Semana Santa: Terminal Pesquero remozado y con mayor estándar de seguridad y salubridad

El Terminal Pesquero Metropolitano, un regalo del gobierno japonés hecho en 1995, ha experimentado un cambio significativo después de dos décadas bajo la administración de Mercamar marcada por denuncias de insalubridad e inseguridad. Ahora, 177 comerciantes locales han tomado las riendas de su administración.

Ubicado en Américo Vespucio 1.500, Lo Espejo, este mercado no solo es un centro de distribución mayorista sino también un punto de venta minorista, crucial para el suministro de productos marinos al 60% de la población chilena, en especial de la Región Metropolitana y áreas aledañas, con ventas a la semana de alrededor de 400 toneladas de mariscos y 1200 de pescado.

Un cambio representa no solo una transformación administrativa sino también un avance significativo en la autonomía y el empoderamiento de los trabajadores del sector.

La transición, que tuvo lugar el lunes 2 de octubre pasado, fue supervisada por la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, e incluyó una renovación completa de las operaciones.

Una alianza público-privada que ha involucrado la designación un veedor administrativo del Ministerio de Economía para asistir a los comerciantes, mientras que Carabineros ha aumentado su presencia para mejorar la seguridad. Además, el Ministerio de Salud ha intensificado la fiscalización para asegurar la inocuidad de los alimentos.

Semana Santa

Tras 5 meses de operaciones y con un período de prueba de seis, la autoridad aumentó a largo plazo la administración por parte de los trabajadores.

En este escenario, la presidenta del Asociación Gremial de Comerciantes de Productos del Mar AGC Chile, Henie Bustos, conversó con El Desconcierto sobre los retos de su nueva administración y su primera prueba de fuego: Semana Santa.

Una época de alta demanda, en la que esperan vender cinco veces lo que venden en una semana normal, alcanzando alrededor de las 2.000 toneladas de mariscos y 5.000 de pescado, por lo que la nueva administración lleva más de dos meses y medio de preparativos para lograr disminuir aglomeraciones e instancias de inseguridad.

– ¿Cómo han manejado la programación para Semana Santa, considerando que es una época de alta demanda en el mercado?

-Hemos estado preparando la temporada de Semana Santa durante dos meses y medio, ya que es la fecha más compleja para nosotros. El movimiento de productos y camiones se triplica. Como el terminal pesquero es el centro de acopio más grande del país, proveemos a toda la región metropolitana y a las regiones aledañas. Hemos tomado medidas específicas y hemos estado en reuniones con todas las autoridades involucradas para asegurar que todo se desarrolle sin problemas.

– ¿Qué medidas han implementado para manejar la congestión?

-Para manejar la congestión vial significativa durante Semana Santa, hemos gestionado permisos para utilizar un espacio desocupado perteneciente al Serviu como estacionamiento. Este estará custodiado por seguridad interna y Carabineros, asegurando así la seguridad de nuestros clientes. Además, estamos estableciendo un acceso adicional para locatarios y trabajadores, y otro exclusivo para camiones y vehículos de alto tonelaje. Importante destacar que habrá una conexión interna desde los estacionamientos del público general directamente al mercado, lo que aumentará la seguridad y facilitará el acceso.

Desafíos

La preocupación por la seguridad, especialmente en los accesos al mercado durante ciertas horas, fue una de las razones principales del cambio de administración.

Anteriormente, la falta de guardias y el aumento de la delincuencia en los alrededores del mercado habían generado inquietud entre los comerciantes y residentes de la comuna de Lo Espejo.

Además de inconvenientes higiénicos, que desde 2017 hasta el fin de la administración anterior acumuló 31 sumarios sanitarios con multas por 4.955 UTM

-Los problemas de seguridad han sido un tema importante en el mercado durante los últimos 20 años. ¿Cuáles son los desafíos en esa área?

-Enfrentamos varios desafíos de seguridad, incluyendo inseguridad interna y delitos que afectaron a nuestros locatarios. Hubo incidentes graves como secuestros y asaltos con armamento de guerra. Al asumir esta administración, priorizamos este tema contratando una empresa de seguridad importante y realizando inversiones significativas en guardias. Esto ha resultado en un ambiente más seguro para que los locatarios trabajen tranquilamente.

También hemos formado alianzas con la policía, Carabineros y la PDI, facilitando su acceso al mercado, lo cual no era posible antes por razones que no entendemos. Ahora, la seguridad es mucho más efectiva y contamos con personal mayoritariamente compuesto por exuniformados. La cooperación con las fuerzas policiales ha sido clave, y seguimos trabajando juntos para mantener la seguridad tanto dentro como fuera del mercado.

-En relación a la mayor fiscalización del Ministerio de Salud y las críticas a la anterior administración por las multas sanitarias, ¿cómo han abordado esta situación para mejorar la seguridad?

-La administración anterior dejaba mucho que desear en cuanto a higiene. Nosotros tomamos medidas inmediatas, contratando una empresa de aseo industrial con profesionales que analizan y determinan los productos más adecuados para usar, como sanitizantes y desengrasantes, para reducir la contaminación interna.

Además, hemos solicitado al Ministerio de Salud y al Seremi de Salud una mayor presencia y fiscalización para garantizar la frescura y la cadena de frío de nuestros productos altamente perecibles, que después de tres días tienen que ser decomisados por su caducidad.

– ¿Qué medidas adicionales han implementado para asegurar la calidad y seguridad de los productos?

-Además de las mejoras en limpieza y prevención, contamos con la oficina del Servicio Nacional de Salud y Sernapesca dentro del recinto, lo que nos permite mantener un control estricto sobre la calidad y seguridad de los productos. Nuestros productos se mantienen frescos por tres a cuatro días antes de necesitar ser decomisados, lo que demuestra la importancia de una gestión eficaz y responsable en el manejo de alimentos perecibles.