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Opinión

Salida de Roxana Pey: Renuncia a la Educación Pública

Por: Daniel Gedda y Carlos Vergara | Publicado: 28.07.2016
Detrás de la solicitud de renuncia a la rectora hay una intención mucho más inquietante por parte del Ejecutivo, y es que se busca destruir el proyecto educativo que está pronto a comenzar en Aysén y que, como último recurso, el gobierno quiere destituir a su cabeza para borrarlo del mapa.

Lamentable fue para muchos la noticia del día de ayer respecto a la inesperada solicitud de renuncia del MINEDUC a la rectora de la Universidad de Aysén, Roxana Pey. Este hecho no sólo es absolutamente insólito en democracia, sino que no tiene ningún sustento más que motivaciones políticas y búsqueda de acallar una voz que no hace más que decir la verdad con respecto a un proyecto que, a estas alturas, ya está desahuciado por parte de la gran mayoría de los actores de la educación.

Sin embargo, tenemos que ser conscientes de que detrás de la solicitud de renuncia a la rectora hay una intención mucho más inquietante por parte del Ejecutivo, y es que se busca destruir el proyecto educativo que está pronto a comenzar en Aysén y que, como último recurso, el gobierno quiere destituir a su cabeza para borrarlo del mapa. Esto, a sólo meses que esta nueva universidad comience a funcionar.

Basta entender que detrás de las propuestas de la comunidad de Aysén está el inicio de lo que queremos los actores sociales por la educación, por lo que los reales intereses detrás de la solicitud del gobierno son ceder una vez más a las presiones del mercado. Porque digamos las cosas como son, en la declaración del MINEDUC se menciona que actores de la región han manifestado su preocupación por la viabilidad del proyecto. Seamos honestos entonces, y que el gobierno diga quiénes son esos actores y para quién creen que no es viable dicho proyecto.

Lo cierto, hoy día, es que un proyecto que contempla, entre otras cosas, la necesidad de financiamiento basal, un sistema de ingreso justo, poder de decisión y capacidad de involucramiento real de la comunidad de Aysén en el quehacer de la institución, espacios verdaderamente democráticos para todos los estamentos, junto con consideraciones de dignidad para los trabajadores, como lo es la inclusión de una carrera funcionaria dentro de los estatutos, es lo que le molesta al gobierno. Entendamos de una vez que lo que se hace no es solo destituir a una rectora, se busca aniquilar un proyecto colectivo hecho para la región de Aysén. Hoy se le pedirá la renuncia a la Educación pública, o se le destituirá por decreto.

Daniel Gedda y Carlos Vergara