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Constituyendo el espacio social posneoliberal

Por: Francisco Vergara Perucich | Publicado: 25.02.2022
Constituyendo el espacio social posneoliberal Erradicaciones de pobladores de Santiago en dictadura |
Los espacios producidos por el neoliberalismo fueron fatales para muchos. Hace poco evidenciamos cómo la segregación residencial representa una amenaza sanitaria para la población, argumento que ha sido también validado desde otros campos disciplinares arguyendo similares interpretaciones a los resultados. Vivimos el réquiem de la ciudad neoliberal. La partitura de ese réquiem se está escribiendo en el antiguo Congreso Nacional. Un nuevo acuerdo social comenzará a generar nuevos espacios de encuentro y desencuentro, nuevos ethos para las decisiones y la ciudad se irá transformando con nuevas formas de uso y nuevos símbolos.

Entre 1976 y 1987, un total de 28.887 familias fueron subidas a camiones desde los terrenos que ocupaban para ser trasladadas hacia nuevos lugares de la ciudad de Santiago (o en ese entonces de sus periferias) en un proceso masivo de desplazamiento residencial que involucró a más de 100 mil personas. Este violento proceso terminó por configurar una metrópolis de la división, que hasta el día de hoy persiste. Con los años, el desplazamiento fue generando ciudades prósperas en un lado y otras precarias por otro, a lo que Rodrigo Hidalgo ha categorizado como precariópolis.

En un inicio, esas precariópolis eran producidas por el Estado, pero ya el mercado se sumó hace algunos años. No es lo mismo un edificio en altura en Estación Central que en Las Condes, ni por espesor de muros, ni por tamaño de los departamentos, ni por calidad de las ventanas ni siquiera por los espacios para los estacionamientos. La desigualdad se materializa en nuestros espacios comunes, en lo público. La ruptura histórica de esa reproducción puede haber ocurrido el 18 de octubre de 2019, en la revuelta, para decantar en la salida institucional de una nueva Constitución.

Los espacios producidos por el neoliberalismo fueron fatales para muchos. Hace poco, con el Centro Producción del Espacio evidenciamos cómo la segregación residencial representa una amenaza sanitaria para la población, argumento que ha sido también validado desde otros campos disciplinares arguyendo similares interpretaciones a los resultados. Vivimos el réquiem de la ciudad neoliberal. La partitura de ese réquiem se está escribiendo en el antiguo Congreso Nacional. Un nuevo acuerdo social comenzará a generar nuevos espacios de encuentro y desencuentro, nuevos ethos para las decisiones y la ciudad se irá transformando con nuevas formas de uso y nuevos símbolos.

Para mí, que soy un profesional del diseño del espacio, veo con emoción lo que para otros es el caos del proceso constituyente. No me preocupa para nada lo que muchos intentan pintar como el fin de Chile. Es mucho más simple, así son los procesos creativos: disensuales, dialécticos, desordenados hasta que toman forma, hasta que encuentran lo que llamamos el partido general.

De ahí en más, el resultado surge sin esfuerzo al seguir las reglas de coherencia definidas en el propio proceso creativo. Esta semana se ha comenzado a definir ese partido general y lo que se comienza a ver es una nueva “constitución” del espacio público, más solidario y amplio, donde la diferencia lucha contra la falaz homogeneidad economicista. Es un ejercicio de diseño complejo, dado que no hay muchas experiencias en el mundo para dar forma a una sociedad posneoliberal.

Francisco Vergara Perucich
Arquitecto urbanista. Director del Centro Producción del Espacio, Universidad de Las Américas.