El nuevo orden del PS: Los nombres clave en la definición de la próxima directiva

«Si la elección fuera el domingo, gana el Rechazo», dijo a fines de abril el senador Fidel Espinoza, en una entrevista con Radio Sago que rápidamente se difundió en todo el Partido Socialista (PS). «Yo espero que se revierta esa situación, pero va a depender mucho de cómo actúan los convencionales de la izquierda», continuó, advirtiendo que este escenario era «peligroso y negativo».

Pero la declaración no termina ahí, pues el senador aclaró que él no estaba dispuesto a votar Apruebo, pese a que ni siquiera estaba listo el borrador. «No tengo texto, no hay un texto definitivo. Yo hoy no estoy para aprobar», sostuvo, agregando que tiene «discrepancias de fondo» con el trabajo de la Convención.

Sus dichos fueron recogidos por La Segunda, lo que generó mucho revuelo al interior de la tienda oficialista. El senador argumentó que lo sacaron de contexto y que «jamás votaría Rechazó». No obstante, sus palabras, y las constantes críticas al trabajo de los convencionales, incluyendo a quienes son sus compañeros de partido, terminaron por dinamitar sus posibilidades para integrar la mesa nacional a definirse este sábado 11 de junio. Fidel Espinoza se convirtió así en el primer caído.

El ascenso de Vodanovic y el canje por Bermúdez

Dentro del bloque de Espinoza, el Tercerismo, se erigió con fuerza la figura de Paulina Vodanovic, exsubsecretaria de FF.AA. de Michelle Bachelet, quien asoma como la principal candidata a quedarse con la presidencia del PS tras obtener la mayor votación en las elecciones de Comité Central en mayo, con más de 2.500 preferencias. Serán las 110 personas elegidas para esta instancia (30 del Comité Central Nacional y 80 del Comité Central Regional) las que determinarán por sufragio los diez integrantes de la mesa.

Pero Vodanovic no solo encabeza el Tercerismo, sino que todo el bloque oficialista, que agrupa en una sola lista a cinco tendencias del partido. En ella se concentra la mayor cantidad de parlamentarios, convencionales y quienes han ocupado (u ocupan) cargos de gobierno. Este bloque ha llevado a cabo intensas negociaciones en la sede de calle París esta semana, justamente para definir los diez cargos directivos del Comité Central.

Sin duda, la nominación que ha causado mayor revuelo en los últimos días es la de Eduardo Bermúdez, quien ascendería a una de las vicepresidencias del partido. Bermúdez fue jefe de gabinete del exalcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera, hoy en prisión preventiva y acusado judicialmente de cohecho, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.

Según fuentes del partido que conversaron con El Desconcierto, el controversial exasesor de San Ramón ocuparía el lugar de Fidel Espinoza. Desde el bloque oficialista han defendido su nombramiento, pese a las críticas. La razón es puramente aritmética: al interior del Comité Central hay entre 15 y 18 miembros que lo respaldan, votos que son valiosos para la definición de este sábado.

Para el diputado Tomás De Rementería, la inclusión de Bermúdez es «impresentable» y apunta directamente a Paulina Vodanovic. «Comete un error al aliarse con estos sectores», acusa.

La mesa del PS: un dibujo tentativo

Desde las cúpulas del PS, ya dan por sentado que el ascenso de Paulina Vodanovic a la presidencia es un resultado casi irreversible, tal como ella misma se ha encargado de difundir en distintos puntos de prensa. Distintas fuentes aseguran a El Desconcierto que tendría que pasar algo muy extraordinario para que la abogada no presida el partido.

Esto, pese a la férrea oposición que tiene de los parlamentarios socialistas. Entre diputados y senadores se ha cultivado la necesidad de que la presidencia se mantenga en el Congreso, principalmente porque, aseguran, los partidos que no tienen presidentes parlamentarios van perdiendo relevancia en el escenario político nacional, como es el caso del Partido Por la Democracia (PPD) o de Revolución Democrática (RD).

Esta opción era comandada fundamentalmente por el senador Alfonso De Urresti —tercero más votado de la colectividad—, quien pertenece al bloque Grandes Alamedas junto a su par Isabel Allende. No obstante, y de acuerdo a miembros del Comité, esta alternativa para gobernar el PS ya estaría casi descartada. Aún así, De Urresti integraría la directiva, pero ocupando una de las vicepresidencias.

La segunda preferencia en las elecciones fue para un resistido histórico del partido, Camilo Escalona, líder del lote Nueva Izquierda que se quedaría con la secretaría general del partido. Su presencia genera anticuerpos entre los sectores más progresistas del PS, quienes no olvidan su fatídico episodio del 2012, cuando llamó «fumadores de opio» a quienes bregaban por una Asamblea Constituyente.

Del mismo bloque de Allende y De Urresti también está la diputada Daniella Cicardini, quien asumiría el tercer cargo más importante del PS: la vicepresidencia de la Mujer. Sería el único miembro del Parlamento al interior de la tríada superior de la directiva.

Las demás vicepresidencias, aparte del ya mencionado Eduardo Bermúdez, estarían conformadas por la expresidenta de las Juventudes Socialistas (JS), Nicole Cardoch (Nueva Izquierda); el ex subsecretario de Cultura en 2008, quien también integró el comando presidencial de Alejandro Guillier, Arturo Barrios (Grandes Alamedas); el diputado Leonardo Soto (Colectivo Socialista); la exdiputada e histórica militante Fanny Pollarolo, del bloque disidente Recuperación Socialista; y Claudia Hernández, del grupo Renovación Socialista que encabezan José Miguel Insulza y Marcelo Schilling, quien actualmente participa del la Dirección Regional Metropolitana del PS.

El único grupo que quedaría fuera de la mesa nacional es Socialistas Socialistas de Izquierda, encabezado por la abogada y dirigenta sindical, Cecilia Toro, recordada por ser la principal artífice de una alianza con la candidatura presidencial de Daniel Jadue (PC) en las primarias de Apruebo Dignidad, en lugar de respaldar a Paula Narváez, candidata del partido. Aún así, su nombre sorprendió en las elecciones del Comité Central, llevándose un porcentaje importante de votos y que deja a Toro dentro de la instancia que definirá la directiva.

La (o)posición del Congreso

El día 18 de mayo, tres días después de que De Urresti quedara tercero en las elecciones para el Comité Central, el diputado Daniel Manouchehri subió a su Twitter una fotografía etiquetando a los diputados socialistas que apoyaban la candidatura del senador de Grandes Alamedas a la presidencia del PS, atendiendo al mismo diagnóstico que hacen todas las fuentes consultadas por El Desconcierto: desde el Parlamento no encuentran buena idea que la tienda sea liderada por alguien que no esté en el Congreso.

AHORA: Diputados del PS @danielmelochile, @LeoSotoChile @Dani_Cicardini, @NelsonVenegas_ , @tomas_dr, @marcos_ilabaca, @AnaMariaBravoC, @EmiliaNuyado,@AstudilloDanisa apoyamos al senador @adeurresti para liderar al socialismo. Es una persona capacitada y con liderazgo transversal pic.twitter.com/wqiXTZlsjV

— Diputado Daniel Manouchehri (@danimanouchehri) May 18, 2022

Además, en ese grupo se sintieron denostados por Vodanovic, tras haber interpelado al Parlamento directamente. «Yo no advierto posibilidad alguna de que se hagan los cambios sustantivos que se requieren de una nueva Constitución para Chile en el Congreso que tenemos hoy en día», dijo en una entrevista con The Clinic.

El tema fue tocado en una cena llevada a cabo en el Congreso el pasado martes por la noche, donde estaba la mayoría de los legisladores socialistas de ambas Cámaras. Entre ellos, algunos que forman parte del mismo lote de Vodanovic, como Álvaro Elizalde. Allí el diagnóstico fue común: la nueva política se hace desde las instituciones y la nueva directiva tiene que estar de acuerdo a los tiempos actuales. Además, Vodanovic perdió las elecciones a senadora en la más reciente elección y Escalona en la parlamentaria de 2017, lo que habla de una falta de apoyo popular que también preocupa en el Parlamento.

También hay bloques, como el de Cecilia Toro, que critican la resistencia de los parlamentarios a la presidencia de Vodanovic, asegurando que existe un «secuestro» de la política del Partido Socialista por parte de quienes les representan en el Congreso.

«En el próximo central, el PS debe respetar las mayorías. Paulina Vodanovic obtuvo la más alta votación en estas elecciones, por lo tanto, su deber y derecho es presidir el partido de Allende (…) Existe una amenaza presente en el partido, representada por el secuestro por parte de parlamentarios que, constantemente, quieren imponer sus incumbencias, boicoteando a la Convención Constitucional y amenazando las mayorías del gobierno, generando graves obstáculos a la política del pueblo. El PS debe transitar en un apoyo irrestricto al gobierno de Boric, le guste o no les guste a los parlamentarios», denuncia Toro.

En la inminente conformación final de la mesa que ha sido negociada, los parlamentarios estarían considerados con tres vicepresidencias (Daniella Cicardini, Alfonso De Urresti y Leonardo Soto), lo que los dejaría conformes por el momento. Sin embargo, desde el Comité asumen que el principal bloque opositor a Vodanovic operará desde el Congreso.