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Novela conspiranoica de marcado sesgo machista: «Próximos días» de Francisco Ortega

Por: Belén Ramírez, licenciada en Literatura | Publicado: 24.09.2021
Novela conspiranoica de marcado sesgo machista: «Próximos días» de Francisco Ortega Francisco Ortega, Próximos días |
CRÍTICA| Al estar enmarcada en una época contemporánea, la novela intenta tocar todos los temas contingentes: el feminismo, la lucha de clases, la lucha de ideologías políticas en los diferentes sectores de la sociedad, la pérdida de fe en la religión y la revolución social. Por su extensión y ligereza, estas temáticas son solamente mencionadas sin profundizar en ellas.

Sin duda, leer la novela Próximos días (Zig-Zag, 2021) del escritor chileno Francisco Ortega, hace revivir muchas de nuestras propias experiencias en estos últimos tres años, desde el estallido social hasta la llegada de la pandemia del COVID-19 a nuestro país. Se puede sentir que estamos ahí, porque, realmente estamos en ese presente, lo que permite conectar con los personajes y la historia, que, sin embargo, pronto va dejando atrás todo lo realistamente conocido.

Próximos días va más allá del mero hecho de plasmar un momento actual. Nos muestra todas las problemáticas que a nivel de sociedad hemos enfrentado: cambios sociales, culturales, políticos y económicos, pero le suma otras, que desde la ciencia ficción mantienen la lectura en tensión hasta el final. Algo que hace muy bien el autor, como en un clásico thriller juega con el suspenso a través de la dosificación de la información. Muchos de los capítulos terminan sin concluir, generando ansiedad por saber qué va a suceder.

De todas las teorías conspirativas o conspiranoicas que han surgido en este intenso periodo de tiempo, Próximos días es la que más lejos llega, transportándonos en el tiempo a una realidad distópica que atraviesa todos los límites. La idea de que vivimos una simulación en donde no somos nada más que un eslabón, una herramienta útil, para el propósito mayor en manos de la ciencia futurista de salvar a la humanidad de la extinción.

La novela cuenta los extraños acontecimientos que vive una familia de clase media alta de la comuna de Providencia, después de dos años del fin de la pandemia de COVID-19 en la voz de Alberto, esposo de Leticia y padre de dos hijos pequeños. Cada capítulo lleva numerado cada día desde el primero de los hechos anormales que ocurren en Santiago de Chile, dando forma a un relato unitario y lineal, que avanza a medida se descubren las razones del quiebre de la normalidad en la ciudad.

Mediante la narración en primera persona de la voz masculina de Alberto, conocemos la relación de este con Leticia que desde un comienzo no es buena. La voz da cuenta de los rasgos temperamentales de cada personaje que construyen finalmente el escenario de la novela a través de un lenguaje coloquial y una prosa ligera, fácil de comprender, con frases cortas propias del habla cotidiana chilena de la clase representada, en la que, además, escasean las descripciones de ambiente y predomina el diálogo.

Histérica, nerviosa, exagerada, rabiosa, insegura, celosa

Alberto es el típico hombre poco involucrado en su rol de esposo y padre, que actúa condescendientemente con su esposa que aunque dice amar mucho la presenta como una mujer histérica, nerviosa, miedosa, exagerada, rabiosa, insegura, desconfiada, celosa, entre otros rasgos similares, los cuales excusa en el estrés profesional de Leticia y no en su actitud pasiva frente a ella, el hogar y los hijos.

Estos rasgos de Leticia son afirmados por Jaime, el hermano de Alberto. Para ambos, ella es una mujer controladora que mantiene dominada a su pareja. Varios comentarios recorren la novela y afirman esta representación: «Pensé en que Leticia me habría retado por hacerle caso a un extraño en cosas de plata» (p. 16); «Leticia me disparó una mirada de reprobación» (p. 28); «Por un instante visualicé a mi mujer echándoseme encima, reclamando porque era un pésimo dueño de casa, […]» (p. 12). Por el contrario, él es un hombre protector, que actúa calmado, con cautela y sensatez, tratando siempre de apaciguar las aguas y contenerla a ella.

Tanto en el discurso del narrador como en el de los personajes se evidencia un marcado sesgo machista en la diferenciación establecida entre el género femenino y el masculino. Próximos días, en ese sentido deja en claro cuál es la manera masculina de ver a los distintos actores de la sociedad chilena, representando así el pulso de la época.

El conflicto principal de la novela es entender qué está ocurriendo en Santiago, y en ese contexto, son los hombres los protectores de la familia. Estos se encargan de escapar y salvar a las mujeres, hijos e hijas que están indefensos.

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Al estar enmarcada en una época contemporánea, la novela intenta tocar todos los temas contingentes: el feminismo, la lucha de clases, la lucha de ideologías políticas en los diferentes sectores de la sociedad, la pérdida de fe en la religión y la revolución social. Por su extensión y ligereza, estas temáticas son solamente mencionadas sin profundizar en ellas.

De este modo, el narrador muestra una realidad con todas sus aristas, la contempla, menciona y actúa. Advirtiéndose una clara posición religiosa atea y una inclinación política clasista que aúna ambos extremos en las voces de Alberto y Leticia, quienes en su discurso destacan la diferencia entre el sector de derecha e izquierda, junto con la separación de las comunas privilegiadas y las marginales.

De manera muy superficial, la novela, deja el mensaje de que la humanidad frente a las dificultades buscará preservarse sin importar los medios, porque el fin los justifica. En la ficción, las sociedades están bajo el dominio de las fuerzas económicas y de los poseedores del conocimiento, quienes ponen las leyes y manipulan a la sociedad para fines morales y éticamente «correctos». Ortega, en este sentido, lleva al extremo los miedos que circulan socialmente en este siglo.

La novela atrapa hasta el final y genera cierta ansiedad y miedo, su trama está bien construida. No obstante, en cuanto a los detalles ideológicos de fondo hay algunos que llaman la atención.

Por ejemplo, no hay resistencia femenina. Leticia existe solo desde los ojos de su esposo; no sabemos nada de ella más que lo que se revela en los diálogos. De esta forma, la mujer no tiene voz, y la que tiene es invalidada por la voz masculina. La voz que narra Próximos días, al ser masculina y de cierto sector político, da cuenta de los hechos desde esa perspectiva. No es casualidad que la familia representada sea de Providencia y que el tema de la mujer esté presente desde el comienzo hasta el desenlace del libro.

Esta crítica fue producida en el Diplomado de Periodismo Cultural, Crítica y Edición de Libros del Instituto de la Comunicación e Imagen, Universidad de Chile

Próximos días

Francisco Ortega

Zig-zag, 2021

152 páginas

Precio de referencia: $12.990

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