Día de Concienciación sobre el Autismo: la RAE, los derechos humanos

Este 2 de abril conmemoramos el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. Y desde diversos sectores de la sociedad acuden a buscar el significado de autismo en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), donde encuentran las siguientes aberraciones de definiciones: “Repliegue patológico de la personalidad” o… “encerrada en su mundo”.

Se trata de acepciones que no dicen relación con el cada vez más elocuente activismo en primera persona, que está aportando a construir una cultura de conocimiento y valoración del autismo y la neurodiversidad. Recuerde: el autismo es una condición, no una enfermedad.

Por una parte, la RAE se equivoca, estigmatiza y excluye. Y por otra, asistimos a un Estado en Chile que viola a diario derechos humanos de un sector de la ciudadanía que no ha sido catastrado y que no accede a políticas públicas multisectoriales e integrales, que garanticen su ejercicio pleno de ciudadanía.

Las sociedades están compuestas por personas diferentes, todas con características únicas, que enriquecen a cada comunidad. Desde esa perspectiva, somos una sociedad neurodiversa, compuesta por personas que son, ya sea, neurodivergentes (funcionamiento neurocognitivo diferente al de la mayoría) o bien neurotípicas (de funcionamiento neurocognitivo similar al de la mayoría).

¿Cómo avanzar, en especial en un momento histórico en Chile en que la construcción colectiva de la nueva Constitución nos está permitiendo configurar un catálogo inédito de derechos humanos, en el marco de un Estado social de derechos?

Anabel Cornago, madre de Erik, joven activista, y creadora del Blog El Sonido de la Hierba al Crecer, inició desde Europa una campaña internacional de recolección de firmas en Change.org, que pide el cambio de la definición del Autismo en el Diccionario de la RAE. Esto tras el reciente debate público, luego de que el Presidente de la Xunta de Galicia utilizara el término «autista» para atacar al gobierno. En Chile también hemos asistido a casos semejantes, desde el mundo político, social, cultural y educativo.

¿Debemos esperar a que se repitan y corregir? No. Es imprescindible activar desde toda la sociedad instancias educativas, culturales, científicas, con perspectiva neurodiversa y neurodivergente, e interterritorial.

Pasemos a cosas que anhelamos hace décadas que se concreten. ¿Qué pasó con el 1er Centro Regional de Autismo que se inauguraría en la Región de Valparaíso en el gobierno de Piñera? Nada. ¿Qué pasa con la Ley de Autismo que intenta avanzar hoy en la Cámara de Diputadas y Diputados? Está trabada en barreras presupuestarias, tan aberrantes como la definición violenta e ignorante de la RAE. Citamos estos ejemplos sólo para graficar vulneraciones de derechos humanos que sabemos ocurren en diversas latitudes.

Empatice. Parta por informarse sobre el artículo que reconoce la neurodiversidad y garantiza a las personas neurodivergentes el derecho a una vida autónoma, y que ya es parte del borrador de la nueva Constitución. Otra opción es informarse y firmar la campaña para que la RAE modifique sus definiciones aberrantes. O bien descargue y comparta el Manual con Orientaciones para Hablar y Escribir sobre Autismo que elaboramos y difundimos junto al Colegio de Periodistas de Chile.

Hay diversas alternativas, tan diferentes como la esencia de la sociedad de la que somos parte. Avanzamos con la convicción intacta: la diferencia en condiciones de igualdad fortalece la democracia. Todxs diferentes. Todxs valiosxs.