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CRÍTICA| «Centinelas de piedra»: Romanticismo ecológico que queda al debe

Por: Darwin Caris, crítico y librero | Publicado: 11.05.2021
CRÍTICA| «Centinelas de piedra»: Romanticismo ecológico que queda al debe |
El escenario natural de Rapa Nui es el terreno elegido por la autora para desarrollar una historia de amor que, en su estructura, recurre al clásico esquema de “pareja-dificultad-desencuentros-final feliz”, rutina dramática que sale mal parada en su resolución y en aspectos formales impresentables para una publicación profesional.

Con Centinelas de piedra, Carmen Pérez Meyer vuelve a la narrativa en una producción editorial, su tercera novela, repitiendo la fórmula de insertar sus historias en un marco escenográfico de ensueño. Un sello de la autora valdiviana que esta vez la lleva a Rapa Nui para contar la historia de amor de Victoria Carroza y Manuel Esnaola. La pareja protagonista, ambos científicos, deben sortear las dificultades que conlleva una relación conflictuada por los orígenes sociales y raciales (ella, de origen gitano y él miembro de una familia conservadora).

Con tintes naturalistas, donde la fuerza de la naturaleza hace lo suyo influyendo en las pasiones humanas, la corte de personajes que acompañan a Victoria y Manuel operan en bandos reconocibles como comparsas en el momento de las acciones dramáticas, siempre escenificadas por un mar indómito, una luna presente en los cielos rapanui, las arenas doradas de la isla, el calor del desierto de Atacama y las lluvias persistentes del sur de Chile.

En su extenso trabajo, la autora se da permiso para incorporar datos históricos y de la naturaleza endémica de la isla que aportan informaciones importantes para la investigación que lleva a cabo el personaje de Manuel, pero el uso excesivo del dato, junto con un abuso en la utilización del adjetivo calificativo hacen que estas incursiones pedagogizantes de Pérez Meyer se lean como forzadas y mecánicas. 

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Con una estructura clásica, la resolución de los conflictos de la pareja, agravados por las enemistades sociales y raciales, cuestiones medioambientales y jurídicas luego de un incidente grave por el que atraviesa Manuel y que condiciona su relación sentimental y sus logros profesionales, podemos concluir que se replican aspectos propios de la estructura de la literatura clásica en lo referido al esquema del viaje del héroe que, echando mano a la fuerza interior, resuelve situaciones con osadas consecuencias. 

Esta novela sobre ecologismos y rescates de tradiciones –la rapanui y gitana– pierde interés por cuestiones formales que no pueden permitirse en estos momentos en que el mercado editorial exige calidad para circular ante los públicos. Fallas por una deficiente corrección de estilo que se manifiestan en errores de puntuación y sintaxis, que no podemos atribuirle a la autora sino a su equipo editorial son sombras negras que eclipsan el trabajo de la narradora: “No supo en qué momento Victoria entabló un dialogo con una mujer que apareció de la nada”. (p.86). “(…) subirle la nota a un proyecto financiado por la Facultad de Biólogía Marina (…)”. (p.327).

Estas imprecisiones hablan de la necesidad del equipo de HB Editores de mejorar en aspectos cruciales y que perjudican a Carmen Pérez Meyer, pues ella es una buena contadora de historias, sabe situar personajes y conflictos, amarrando nudos para elaborar finales felices como resoluciones a sus historias románticas. Las decisiones editoriales van más allá de publicar a autores y “colocar” los ejemplares para la venta en librerías, deben también perfilar una identidad autoral, de colecciones, de un “sello” distintivo, de apoyo a quienes publica, elementos que acá escasean y que hacen que Centinelas de piedra navegue por los mares convulsos de un deficiente trabajo de edición.

Centinelas de piedra

Carmen Pérez Meyer

HB Editores, 2021

372 páginas

Precio de referencia: $20.700

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