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Los 100 días de Gabriel Boric: La autoevaluación de los partidos oficialistas

Por: Talía Llanos Sebastián Reyes y Joaquín Castro | Publicado: 18.06.2022
Los 100 días de Gabriel Boric: La autoevaluación de los partidos oficialistas Partidos oficialistas | El Desconcierto
El Desconcierto rastreó la autoevaluación que hacen los ocho partidos del oficialismo de los primeros 100 días de gobierno. Para varios de sus dirigentes, hay harto que destacar, como el rol de figuras como Camila Vallejo, Mario Marcel o el propio Presidente Gabriel Boric. Sin embargo, también asumen errores y asignan responsabilidades.

Después de un comienzo agitado, rodeado de polémicas que derivaron en una instalación compleja, el Presidente Gabriel Boric, junto a su administración, cumplen 100 días al mando del país. Desde las propias coaliciones oficialistas hacen un balance positivo de los primeros meses del magallánico, relevando la agenda que se ha podido llevar adelante, pese a los tropiezos iniciales.

El PS, la columna vertebral del gobierno

El Partido Socialista (PS) se ha convertido en la colectividad eje del gobierno, nutriendo su gabinete con importantes representantes en Hacienda (Mario Marcel), Relaciones Exteriores (Antonia Urrejola), Defensa (Maya Fernández), Vivienda (Carlos Montes) y la subsecretaria de Interior (Manuel Monsalve).

Durante estos primeros 100 días, el partido tuvo elecciones y arribó una nueva mesa nacional comandada por Paulina Vodanovic. El cambio fue importante porque con la salida de Álvaro Elizalde, la dirección de la tienda socialista salió del Congreso y se le bajó el volumen a las críticas que surgían desde sus bancadas al Ejecutivo y los constituyentes.

Para Nicole Cardoch, vicepresidenta de la nueva directiva, el punto más fuerte que ha mostrado el gobierno en su primer trimestre es “el gran liderazgo del Presidente Gabriel Boric”. Asimismo, ve con buenos ojos el desempeño comunicacional de Camila Vallejo, la ministra vocera.

Sin embargo, también reconoce varios puntos débiles, como el conflicto en La Araucanía y “la dificultad, en términos de seguridad pública, de tratar de ordenar el discurso de las medidas profundas y necesarias a realizar, y aquellas de efectos inmediatos”.

En esa línea, plantea que las prioridades del gobierno a partir de ahora deben ser «la seguridad y orden público, el manejo de la pandemia y el éxito del proceso constituyente». Sobre este segundo punto, apunta a la comunicación de riesgo de la ministra de Salud, Begoña Yarza. «Tiene posibilidades de enfrentarla mejor», subraya Cardoch.

Paulina Vodanovic, nueva presidenta del PS. Foto: Agencia UNO

El PC, el contrapeso ideológico

El Partido Comunista (PC) ha mostrado talento para ser un contrapeso frente a la influencia de la ex Concertación en el gobierno. En su abanico tiene a ministros muy bien evaluados como Camila Vallejo (Segegob), Jeannette Jara (Trabajo) y Flavio Salazar (Ciencia).

Además, el gobierno puede contar con uno de sus alfiles más leales en el Congreso: Karol Cariola, diputada y una de las integrantes más influyentes del Comité Central del PC. En diálogo con El Desconcierto, la legisladora comunista reconoce que han sido días «muy complejos», pero también destaca «aciertos políticos».

En ese contexto, resalta el rol que jugó la Cuenta Pública, que permitió marcar una hoja de ruta para los partidos oficialistas, dejando delineadas reformas claves en materia previsional, de salud y tributaria. Al mismo tiempo, despejó la idea de que esta administración era un «gobierno de improvisación».

Sobre los flancos del gobierno, Cariola insta a los ministros a que jueguen «un rol más destacado en la contingencia nacional, más activo, más allá de sus carteras». A su juicio, esto permitiría «sostener y respaldar al Presidente de la República y la gestión del gobierno en términos generales».

En el futuro, la diputada espera que se pueda llegar a acuerdo con otras fuerzas políticas, tanto para la agenda legislativa como para el proceso constituyente. “Estamos ad portas a que se dé inicio al proceso de campaña, se están levantando los comandos. El 4 de septiembre vamos a tener un plebiscito que va a marcar el destino de Chile por los próximos 30 años, y eso tiene que ser una preocupación fundamental para el gobierno”, remarca.

Karol Cariola, una de las aliadas clave del gobierno en el Congreso. Foto: Agencia UNO

Convergencia Social, el partido del Presidente

Convergencia Social (CS) tiene militantes en puestos claves del Gobierno, como Economía (Nicolás Grau), Mujer (Antonia Orellana), Justicia (Marcela Ríos) y el propio Presidente, Gabriel Boric. Sin embargo, al igual que otros partidos del Frente Amplio, ha visto mermada su influencia por la poca incidencia de sus vocerías. De hecho, la presidenta del partido, Alondra Arellano, permanece suspendida de sus funciones desde las elecciones parlamentarias.

La vocera e integrante del Comité Político del partido, Ximena Peralta, hace un primer examen sobre el actual momento del gobierno: “Ha logrado representar con fuerza las enormes expectativas de cambio que hoy tiene la mayoría del país”.

A su juicio, la administración de Boric está enfrentando “problemas estructurales” que “han sido largamente postergados en gobiernos anteriores”. En ese contexto, destaca “el alza histórica del sueldo mínimo y el anuncio de que prontamente se ingresan las reformas a la salud, pensiones y tributaria”.

No obstante, reconoce que al Presidente le han tocado «circunstancias bastante adversas, como la crisis económica y sanitaria, un Congreso fragmentado, una oposición implacable desde el comienzo». También asume que ha costado la «instalación territorial del gobierno, porque muchos presupuestos anuales fueron ejecutados en inmensos porcentajes antes de marzo».

Para Peralta, una de las prioridades del gobierno es avanzar en la construcción de un «Estado social y democrático de derechos, que muestre logros concretos en pos de una verdadera igualdad de las mujeres y que se tomen medidas que nos permitan transitar gradualmente a un modelo de desarrollo que sea más justo, inclusivo y responsable con el medio de ambiente».

El papel de Revolución Democrática

En comparación a los otros tres partidos, el rol de Revolución Democrática (RD) en el gobierno está en una segunda línea, pese a que tienen militantes en carteras claves como la Secretaría General de Presidencia (Giorgio Jackson) y Educación (Marco Antonio Ávila).

La presidenta de RD, Margarita Portuguez, plantea que en estos 100 días el gobierno «llegó rápidamente a abordar los problemas más urgentes de la ciudadanía», tras recibir «un Estado crítico en muchas materias».

En esa línea, resalta la figura del Presidente Gabriel Boric y de un gabinete compuesto por gente que se ha mostrado «comprometida con un proyecto de transformaciones (…) llevando adelante, desde su espacio, con mayor o menor avance según permiten las posibilidades».

En esa línea, plantea como gran desafío la reforma tributaria que se anunciará a fines de junio. «Es una herramienta fundamental para llevar adelante los cambios con los que nos comprometimos como gobierno», puntualiza.

El PPD en la frontera

El Partido Por la Democracia (PPD), al igual que el PS, carga consigo la herencia de la ex Concertación al interior del gobierno. Si bien tienen solo una representante en el gabinete —Jeanette Vega en Desarrollo Social—, su peso aumenta en el Congreso, donde cuentan con cuatro senadores y siete diputados, entre ellos, el presidente de la Cámara, Raúl Soto.

Al hacer un análisis de los primeros 100 días del gobierno, el secretario general de la colectividad, José Toro, destaca la Cuenta Pública como un momento que permitió iniciar «una ruta mucho más clara, que ordenó el trabajo y compromiso que se viene por delante».

También asume que los problemas de seguridad pública «son temas que han entorpecido el despliegue adecuado del gobierno y lo saca de su foco principal (…) fueron escenarios que no fueron sopesados adecuadamente, a mi juicio, antes de la instalación».

Asimismo, enfatiza que hay figuras en deudas dentro del gabinete, como Izkia Siches y Giorgio Jackson. Sobre este último, asegura que «muchos parlamentarios extrañan de él una mayor presencia y mayor capacidad de articulación».

De todas maneras, destaca la influencia en el gobierno de Mario Marcel y del propio Gabriel Boric. «En sus hombros y capital político ha descansado mayormente la gestión en estos primeros meses», concluye.

Comunes en busca de la redención

En estos últimos meses, Comunes ha batallado por sacudirse del caso Karina Oliva. Tienen un pequeño capital en el gobierno y en el Congreso que quieren cuidar. También realizaron elecciones para renovar su directiva y darle aire fresco al partido.

Su presidente, Marco Velarde, evalúa positivamente los pasos que ha dado el gobierno desde la Cuenta Pública. A su juicio, desde ese día, la administración de Boric recobró “toda la épica movilizadora que nos trajo al gobierno”.

También resalta la “capacidad para adaptarse a un contexto social y económico complejo, enfrentar el asedio permanente de la derecha y oportunismos de distinto tipo, sin dejar de lado sus compromisos programáticos, que ya han ido avanzando, como el acuerdo de Escazú y el aumento del sueldo mínimo”.

Para el dirigente, existe un desafío en «construir mayores grados de unidad política dentro de la coalición de gobierno» y llama la atención que haya partidos oficialistas que aún no se suman a la campaña del Apruebo por «tensiones internas o defensas corporativas».

Marco Velarde, el nuevo presidente de Comunes. Foto: Agencia UNO

La FRVS, la otra cara de Chile Digno

La alianza con el PC le ha traído réditos a la Federación Regionalista Verde Social (FRVS). Es un partido minoritario dentro del gobierno y, salvo la resistencia inicial que mostraron al cuadrarse con un nuevo retiro del 10%, se han mostrado como un partido alineado con los preceptos del Ejecutivo.

El presidente de la colectividad, Jaime Mulet, resalta que en estos 100 días la administración Boric «ha hecho carne un cambio cultural trascendental, con la instalación de un gobierno paritario e inclusivo de veras, partiendo por el gabinete, incluidas empresas del Estado, delegaciones, seremis, embajadas, asesores y la manifestación clara de voluntad de achicar también las brechas económicas y sociales, por ejemplo con el aumento, más alto en 25 años del Ingreso Mínimo».

Por otro lado, considera que los problemas de la instalación y la demora en la ocupación de muchos espacios ha sido el punto más débil, que ha «ralentizado la ejecución de sus políticas».

Pese a ello, destaca la figura de Gabriel Boric, cuyo rol califica de «impecable». También la vocería de Camila Vallejo y del único militante de la FRVS en el gabinete, Esteban Valenzuela, al mando del Ministerio de Agricultura.

Partido Liberal, el hermano chico de Socialismo Democrático

Tras su salida del Frente Amplio, quedó cierta sensación de orfandad en el Partido Liberal (PL) quienes terminaron apoyando inicialmente la candidatura de Paula Narváez en las primarias de la ex Concertación.

Sin embargo, sus nexos con el conglomerado le permitieron desembarcar en el gobierno y congeniar sin mayores problemas con sus preceptos. Dicho vínculo fue encarnado principalmente en la figura de Juan Carlos García, ministro de Obras Públicas y vicepresidente de la colectividad.

Patricio Morales, presidente del Partido Liberal, interpreta logros importantes como el salario mínimo como un pacto transversal entre empresarios, trabajadores y el Estado. «Este es un sello del gobierno: van a buscar no reformas, sino pactos, y creo que en lo tributario va a ser lo mismo», puntualiza.

Sin embargo, cuestiona»la incapacidad de Apruebo Dignidad de ver que para llevar adelante reformas estructurales se necesita garantizar la seguridad y la economía».

A su juicio, la coalición está «amarrando de manos al Presidente. Las votaciones como la del Estado de Excepción, o en general, la forma de no apoyar la política del gobierno para relacionarse con las policías, respecto del crimen organizado y el narcotráfico, habla de una cierta incapacidad de gobernar».

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