Esquirlas del aterrizaje de Paulina Vodanovic al Senado: Nueva relación con el PC y el FA

El ascenso de Paulina Vodanovic al Senado, en reemplazo de Álvaro Elizalde, trajo consigo un movimiento de piezas dentro de la Cámara Alta y el propio Partido Socialista (PS). 

Entre sus primeras labores está asumir su lugar en las comisiones donde estaba el nuevo ministro Segpres: Hacienda, Economía y la especial mixta de Presupuestos. Además, tendrá que hacerse cargo de todas las iniciativas que el exsenador proponía y patrocinaba.

Sin embargo, su segunda tarea es más fundamental: Ordenar a la coalición oficialista en el Senado para enfrentar la intensa agenda legislativa que se viene.

En entrevista con Radio ADN, Vodanovic llamó a los distintos partidos de gobierno al “orden” para sacar adelante los 31 proyectos en seguridad comprometidos por el Ejecutivo.

“Todos los sectores del gobierno tienen que tener conciencia de que no tenemos mayoría, de manera tal que si somos intransigentes y buscamos hacer el punto político, lo vamos a lograr, pero no vamos a lograr tener orden”, señaló la senadora PS.

Sin embargo, desde la interna señalan que el trazado de Vodanovic pasa primero por enrielar a los senadores de su partido, en especial al díscolo Fidel Espinoza, y también a otros legisladores socialistas que se han mostrado más “inquietos”, como Gastón Saavedra y Alfonso De Urresti. 

Mantener su vigencia como timonel PS

Otro de los desafíos que tiene la nueva senadora por el Maule es seguir ejerciendo su rol como presidenta del PS y no ceder terreno ante los otros grupos internos de la colectividad. En especial, su objetivo es frenar la influencia que pueda llegar a tener el actual secretario general del partido, Camilo Escalona. 

Vodanovic ha tenido varios roces con el extimonel socialista. Una de las más recientes fue por la definición de alianzas de cara a las próximas elecciones de consejeros constitucionales. Si bien ambas posturas buscaban la unidad de todo el oficialismo, el plan b de la presidenta del partido se inclinaba por mantener el pacto histórico con la ex Concertación, mientras que Escalona empujó fuertemente una lista conjunta con Apruebo Dignidad, opción que finalmente primó.

Esta situación, dejó una grieta en su relación de confianza que se ha ido agrandando con el paso del tiempo.

Cuando se comunicó la noticia de que Elizalde dejaba el cargo, la candidata natural a sucederlo era justamente Vodanovic. Sin embargo, durante esa semana surgieron los nombres del diputado Jaime Naranjo e incluso el de la expresidenta Michelle Bachelet. El propio Escalona intentó forzar un Comité Central para elegir al reemplazante, jugada que finalmente no resultó. 

Desde el Senado, sin embargo, Vodanovic podrá ampliar su control sobre el PS, ya que no necesitará intermediarios para influir en el parlamento y podrá ser parte de las principales negociaciones políticas.

Nueva relación con Apruebo Dignidad

Otra de las aristas del aterrizaje de Vodanovic en el Senado tiene que ver con los puentes con el resto del oficialismo. A la interna, está claro que la presidenta del PS aspira a fortalecer la cercanía con el PPD y el resto de Socialismo Democrático.

¿Pero qué pasará con el Partido Comunista y el Frente Amplio? Su sector es minoría en el Senado en comparación a sus compañeros de coalición, y aún así han sido capaces de instalar desacuerdos, especialmente en materia de seguridad.

Estas diferencias están agotando la paciencia de los senadores del PS y PPD, que buscan distanciarse de algunas posturas de sus pares y están replanteando el status de sus acuerdos en varios ámbitos.

En Radio Cooperativa, Paulina Vodanovic recalcó la necesidad del oficialismo a ser realistas y dar cuenta del panorama que hay en el Congreso.

“Me parece que hay ocasiones en que se les prefiere hablar a ciertas personas o grupos y no atender a lo que es el interés general y resignarse en parte a lo que es nuestra realidad política. Nosotros tenemos una dificultad evidente, que no contamos con mayoría en el Congreso y tenemos que tomar una opción, una es mantenernos en las convicciones y no avanzar nada, y la otra es acordar, conversar y ceder (…) la posición del Partido Socialista es esta última”, cerró.