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Opinión

La deriva del fútbol amateur en Chile

Por: Alberto Moreno Doña | Publicado: 22.10.2022
La deriva del fútbol amateur en Chile |
¿Cuál es el fútbol que los chicos deben aprender? ¿Cuáles son los elementos técnicos y tácticos que se pretenden reproducir? El pelotazo y a ganar. En esto pareciera quedar todo. Y del proyecto valórico, qué decir.

Cuando uno habla con los más diversos entrenadores de fútbol amateur en Chile, es común escuchar, al menos, dos afirmaciones con respecto al trabajo. Primero: “estar aquí permite que los niños se alejen de las drogas y de la violencia que azota a Chile”. Segundo: “la idea es que ellos se formen como jugadores y como personas”. Después de varios años observando este contexto del fútbol amateur, puedo decir que no se vivencian en la práctica las afirmaciones que los entrenadores-profesores relatan. Cuando en el título de este escrito digo que el fútbol amateur está a la deriva, quiero decir que no existe proyecto valórico y futbolístico para el mismo.
Y no me refiero a algún documento que explicite dichas dimensiones, sino que pongo el énfasis en lo que uno puede vivenciar en la cotidianidad del fútbol amateur. Para graficar lo que quiero exponer, pondré como ejemplo el actual campeonato regional de la Región de Valparaíso.
Uno supondría que ir a ver a jóvenes de 15 años jugar al fútbol es sinónimo de observar cómo esos niños son capaces de poner sobre la cancha los elementos básicos del fútbol. Ver generación de espacios, optar siempre por hacer lo más fácil, jugar a lo ancho y largo, dominar la idea de bloque, manejar la idea de cambio de juego, entregar y correr a un espacio, saber ubicarse, cooperar con los compañeros, abrir la cancha, dominio de la pared, jugar sin balón ocupando espacios, entre otros principios básicos.
Qué decir de la existencia de permutas, coberturas, cambios de orientación, desdoblamientos, etcétera… Y no me refiero a estos elementos porque sean los que le podrían permitir a esos niños llegar a ser jugadores profesionales, pues no creo que ese sea el objetivo del fútbol amateur, sino porque son los elementos formativos por excelencia, los que les van a permitir comprender un juego determinado y, finalmente, traspasar dichos elementos comprensivos a la vida misma.
Por el contrario, lo que uno encuentra y ha encontrado en el campeonato regional de fútbol amateur Sub-15 son equipos en los que el pelotazo sin sentido ni dirección sólo espera encontrar a alguien que sea muy destacado técnicamente y pueda hacer un gol que le dé la victoria a su equipo.
Esta lógica provoca que ver fútbol amateur Sub-15 en Chile sea muy aburrido. Es difícil encontrar un sentido de equipo, una lógica de juego, una intencionalidad táctica desde la que ofrecer un mejor espectáculo que el equipo contrario.
Así, jugadores técnicamente destacados, quieren solucionar los problemas solos, sin una dinámica grupal. Y muchos jóvenes creen que destacando por sí solos podrán ir a un equipo “grande”, pues habrá ojeadores que los están observando desde las gradas.
Todo un equipo y todo un trabajo colaborativo queda en manos de ciertos chicos que son los que deben destacar. Es desde aquí que podemos afirmar que dicho fútbol amateur no posee un proyecto futbolístico.

Quizás sería bueno que alguien pudiera darnos el dato de cuántos partidos de este campeonato regional han sido terminados unos minutos antes por violencia ocurrida en las mismas gradas. ¿Cuántos partidos han sido muestras de insultos, agresiones a escondidas y malos gestos de unos jugadores a otros? ¿En cuántos partidos se han visto segundos tiempos donde los jugadores pierden tiempo de manera excesiva fingiendo lesiones, contracturas?, etcétera.
Alguien podría decir: “es que así es el fútbol”. ¿Cuál fútbol? Quizás el de aquellas personas que poco saben del mismo, que poco se han formado, pero que consideran que el conocimiento del deporte sólo es fruto de haber obtenido algún pequeño logro como jugador profesional.
Esto está muy alejado de ese mantra repetido hasta la saciedad de que esto permitirá que los chicos estén alejados de las drogas y la violencia, pues no olvidemos que en este fútbol amateur se observa violencia y se observan muchas conductas relacionadas con el consumo irresponsable de alcohol en los estadios.
Pues así, estamos a la deriva. Sin proyecto futbolístico y sin proyecto valórico para el fútbol amateur. ¿Excepciones? Claro, las hay, pero son sólo eso: excepciones.

Alberto Moreno Doña
Profesor de Educación Física, doctor en Educación. Profesor titular de la Universidad de Valparaíso.