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El 11 de «Mi amigo Alexis»

Publicado: 01.12.2019

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Existen un montón de circunstancias que no se ven dentro de los 90 minutos de un partido de fútbol, y son aquellas las que, en muchos casos, definen a quienes logran dedicarse a la compleja actividad de convertirse en futbolista profesional. Por lo tanto, y aunque pasen algo desapercibidas, bien vale la pena registrarlas. El siguiente es un listado de 11 puntos que exponen elementos que, al igual que en el trámite de la película «Mi Amigo Alexis» –la película no biográfica de Alexis Sánchez, tienden a quedar fuera del radar de los que gustamos del balompié.

  1. La necesidad de algunos (no pocos) padres en proyectar sus anhelos en sus hij@s, llevándoles incluso al abandono del juego.
  2. La “pitutocracia” que es bien (re)conocida y lamentablemente efectiva. Tanto así, que en el medio también genera desconfianza y negatividad respecto a tu propio talento, haciéndote creer que no tendrás oportunidad pese al sacrificio sobre los apitutados.
  3. Algo pésimo: el prejuicio en el que se ubica a los barrios populares como los de Recoleta en tanto a la delincuencia. Esto no debe haberle agradado mucho al alcalde Daniel Jadue (y eso que hubo participación de la municipalidad en el rodaje).
  4. Los amigos del futbolista. “El Pérkin” y “El Chinchilla” son personajes bastante interesantes de analizar y de introducir bajo la visualización que propuso la película. En la realidad cumplen roles bastante misteriosos y que tienden, por sobre todo, a la especulación.
  5. La violencia psicológica y todo el universo de presiones a los que se los somete a niñ@s con talento en un deporte, sobre todo, en el fútbol. Por el lado de los niños, la exigencia y el peso de conducir a la familia a un mejor pasar. Y de lado de las niñas (cada vez menos), el machismo.
  6. El menosprecio y menoscabo de la felicidad como motor de ilusión y deseo de alcanzar los sueños. La sociedad evidentemente te impulsa a conseguir tus logros pensando en el porvenir y no en que es lo que te hace feliz, atribuyéndole una relación directa que no necesariamente es tal.
  7. La educación como herramienta fundamental en el desarrollo de un deportista. No como posible línea de crédito en caso de fracasar deportivamente, sino como elemento constitutivo primordial. No se debe sostener más el discurso de “estudia, porque si te va mal tienes que hacer algo…”.
  8. La desconexión de padres y madres que no están alerta a los intereses, talentos y sentimientos de sus hij@s. En tiempos de conexión digital soberana, la distancia con la conexión emocional es abismal.
  9. La soledad en la que viven l@s futbolistas. Quizás fue un elemento de doble lectura o algo «a propósito» de la producción (no lo sé), pero da cuenta de la vida que lleva un(a) futbolista pese a estar en su propio país. Acompañado únicamente (si es que) por sus mascotas o de los amigos.
  10. La nutrición del deportista. Pasó medio desapercibido, pero “el pan de Alexis” que no le gustó al protagonista, era en base a miel y mostaza que destacan por sus propiedades (K+, Ca++, proteínas, antioxidantes, antibacterianos, precursores de la recuperación, etc). Además de que el sándwich tendría todas y más de las propiedades descritas, su aporte calórico sería de aprox. 210-220 kcal. Lo que constituye un 50% aprox. de lo que se debiese considerar para tal hora de la comida. Respecto a la crítica del “sándwich de Alexis”, por Tito y El Chinchilla, bueno, no siempre los deportistas de élite comen lo que les gusta.
  11. El entrenamiento invisible. El sueño, la nutrición, los buenos hábitos, e incluso los ejercicios complementarios que mantienen al deportista enfocado y próximo al alto rendimiento.

 

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