Desintegración de la bancada del PDG deja a Parisi sin voz en el Congreso

El Tribunal Supremo del Partido de la Gente (PDG) resolvió expulsar al diputado y vicepresidente de la Cámara, Gaspar Rivas. La resolución, según da cuenta el acta, se debe a que el abogado habría infringido “la declaración de principios y estatutos”, además de su “falta de disciplina” en la sesión parlamentaria al haber pactado con el oficialismo para llegar a la testera.

Tras conocerse la determinación, el líder del PDG, Franco Parisi, confrontó a Rivas a través de redes sociales asegurando que “los patos cojos” tienen que pagar “los costos políticos ellos y no el PDG”. 

Con su expulsión, la bancada del PDG —que en algún momento fue integrada por seis diputados— quedó reducida a una sola representante, Karen Medina. 

Los inicios

El origen del PDG se remonta a diciembre de 2019, cuando Franco Parisi, abanderado presidencial, y Gino Lorenzini, creador de Felices y Forrados, fundaron el partido en busca de capitalizar la notoriedad que habían alcanzado en el debate público. 

A los pocos meses, llegó la pandemia, lo que obligó a los dirigentes a organizarlo a través de reuniones de Zoom y canales digitales. Así nació el programa “Bad Boys”, en que Parisi comentaba la actualidad con algunos de sus adherentes, intentando además instalar el concepto de “democracia digital” que proponía el PDG. 

La alianza Lorenzini-Parisi, sin embargo, no duraría mucho. En 2021, previo a la inscripción de candidaturas presidenciales, este renunció al partido acusando al PDG de transformarse en una “dictadura”.

“La ambición creció tanto que se volvieron locos con los cupos de diputados y senadores, y las bases están fraccionadas, entonces en vez de unirnos, nos están dividiendo”, acusó Lorenzini al momento de dejar la colectividad. 

Ese fue el primer signo de la crisis interna del PDG. 

Cómo se desmoronó el PDG

Para muchos los resultados del PDG en la elección parlamentaria de 2021 fueron una sorpresa. El partido comandado por Parisi logró elegir seis diputados. 

Yovanna Ahumada, Víctor Pino, Gaspar Rivas, Rubén Oyarzo, Roberto Arroyo y Karen Medina, fueron los nombres elegidos bajo el alero del PDG, surgiendo así una fuerza importante en la Cámara Baja. Sin embargo, rápidamente su bancada comenzó a desintegrarse debido a roces internos y con su líder, Franco Parisi. 

La primera fuga de la bancada la protagonizaron los diputados Pino, Arroyo y Ahumada. En diciembre de 2022 —a menos de un año de haber asumido— los tres diputados oficializaron su renuncia apuntando a Gaspar Rivas y la directiva del partido como los responsables.  

“La directiva no nos respalda a nosotros como diputados después de haber sido insultados groseramente por un vulgar diputado que cree que por tener fuero puede hacer lo que quiera”, sostuvo Pino en la oportunidad refiriéndose a los insultos recibidos por parte de Rivas, quien los calificó como unos “conche..” luego de que sus compañeros de bancada lo removieran de la comisión de Personas Mayores. 

Luego fue el turno de Rubén Oyarzo, quien renunció el 9 de abril último apuntando directamente al liderazgo de Parisi. 

Consultado por El Desconcierto a raíz de su renuncia y por el estado actual de su expartido, Oyarzo asegura que en el PDG “no hay un proyecto político serio, no hay un lineamiento político y tampoco un movimiento político en el territorio”, situación que habría sido propiciada por el excandidato presidencial. 

“La Dirección Nacional del partido, y el líder natural, Franco Parisi, se han dedicado a maltratar continuamente a los parlamentarios”, dice el diputado ahora independiente, quien describe que se hicieron recurrentes en el día a día del partido, los ataques en redes sociales y la inconsistencia política. 

Además, sobre el liderazgo de Parisi, agrega: “Él viene a hacer turismo político y se va. No hay una comunicación constante con los diputados. Además, nunca ejerció ese rol de líder que se le pedía. Al fin y al cabo, todo eso termina redundando en lo que es hoy día el Partido de la Gente”.

En esa línea, Oyarzo responsabiliza a Parisi y a la Directiva Nacional como los responsables de la crisis. 

“Parisi no puede dirigir un partido desde Estados Unidos o virtualmente. Además, nunca se involucró o tomó la responsabilidad de ordenar el partido. No había reuniones con los diputados o comunicación, ni mucho menos comité político. Por otro lado, la directiva nacional está invalidada por el Servel. Hoy día están en elecciones, en un proceso que nadie conoce. Y nadie sabe quién es el presidente (…) Así no se maneja un partido”, cuestiona el diputado.