrupación de familiares de Copiapó, Rodolfo Villarroel.
«De la forma en que funciona hoy, no da garantías en absoluto de tener con prontitud resultados de peritajes de identificación y búsquedas de detenidos desaparecidos en Chile. De ahí planteamos la necesidad urgente de su reestructuración, creemos que dentro de sus funcionamiento, la cantidad de personas que existen en el SML no es la suficiente para desarrollar un trabajo objetivo, veraz y que tenga buenos resultados», enfatizó.
Algunas agrupaciones incluso evalúan la posibilidad de llevar al Estado chileno a juicio por lo que describen como un actuar «negligente», en tanto las autoridades reconocen que el servicio forense del país necesita «una cirugía mayor».
Para Mónica Díaz, presidenta de la agrupación de Antofagasta, la noticia generó un «estado de shock» entre los familiares de víctimas a nivel nacional. «Hemos quedado impactadas. Nunca pensamos que se nos iba a dar esa información. Ni siquiera sabemos el tamaño de las cajas. Se juega mucho con las emociones de personas que son muy adultas. Creo de alguna forma en la buena voluntad de este plan de búsqueda, pero cuando pasan estas cosas es difícil creer», afirmó a EFE.
«Es vergonzoso por todos lados. Si no hay una reestructuración completa del SML podemos esperar este tipo de errores, y para las compañeras de Calama no es la primera vez. Lamentablemente el Estado de Chile ha tenido una capacidad de revictimizarnos nuevamente muy grave. Jamás se nos pasó por la mente que sería una noticia de esa envergadura. Se trata de un daño brutal», agregó.
En ese sentido, apuntan a la necesidad de desligarse de los vaivenes gubernamentales y transformarse en un «servicio autónomo», con mayores recursos humanos y económicos y un diseño que permita garantizar «prontitud, minuciosidad y competencia» en las tareas que descansan sobre este organismo.
Pero en el seno del SML, funcionarios no solo acusan una falta de recursos y personal -en conversación bajo anonimato con EFE-, si no que un déficit en especialización y un sometimiento del ritmo de trabajo a la voluntad de los gobiernos de turno.
En ese sentido, apuntan a la necesidad de desligarse de los vaivenes gubernamentales y transformarse en un «servicio autónomo», con mayores recursos humanos y económicos y un diseño que permita garantizar «prontitud, minuciosidad y competencia» en las tareas que descansan sobre este organismo.
