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Día de la Salud Mental: combatir la depresión post parto 

Por: Angie Demierre | Publicado: 10.10.2022
Día de la Salud Mental: combatir la depresión post parto  | Freestocks
Este 10 de octubre se celebra el Día Internacional de la Salud Mental, donde una arista que suele quedar fuera es la depresión post parto. Un momento para hablar sobre la importancia del acompañamiento y de las brechas que existen en el acceso a la atención de esta enfermedad.  

La depresión post parto (DPP) se traduce en un estado de gran vulnerabilidad emocional debido a la importante carga hormonal para quien da a luz, pero aún más en el contexto biopsicosocial en el que se desarrolla.

Durante el embarazo pueden aparecer síntomas como sentimientos de culpa, anhedonia, desesperanza, e incluso ideación suicida, los cuales son importantes factores de riesgo para generar DPP.

Si bien desde el 2008 el Ministerio de Salud utiliza la “Escala de Edimburgo” para detectar esta enfermedad, que se realiza principalmente por matronas y matrones en la atención del ingreso de embarazo y post parto, los esfuerzos aún no son suficientes para poder disminuir las cifras. Actualmente, de acuerdo a estudios realizados en nuestro país, la incidencia de depresión post parto se encuentra entre 8,8 y 9,2% y su prevalencia es de un 20,5%, lo que significa que una de cada cinco madres sufrirá de esta enfermedad en algún momento de su vida.

La DPP se tiende a desarrollar durante el embarazo y se acrecienta en situaciones donde existe una relación inversamente proporcional entre el nivel socioeconómico y el riesgo de esta enfermedad, multiplicándose hasta tres veces más.

La DPP no es solo una enfermedad que afecta a la madre, sino también a las hijas e hijos y la familia, pudiendo desencadenar abandono al menor, negligencia e incluso violencia hacia él mismo, con las consecuencias legales que eso conlleva. Hay ciertos factores que dificultan el acceso a la atención de estas usuarias, como miedo, vergüenza, las percepciones negativas respecto a la atención psicológica para las personas, y más aún los roles de género que descansan las labores del hogar como una función principalmente femenina, que se sobrecarga con los cuidados del puerperio de la madre y el recién nacido. Situación que se agravó durante los dos años de pandemia, donde el estrés, el miedo a enfermarse, los confinamientos y el distanciamiento social fueron factores que propiciaron la aparición de esta afección.

La depresión post parto se trata principalmente a través de psicoterapia, pero en ocasiones puede ser necesario el uso de medicamentos recetados por un especialista. Sin embargo, además de esto, debemos generar ambientes protectores para todas las madres desde la gestación, especialmente desde sus familias y personas cercanas, sobre todo la pareja, donde se involucre activamente en el proceso de la crianza.  De acuerdo con un estudio hecho por la Universidad del Desarrollo, las madres que reciben más apoyo durante el postparto, especialmente de sus parejas y su propia madre (abuela del menor), tienen menos síntomas de DPP. Los que indican que el entorno es primordial para poder prevenir la enfermedad.

La generación de espacios de conversación entre gestantes y puérperas, donde el compartir experiencias las ayuden a sentirse más acompañadas; así como también a normalizar acudir a servicios de salud mental. 

Angie Demierre
Matrona. Académica de la Escuela de Obstetricia de la Universidad Nacional Andrés Bello (UNAB).