El clamor de Iguales: «Tenemos que aspirar a ser uno de los países más inclusivos del mundo»

El 13 de diciembre Fundación Iguales oficializó su IV versión de la encuesta Somos Familia, primer sondeo en Chile para evidenciar la realidad de las diversas formas de familia compuestas por uno o más miembros LGBTI+ y sus experiencias de discriminación.

Según detalla un comunicado, su resultado constituirá la radiografía más completa que se ha tenido en Chile respecto a la población LGBTI y servirá como base para promover políticas públicas ajustadas a la realidad actual, detalla un comunicado.

María José Cumplido, su directora ejecutiva, explica que la primera versión se publicó el año 2020 con el objetivo de conocer la situación de filiación de niñas, niños y adolescentes que vivían o provenían de parejas LGBTIQ+.

Conocer realidades

Sin embargo, a dos años de la entrada en vigencia del matrimonio igualitario, se pensó en ampliar el universo. “Queremos visibilizar la composición y formas de vida de las diversas formas de familia en las que están insertas las personas de la diversidad sexual y de género en Chile», asegura.

«Esto quiere decir que queremos conocer las realidades de madres, padres, tí@s o abuel@s a cargo de menores o adolescentes LGBTI+, de parejas compuestas por una o más personas de la comunidad y, por supuesto, de familias homoparentales y lesbomaternales”, detalló.

El sondeo que ya se empezó a aplicar, se extenderá hasta el 31 de enero, mientras que los resultados se darán a conocer a fines del primer trimestre del 2024.

Agencia Uno

Alcance de desigualdad

En qué momento para las minorías sexuales llega el sondeo promovido por Iguales es lo que comenta Cumplido en diálogo con El Desconcierto, donde alude a la realidad de esta comunidad de cara al 2024. 

¿Cuáles son las principales inquietudes de Iguales respecto de la comunidad LGTBIQ+ en este momento?

– Nuestras principales inquietudes son la discriminación y violencia cotidiana que vive la comunidad LGTBIQ+ en el país. Vemos que la desigualdad, que sabemos que existe en Chile, tiene su bajada en la diversidad sexual y de género, lo que se refleja cuando nos llegan casos donde personas de la comunidad no pueden acceder a derechos básicos como educación o salud debido a la discriminación o reciben violencia en la vía pública. Esto obviamente se acrecienta o disminuye en algunas comunas y territorios de Chile.

A dos años de entrada en vigencia de la ley de matrimonio igualitario, ¿cuánto ha contribuido esta normativa a mejorar la calidad de vida de las minorías sexuales?

– Se ha ido comprobando nuestra tesis de que el matrimonio no solo resolvía problemas legales respecto al patrimonio o filiación, sino que el reconocimiento de las familias diversas por parte del Estado es un impulso importante para el cambio cultural. En ese sentido, hoy vemos que el matrimonio es una posibilidad transversal para la población LGBTIQ+ y eso impacta en una mejora de su calidad de vida y un mayor reconocimiento de su existencia y el respeto que la sociedad tiene hacia ellos.

Esto debería ir en aumento considerando que, como Fundación Iguales, seguimos peleando y aportando en el debate de nuevas políticas públicas y leyes que vienen a solucionar las problemáticas históricas de nuestra comunidad.

Erradicar la discriminación y violencia

¿Qué avances debieran generarse en Chile atendiendo a las justas demandas y derechos de la comunidad LGTBIQ+?, ¿en qué estamos en deuda como sociedad?

– Como señalé anteriormente, la deuda más grande es por erradicar la discriminación y la violencia. Es por eso que estamos trabajando con el Ejecutivo para sacar adelante la reforma a la ley antidiscriminación, que trae consigo un mandato al Estado para que haga políticas públicas que eviten la discriminación en toda la sociedad y, así, vaya permitiendo a las personas LGBTIQ+ acceder a derechos y libertades en igual condición que el resto de la población.

Ad portas del 2024, ¿qué tan evolucionada está la sociedad chilena respecto de los comportamientos discriminatorios y homofóbicos que históricamente hemos observado en nuestro país?

– Eso depende de con qué lo vamos a comparar. Si pensamos en nuestra historia, ha habido un avance significativo los últimos 10 años. Hoy podemos acceder al matrimonio igualitario, a la ley de identidad de género, a beneficios laborales iguales que los que han tenido las parejas heterosexuales, etcétera. En ese sentido, hay un mundo de diferencia entre la década del 80′, por ejemplo, con la actual.

Sin embargo, no somos complacientes. Si nos comparamos con otros países estamos atrasados en muchos aspectos y, pienso, que tenemos que compararnos y aspirar a ser uno de los países más inclusivos del mundo. Ese es nuestro propósito y por eso es que seguimos avanzando en incidencia legislativa, capacitaciones, apoyo legal y un sinfín de acciones que nos llevan a ese horizonte.

Queremos un país donde nadie sea asesinado, maltratado o discriminado por su orientación o identidad de género y no descansaremos hasta que eso suceda en Chile.