Avisos Legales
Opinión

El doble estándar de la Justicia y el viejo del maletín

Por: Francisco Huenchumilla | Publicado: 06.12.2023
El doble estándar de la Justicia y el viejo del maletín Luis Hermosilla | Agencia Uno
¿Habría la Justicia actuado igual si en el audio hablaran un grupo de mapuche acerca de tomarse un par de fundos o acciones por el estilo, reconociendo delitos? Probablemente este gobierno de centroizquierda habría hecho cadena nacional, y hubiera mandado un contingente de Carabineros (apoyados lateralmente por las FFAA) a detener a los culpables. Claro, porque la presunción de inocencia no rige para los mapuches; sólo rige para los “verdaderos chilenos”.

No me refiero a ningún tribunal en específico, sino al conjunto de las instituciones que tienen que ver con el tema; más bien, a un cierto halo que emana de sus actuaciones. Estoy pensando en el Poder Judicial, en el Ministerio Público, en Gendarmería, en las policías y en el cierto sentido común, derivado de las experiencias compartidas que se arrastran desde siempre, en orden a que en este país –y probablemente en el mundo– existe una justicia para los ricos –los poderosos– y otra para los pobres, los desvalidos de la fortuna.

En el caso de lo que se vive en la Araucanía, aparecen ejemplos que parecen dar cuenta de esta situación.

A principios de este año –marzo para ser más preciso– apareció en la prensa, con gran escándalo, la noticia que daba cuenta de la detención de dos comuneros mapuche acusados del delito de extorsión, en orden a condicionar la realización de trabajos forestales a un pago de la suma de 18 millones de pesos, que se acordó debían pagarse con vale vista nominativo a nombre de uno de ellos.

Así se hizo y el “beneficiado” acompañado de un colaborador o contratista del “extorsionado” concurrieron al banco y aquel procedió a cobrar el documento, previa firma correspondiente (y ante las cámaras del banco presumiblemente) retirando el dinero sin mayores inconvenientes. Fue detenido en la calle después de retirarse del lugar.

Lo que llama la atención de este caso son dos cosas: que se haya tomado un acuerdo por las partes, que el pago se haría mediante un vale visto nominativo; y que el “beneficiado o extorsionador” concurriera personalmente al banco a cobrar el documento a plena luz del día (12 hrs.) acompañado de un colaborador del “extorsionado”.

Al parecer el comunero desconocía la historia y el modus operandi del viejo del maletín: éste jamás recibiría o entregaría un vale vista nominativo, y menos iría a cobrar al banco documento alguno. El viejo del maletín pasa piola, es astuto y va y vuelve por los pasillos y laberintos del poder burocrático o político sin dejar huella y con billetes contantes y sonantes.

Acá el comunero “extorsionador” acordó con su contraparte que se pagara con un vale vista nominativo (nada de endosos, quería un documento a su nombre; así se acordó y así se hizo) y fue directamente a cobrarlo personalmente al banco a plena luz del día.

¿Qué es esto? ¿una conducta ingenua y crédula? ¿o la teoría suscrita por el mundo mapuche, de que la legitimidad de la posesión ancestral de los territorios les pertenece por haber sido despojados por el Estado? ¿O la legalidad que alegan los agricultores colonos y sus descendientes?

Está claro que el “extorsionador” es un hombre candoroso.

¿Y qué rol juega aquí el dolo? Probablemente el maestro Welzel (y su Teoría del Injusto) se estén dando vueltas en su tumba.

Ambos comuneros (eran dos los partícipes) están en prisión preventiva desde marzo de este año, o sea 10 meses.

Y la otra cara de la medalla, surge hace unas semanas atrás cuando el país conoce el famoso “audio” en que empingorotados personajes de la fauna santiaguina, con soltura de cuerpo, conversan animadamente sus aventuras y propósitos acerca de la forma y manera de ganar dinero con las facilidades del caso, reconociendo la existencia de delitos.

Fue un escándalo nacional por la desfachatez de los interlocutores.

¿Dónde están ellos + ella? ¿En prisión preventiva? No, jamás, no podría ser; cómo va a ser posible si para eso está la presunción de inocencia.

Están en su casa, como corresponde, preparando su defensa, haciendo movimientos tácticos, llamando a sus amistades, contactos, redes, apañados y consolados por los suyos (lo que está bien) esperando que las instituciones funcionen de tal manera que no estén en prisión preventiva 10 meses (esto es solo para los cándidos).

¿Habría la Justicia actuado igual si en el audio hablaran un grupo de mapuche acerca de tomarse un par de fundos o acciones por el estilo, reconociendo delitos? Probablemente este gobierno de centroizquierda habría hecho cadena nacional, y hubiera mandado un contingente de Carabineros (apoyados lateralmente por las FFAA) a detener a los culpables. Claro, porque la presunción de inocencia no rige para los mapuches; sólo rige para los “verdaderos chilenos”.

Y mientras tanto el viejo del maletín, espera, esbozando una sonrisa, con la tranquilidad que le da la seguridad de que le esperan nuevos trabajos.

Francisco Huenchumilla
Senador (DC) por la Región de la Araucanía.