Quiere ser un profesor que promueva la equidad de género en la aula: Dan 9 recomendaciones

A pesar de los avances en la educación de las mujeres, persisten las desigualdades de género que influyen en el desarrollo de las trayectorias vitales y en el desarrollo sostenible de las naciones.

Es por ello que las investigadoras del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, Lorena Ortega y Alejandra Mizala, junto a Catalina Canals de la Universidad de O’Higgins, han sintetizado evidencia internacional sobre disparidades de género en procesos y resultados educativos, entregando recomendaciones para promover la equidad de género en las prácticas educativas.

Según las investigadoras, la literatura revisada enfatiza cómo los estereotipos de género afectan los procesos educativos y tienen efectos en los resultados y trayectorias de las y los estudiantes.

Por ello, han formulado una serie de recomendaciones basadas en la evidencia para abordar esta problemática desde el ámbito educativo.

Entre las recomendaciones destacadas se encuentran:

1. Reflexionar sobre los prejuicios y estereotipos de género por parte de los docentes.
2. Problematizar y cuestionar los estereotipos de género presentes en los materiales educativos.
3. Balancear la atención y fomentar la participación equitativa de niños y niñas en el aula.
4. Diseñar clases que minimicen los estereotipos sociales y las expectativas basadas en el género.
5. Promover actividades no competitivas y preparar a los estudiantes para actuar en contextos de riesgo y competencia.
6. Prestar atención al lenguaje utilizado en las evaluaciones y evitar preguntas con contenidos estereotipados por género.
7. Visibilizar modelos diversos y reducir los estereotipos de género en diferentes campos disciplinares.
8. Ofrecer una preparación similar para hombres y mujeres en áreas STEM desde etapas tempranas.
9. Promover actividades extracurriculares que fomenten la participación equitativa de hombres y mujeres en STEM.

Estas recomendaciones buscan crear un entorno educativo más inclusivo y equitativo, donde las diferencias de género no sean un obstáculo para el desarrollo integral de todas las personas.