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El Derecho a defender los Derechos

Por: Débora Solís | Publicado: 20.03.2024
El Derecho a defender los Derechos Imagen referencial | AGENCIAUNO
Desde las organizaciones e instituciones a favor de los Derechos Humanos, hacemos un llamado a que la cultura de la violencia y el amedrentamiento no sea instaurada en la cotidianidad. No podemos permitir que el pensar distinto, faculte a ciertas personas para cometer actos intimidatorios. Aún estamos a tiempo de condenar este tipo de hechos, y prevenir que no vuelvan a ocurrir nunca más.

El pasado 8 de marzo, en horas de la madrugada y en el contexto de una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, un grupo de hombres intervino -por segunda vez en menos de un año- el centro de salud de APROFA, con la instalación de un lienzo con mensajes odiosos para amedrentar e imponer su postura en contra de los derechos sexuales y reproductivos, particularmente de las mujeres “feministas”.

Casi al mismo tiempo, desde el Servicio Nacional de la Mujer (Sernameg) de la Región del Biobío, denunciaron que la fachada de su edificio también amaneció vandalizada, luego que sujetos lanzaran pintura y aceite quemado.

No es casualidad que grupos antiderechos realicen actos como estos en un día en el que, cada año, miles de mujeres se manifiestan por su derecho a vivir de manera plena y digna, sin violencia ni discriminación. De esta forma, el amedrentamiento y las amenazas, finalmente se toman la agenda.

¿Quiénes son estos sujetos? ¿Por qué su única manera de expresar su opinión es a través de la violencia? La respuesta puede ser sencilla. Diariamente en nuestra sociedad nos enfrentamos las mujeres a defender nuestros Derechos, nuestra posibilidad de circular tranquilas en la calle; tener relaciones sexo-afectivas sanas y libres de violencia y durante ciertas fechas en el año nos unimos para visibilizar y reclamar contra un sistema que naturaliza estas prácticas, las reproduce y las avala.

Las contra manifestaciones en el #8M no son casos aislados, son grupos anti-Derechos organizados que se oponen a que las mujeres puedan acceder a información, ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, ser respetadas, gozar de equidad e igualdad, entre otras temáticas base y lo manifiestan de maneras violentas y disruptivas para que no nos olvidemos que la resistencia al cambio existe y que la persecución de los grupos que defienden los Derechos Humanos es una realidad.

El 2023 cerró con cifras alarmantes en este ámbito. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación ante los elevados índices de violencia contra personas defensoras de derechos humanos durante el año en la región.

En esta línea, en el informe sobre la Situación de Derechos Humanos en Chile (2022) de la CIDH, se reiteró que la labor de aquellas personas defensoras de los derechos, son esenciales para la construcción de una democracia y un Estado de Derecho consolidado.

Asimismo, esta importante labor para la sociedad solamente puede ser ejercida libremente, sin agresiones físicas, psíquicas o cualquier otro acto de acoso u hostigamiento.

En este aspecto, es primordial que no se normalice ningún tipo de acontecimiento y amenazas como los ocurridos hace unos días atrás en nuestro país, también que trabajemos como sociedad en abordar la desinformación que se está tomando las agendas. En el caso de APROFA, el hecho ocurrido recientemente ha sido precedido por otras dos acciones de similar índole, y siempre ha sido enarbolando informaciones falsas sin sustento en la realidad.

Desde las organizaciones e instituciones a favor de los Derechos Humanos, hacemos un llamado a que la cultura de la violencia y el amedrentamiento no sea instaurada en la cotidianidad. No podemos permitir que el pensar distinto, faculte a ciertas personas para cometer actos intimidatorios. Aún estamos a tiempo de condenar este tipo de hechos, y prevenir que no vuelvan a ocurrir nunca más.

Débora Solís
Directora Ejecutiva de la Asociación Chilena de Protección de la Familia (APROFA).