¡Haz que se vea como nuevo!: 4 consejos para cuidar tu sofa

El sofa es un elemento clave en la decoración de tu sala de estar o living. Además de ser funcional y cómodo, con el tiempo se gana el cariño de todos. De hecho, para muchos, su sofa tiene un valor emocional incalculable. 

No obstante, hay que reconocer que el tiempo le va pasando factura y, si no se mantiene debidamente, se irá deteriorando hasta que llegue el momento de reemplazarlo. ¿Cómo extender la vida útil de tu preciado sofa y mantenerlo como nuevo más tiempo? Descúbrelo a continuación.

Cómo mantener limpio tu sofa

1. Evita que la suciedad se acumule

Es ideal que limpies de forma continua tu sofa, en lugar de esperar a que acumule polvo, manchas y mugre antes de lavarlo. En este sentido, si dispones de una aspiradora que cuente con un accesorio para tapicería, podrás aspirar todos sus extremos. El objetivo es mantenerlo libre de toda esa suciedad que poco a poco va acumulándose y deteriorando su belleza y textura.

Además, la limpieza de tus muebles tiene un impacto en la calidad del aire de tu hogar, especialmente cuando están elaborados en tapicería de tela. Desde polvo, bacterias y ácaros, hasta otro tipo de alérgenos podrían estar afectando a toda la familia con un efecto acumulativo.

2. Elimina cuanto antes las manchas

Cuanto más fresca esté, más sencillo será eliminar esa mancha. Si tu sofa está tapizado en tela o piel, y ha sufrido un derrame accidental, procura actuar con rapidez. Para ello, mantén siempre en casa papel absorbente o un trapo hecho con tela de algodón que puedas humedecer. La idea es eliminar la suciedad y evitar que esta se extienda. Además, procura que cualquier producto que utilices, no acabe maltratando el material del mueble.

Por otra parte, puede que tengas un sofa de cuero o eco cuero. Aunque en este caso puede que no sufra daños ante ciertos líquidos, es vulnerable a manchas difíciles, como las de tinta. En estos casos, si la mancha está fresca aún, puedes utilizar cinta de pintor para extraerla de la superficie. Luego, usa un bastoncillo de algodón con alcohol para retirar delicadamente el resto de tinta. Finalmente, usa jabón neutro con agua, o algún producto especial para eliminar cualquier rastro de la tinta.

3. Protégelo de la suciedad

Usar una funda protectora puede ser lo más sencillo y práctico para mantener impecable tu sofa. Esto puede ser especialmente útil en el caso de los muebles de tela o piel. No obstante, debes cuidar que este cobertor no opaque la belleza de tu mueble. Algunas fundas son elásticas, mientras que otras sencillamente cubren las partes más vulnerables del sofa.

Sin embargo, en el caso de los muebles de cuero o similares, existen productos diseñados para impermeabilizar y proteger la superficie. En este sentido, se recomienda aplicarlos con la frecuencia que recomiende el fabricante.

4. Hidrata tu sofa de cuero y conserva su elasticidad

Para evitar que el cuero se reseque, agriete y pierda esa elasticidad y suavidad tan agradables, es necesario hidratarlo. Para ello, puedes aplicar alguna solución diseñada con este fin. En realidad, este proceso se realiza con poca frecuencia según recomendaciones del fabricante, pero los resultados hacen que valga la pena. 

Si no sabes qué producto usar para hidratar la tapicería, asesórate con un profesional antes de inclinarte por alguna solución. De este modo, escogerás la mejor opción para cuidar el material de tu sofa, sin que pierda sus preciadas características. 

Como alternativa, algunas personas optan por preparar soluciones de aceite de linaza (2 partes) y vinagre blanco (1 parte) para hidratar el cuero de sus sofas.

Si mantienes suave, limpio y confortable tu sofa, este te lo retribuirá con largas horas de comodidad y descanso, durante mucho más tiempo.