Bárbara Gaete, Arteterapia U.Chile: “La relación con los estudiantes es fundamental”

¿De qué manera el postítulo en Arte Terapia U.Chile se desarrolló durante el año 2021?

Al inicio de la pandemia el postítulo tuvo un cambio bien potente en cuanto a su formato. Nosotros trabajábamos con clases presenciales de martes a jueves, de 18:00 a 21:00 horas y cuando entendimos que no podíamos estar de manera presencial, optamos rápidamente por cambiarnos a lo remoto. Fue una decisión bien compleja, pensamos que podíamos perder harto. La verdad es que para nosotros fue una sorpresa encontrarnos con que los alumnos agradecieron mucho el formato. En este período ha predominado la formación, los contenidos y la experiencia que cada uno tiene por sobre el temor. Para nosotros fue algo bastante lindo, bueno y potente, los alumnos aún lo agradecen. Hay algo que pasa en esta formación. Hay una delgada línea entre ser alumno y ser alguien que participa en un espacio terapéutico y eso sirvió demasiado para quienes hemos transitado por la pandemia. Todas las inseguridades, las angustias, este mirar un poquito la realidad con ejercicios terapéuticos, hizo que a la larga los y las estudiantes se sintieran acompañados. A mi me tocó una de las ultimas clases en donde el curso estaba conmovido. Uno a veces viene por algo completamente académico y teórico, pero nosotros tenemos un fuerte componente experiencial, no se comprende la teoría aislada de la persona… es una teoría encarnada. Fue dificil, fue difícil incluso tomar la decisión de continuar, sin embargo, este espacio ha permitido un tremendo contacto de las personas consigo mismas y con un nivel de reflexión mayor.

¿Qué fue lo que el programa descubrió a partir de esta modalidad?

De algún modo, el costo que se tuvo que pagar fue la presencialidad, estar presente, también compartir. A los profesores también nos costó el dejar de percibir el lenguaje no verbal en su totalidad. Hay un arte que se ejecuta con el cuerpo, hay un cuerpo presente en la medida que se hace arte, hay una gestualidad… Eso fue lo complejo, eso estaba perdiéndose en todos lados, también teníamos que ser realistas. Buscamos a como dé lugar no perder la sensibilidad. Y algo yo creo que aún se sigue agradeciendo es que mucha gente no tuvo que vivir en Santiago para que pudiera hacer este postítulo. Nosotros, actualmente, tenemos alumnos de Ovalle, Antofagasta, Valparaíso entre otras ciudades. Ese hallazgo nos permitió, de algún modo, ampliar nuestra formación hacia otros territorios… eso también es enriquecedor, no solamente para los alumnos sino que para el programa completo.

En atención a eso, ¿Cómo evalúas el cómo se ha desarrollado el Arte Terapia en pandemia?

En mi experiencia como arte terapeuta algo que nos regaló este tiempo fue el poder atender a personas que tenían movilidad reducida desde sus hogares. Antes ya era complejo, lo conversaba con una colega que trabaja en una institución donde van jóvenes que tienen parálisis cerebral, imagínate solo hacer el movimiento de tomar un vehículo, mover la silla de ruedas…. Este formato, que sabemos que está desde antes, no lo usábamos, no confiábamos, pero no había otra alternativa, la necesidad es real, es necesario concectarse con el otro, compartir con el otro. Cuando nos abrimos a esa posibilidad, pudimos acompañar mucho a personas de poca movilidad, a personas que son de mayor riesgo, poblaciones de riesgo… fue un hallazgo. En este sentido, tengo la impresión de que no se volverá atrás, la hibridación entre presencial y virtual será un camino.

¿Qué desafíos se le vienen al postítulo en Arte Terapia para el 2022?

Sin duda seguir explorando y mantener este nuevo formato que descubrimos. Hemos tenido muchos postulantes de regiones. En un momento fue obligatorio situarnos en este contexto, pero evaluar las posibilidades que nos regalaba esta modalidad fue lo que nos permitió ahora decir que la calidad sigue siendo la misma, los profesores, el grupo humano… ya llevamos 3 grupos que han cursado el postítulo en esta modalidad  y ha resultado muy enriquecedor. Sabemos que es algo que tenemos que ir evaluando. Este año 2022 nos mantendremos en modalidad virtual precisamente para abrirnos a otros territorios. Claramente hay actividades presenciales que sí se van a hacer, pero serán agendadas con mucho tiempo de anticipación para que cada uno pueda ir resolviendo cómo poder participar. Nosotros tenemos esta la idea de lo relacional en todo momento, nosotros tenemos relación con nuestros alumnos y es fundamental.

¿Cuáles son aquellos conocimientos, habilidades o competencias que podría desarrollar un o una postulante al estudiar este programa?

Las competencias que desarrollan en el programa son bastantes variadas. Yo creo que uno de los principales aprendizajes es que el arte va más allá de lo estético. El arte es un lenguaje. Cuando nosotros ocupamos ese lenguaje dentro de la terapia es para expresar cosas que van en busca de uno mismo, desde esa identidad… re-estrucurándola y pensándola en compañía del terapeuta. Un estudiante profundizará en ese lenguaje no verbal, observará sus fundamentos, su historia. Podrá entender las distintas formas que hay de trabajar, porque el arte terapia tiene una amplitud que es bien potente. El arte terapia se puede trabajar como una psicoterapia a través del arte, se puede trabajar desde las áreas sociales, se puede trabajar desde la educación… el alcance que tiene es enorme y, por lo mismo, nos cuesta mucho esto de definir los márgenes o los límites, hacer una definición única de lo que es al arte terapia es muy complejo. Tratamos que nadie se olvide de su pregrado, ósea muchos vienen desde la educación, les decimos que mantengan en vista eso, cómo aplicarían esto en el área educativa, los que vienen desde la psicología y son psicológos o psicoterapeutas, también les pedimos que no dejen de lado esto, sino que más bien integren e incorporen. Yo creo que esa es la virtud que tiene este programa, que busca que cada uno en su diferencia logre integrar estos conceptos. Es una formación bien cercana.

¿Por qué el arte terapia se puede entender como una instancia emancipadora?

Porque es un lenguaje que es mucho más sensible. Partamos de la base de que nosotros, de algún modo, vamos adecuándonos en la medida en que nos vamos incorporando en distintos grupos humanos, culturales, vamos adecuándonos a esos espacios y, muchas veces, entregamos parte de lo que es nuestra identidad a ese espacio… Lo que pasa en el arte, es que el arte te exige, de algún modo, ser honesto, uno no puede falsear en el arte. En el arte terapia, que ocupa lenguajes para hablar de lo íntimo, inmediatamente salen imágenes que son muy propias, formas muy propias… nadie duda en que puede decir lo que quiere decir y puede romper un poquito con estas normas, con estas ideas prestablecidas de que uno debe ser de un modo o de otro. Pasa algo muy bonito, puedo encontrarme con un decir: no quiero hacer esto así, lo voy a hacer de otro modo, no me hace sentido y empieza a aparecer esa voz propia, porque uno está trabajando con lo sensible. Con eso estamos abriendo una puerta: no te tienes que adecuar, tú no tienes que ser lo que se debe o lo que se cree, se espera, de ti, sino que tú debes ser… el arte terapia permite la expresión y desde ahí comprendemos los procesos de emancipación, de decir no, yo quiero expresar lo que yo soy, con lo que vengo, con lo que tengo y no con lo que los demás quieren escuchar o lo que sería adecuado en X espacio. Entonces claro, tiene esa condición de llegar a ese lugar íntimo porque es sensible y el arte es sensible, cuesta hacer arte sin sensibilizarse… hay que dar ese espacio.

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