«Aventuras en el jardín»: ¿Cómo explicar la crisis climática a niños y niñas?

Aventuras en el jardín feliz (Ocholibros) cuenta la historia de Ariane, una niña que acaba de llegar a su nuevo hogar. En el patio encuentra nuevos amigos: una araña, un caracol, una abeja, un pajarito y las flores. Concebido para los más pequeños y en una presentación a todo color, la publicación pretende crear conciencia sobre el cuidado del medioambiente con entretenidas historias que se pueden disfrutar en familia. Conversamos con la periodista María Ignacia López, quien escribió los textos, y la diseñadora Francisca Múñoz, a cargo de las ilustraciones.

-¿Cómo concibieron el libro Aventuras en el jardín feliz y por qué decidieron centrar las historias en un jardín y sus pequeños habitantes?

Aventuras en el jardín feliz nació de una conversación que tuvimos sobre la crisis climática que enfrentamos como humanidad, lo feo que están las cosas en muchos lugares en el mundo y las próximas generaciones. En eso nos miramos y nos hicimos la pregunta: ¿cómo vamos a contarle a las próximas generaciones que el mundo en el que han nacido está viviendo una gran crisis climática?

Nos quedamos mirando y lo supimos inmediatamente, Fran en el arte y María Ignacia en la escritura. Unir nuestros talentos y crear un libro donde de manera educativa y amorosa podamos contarle a nuestros niños sobre lo qué está ocurriendo en el medio ambiente, la contaminación y motivarlos a tomar acción.
Decidimos centrar la historia en el jardín de una casa porque queremos mostrar que en cualquier lugar hay un ecosistema y que somos parte de él. Un pequeño insecto tiene un gran valor en el ciclo de la vida; quisimos empezar por ahí, por algo donde todas las personas puedan ver en sus propios hogares, ya sea en el patio o un pequeño balcón. Donde haya plantas habrá un ecosistema y somos parte de él.

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-¿Cuál es la importancia para ustedes de enseñar a apreciar y cuidar la naturaleza desde la primera infancia?

Es fundamental que los más pequeños sepan sobre la crisis climática que vivimos, lamentablemente son ellos quienes vivirán las peores consecuencias de esta situación. De hecho, un estudio que se publicó a fines de septiembre en la revista Science dice que los hijos nacidos durante el año 2020 enfrentarán el doble de sequías e incendios forestales, sumado a las inundaciones, y por ende, escasez de alimentos. Es imperativo que ellos sepan en qué mundo están creciendo porque son ellos quiénes nos darán la fuerza a los adultos para comenzar a actuar y crear los cambios que necesitamos como humanidad.

Creemos que los niños ya tienen la simpleza para ver y conectar con el cuidado y respeto hacia el mundo y la vida. Tendrán que aprender conceptos como ecosistema, residuos, contaminación, CO2, pero eso es técnico, lo aprenderán de todas formas. Lo importante es invitarles a observar esa naturaleza y que no es algo fuera de ellos, sino que somos naturaleza también. El cuidado y el respeto es desde adentro hacia
afuera. Finalmente serán ellos quienes motivarán a los adultos a cuidar y respetar la naturaleza, porque somos los adultos quienes nos hemos desconectados.

-¿Qué pueden contarnos sobre el proceso de ir buscando una relación entre texto
e ilustraciones de manera de seducir a los lectores más pequeños?

La creación de este libro fue bastante orgánica y sinérgica. Generalmente una escribía la historia y la enviaba a la otra sin comentario alguno, Fran hacía una propuesta de ilustraciones y diseño en base al texto y la mayoría de las veces coincidimos en la creación. También tuvimos que leer e investigar mucho sobre el tipo de letra, tamaño y forma de crear oraciones acorde a los niveles de lectura entre los seis y ocho años.