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Tsunami Republicano: Así se reordenó el escenario político tras la elección, según expertos

Por: Camilo Espinoza | Publicado: 07.05.2023
Tsunami Republicano: Así se reordenó el escenario político tras la elección, según expertos Republicanos en su comando al finalizar conteo de votos | Foto: Agencia UNO
La marejada republicana arrasó con todo a su paso. No solo ganaron mucho poder dentro del proceso constituyente, sino que se convirtieron en el partido líder de la oposición. Pero ojo con estos resultados, dicen especialistas, porque puede ser «un arma de doble filo».

Un verdadero tsunami de Republicanos terminó inundando el Consejo Constitucional. De los 50 miembros, 23 serán integrantes de la colectividad encabezada por José Antonio Kast, consiguiendo no solo poder de veto al interior del órgano, sino también consolidándose como la principal fuerza de oposición en el escenario político.

Hubo sondeos de opinión que lo advertían, pero ninguno con esta magnitud. ¿Qué explica esta marejada ultraderechista y cómo logró reordenar el actual mapa político?

Gonzalo Espinoza Bianchini, investigador UDP y del Núcleo Milenio para el estudio de Medios, Política y Opinión Pública (Mepop), sostiene que el factor más determinante es que «esta elección se votó como un plebiscito hacia el desempeño del gobierno y no como una elección para elegir una Consejo para escribir la Constitución».

«Al ver esto desde esta perspectiva, no sería tan descabellado el resultado de la votación. En especial porque el Partido Republicano es le partido que más oposición realiza hacia el gobierno. Es lógico que un voto anti-gobierno se haya concentrado en ellos. Claramente los problemas que ha tenido el Ejecutivo con la agenda de seguridad y económica le facilitaron el trabajo», añade.

En la misma línea, Stéphanie Alenda, investigadora franco-chilena y directora de investigación de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales UNAB, sostiene que los resultados se explican por varios factores, como «el auge de las derechas radicales» a nivel mundial, la «incapacidad de las elites tradicionales de encauzar y ofrecer soluciones concretas a la sociedad» y el «debilitamiento» de la centro derecha tradicional en Chile, especialmente la UDI, que adoptó una posición «más dialogante» con el gobierno y «alejó a su electorado más duro».

La euforia de José Antonio Kast tras el triunfo de Republicanos. Foto: Agencia UNO

Pero también que en esta coyuntura se juntaron «una serie de problemas apremiantes que preocupan y afectan directamente a las personas: Inseguridad, delincuencia, narcotráfico en los barrios populares, la crisis migratoria en el norte del país, la situación en el sur, la inflación, la percepción de un país estancado o en retroceso, la salud. Desde el inicio, José Antonio Kast fue quien más fustigó al gobierno por su mala gestión de estos problemas. Y volvió hace poco a reiterar, asumiendo una posición de presidenciable, que “Chile ha derrotado a un gobierno fracasado”».

A eso se agrega el desapego que generó este proceso constitucional en la gente. «La gente terminó convirtiendo esta elección en un plebiscito al gobierno, y pudo expresar su disconformidad votando Republicanos«, puntualiza.

Y ahora… ¿Quién negociará con quién?

Esta elección ofrece un nuevo escenario de correlación de fuerzas que repercutirá, en primera instancia, al interior del proceso constitucional. Gonzalo Espinoza adelanta que «la primera negociación se producirá en la Comisión de Expertos. Si este órgano no le da el favor a las ideas de Republicanos, el partido vencedor puede rechazar el borrador y comenzar a escribir la Constitución desde una hoja en blanco».

«De ahí, las negociaciones se darán lógicamente con los partidos de Chile Vamos. En general, se podría ver que esas conversaciones serán llevadas por el Partido Republicano y yo no creo que Chile Seguro se oponga demasiado, en parte porque ahora van a radicalizar sus posturas por miedo a seguir perdiendo votos», subraya.

Stéphanie Alenda, por su parte, plantea dos escenarios posibles. Uno justamente es que se tiendan puentes entre Chile Vamos y Republicanos, lo que le plantea a la coalición de centro derecha el «desafío de permanecer unida», considerando la resistencia que podría generar en los sectores más liberales, tal como ocurrió en 2021, cuando decidieron dar su apoyo a José Antonio Kast en la presidencial.

«Si esas negociaciones no prosperan, lo que me parece poco probable pues el Partido Republicano querrá aprovechar su triunfo para salir de la trinchera opositora y mostrar señales constructivas teniendo en cuenta el bajo porcentaje de chilenos que no quieren cambiar la Constitución, Chile Vamos podría intentar alianzas con los convencionales del oficialismo. Pero este segundo escenario muy poco probable», añade.

En cualquier caso, la investigadora enfatiza que finalmente «Chile Vamos tendrá entre sus manos la llave de los acuerdos y ocupa en este sentido una posición de bisagra en el nuevo órgano».

¿Se viene un ciclo electoral pro-republicano?

Después del plebiscito de salida que habrá en diciembre, se viene un nuevo ciclo electoral que comenzará con las municipales 2024 y terminará con la presidencial del 2025.

¿Será todo para Republicanos? Stéphanie Alenda llama a no sacar «conclusiones apresuradas» a partir de estos resultados.

A su juicio, esta elección «pone en evidencia el nivel de descontento o indignación social que existe en el país, lo que hay que tomar en serio. Pero lo que se ganó es una elección para terminar de dar cauce a un proceso constituyente durante un tiempo acotado. Chile Vamos sigue teniendo un peso electoral mayor al de Republicanos en cantidad de parlamentarios, alcaldes y concejales electos».

Gonzalo Espinoza, por su parte, le da más peso a estos resultados. Para él, se sienta un «precedente importante» porque evidencia «el declive de la izquierda» que no supo aprovechar el impulso que le otorgó el estallido social. Este fenómeno es especialmente acentuado para los partidos de la ex Concertación.

Las caras largas de Chile Vamos. Foto: Agencia UNO

«Otro complicado es Chile Vamos. La votación de Republicanos debe ser sí o sí un llamado de atención a las cúpulas de los partidos de derecha. Probablemente, querrán incentivar aún más la unión de los partidos en un Partido Popular, para poder competir contra Republicanos», añade.

Sin embargo, el académico advierte que Republicanos tiene un «arma de doble filo», ya que pueden «emborracharse» con el resultado, tal como ocurrió con los convencionales independientes de izquierda en la Convención. «El problema es que Republicanos puede estar consolidando una votación de protesta hacia otros partidos, sumando por ejemplo votos del Partido de la Gente, que cayó de forma considerable. Si se confían pueden tener una caída importante en las siguientes elecciones», subraya.

En cuanto a los partidos oficialistas, puntualiza que el PS sale «fortalecido», ya que demuestra que fue una buena decisión no ir en la misma lista con el PPD. En esa línea, Espinoza no ve como algo «descabellado» que comience a rondar la idea de formar un partido único de izquierda, que le pueda hacer el peso a Republicanos.

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