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CRÍTICA| «Distancia de rescate»: Una movida paralizante

Por: Viviana Azócar Mendoza, periodista y gestora cultural | Publicado: 27.12.2021
CRÍTICA| «Distancia de rescate»: Una movida paralizante | Críticia de «Distancia de rescate» por Viviana Azócar
«Distancia de Rescate» (2014) de la directora peruana Claudia Llosa no pretende aterrorizar. Desea que el miedo ocurra tras bambalinas, por el cerrojo de la puerta, en momentos de extrema belleza y horror para que el espectador apenas parpadee frente a la pantalla y las manos no le paren de sudar.

La historia con un zoom a primer plano comienza con una mujer agonizando en el suelo, absolutamente destruida, lejos de su hogar, llamada Amanda (Valverde). A su lado se encuentra un niño llamado David (Vodanovich), quien le está haciendo preguntas para que recuerde lo que le ha sucedido, mientras la cámara insistente sigue mostrando el terror de su rostro, a través de una fotografía de calidad y un silencio aterrador.

Distancia de rescate es una película de producción internacional entre Chile, España y los Estados Unidos, hablada en español y del género de drama, suspenso y terror dirigida por la aclamada cineasta peruana Claudia Llosa, basada en la novela del mismo nombre de la autora argentina Samanta Schweblin, obra publicada originalmente en el 2014.

Esta cinta, en la que Pablo Larraín, director chileno, tiene crédito como productor, cuenta con las actuaciones de María Valverde, Dolores Fonzi, Germán Palacios, Guillermo Pfening, Emilio Vodanovich, Guillermina Sorribes, Marcelo Michinaux y Cristina Banegas, entre otros.

Temor sobre la maternidad

La película habla con propiedad sobre mutaciones, sobre un imaginario discursivo acerca del fin, la muerte prematura, la muerte generalizada, la mutación de chicos en seres deformes, casi fantasmagóricos, así como también, sobre la agonía del fin, aquello que nos separa de la vida y la muerte. A su vez,  la película aborda la maternidad, el dolor de perder a un hijo o una hija, sea metafórica o literalmente y la desesperación, asimismo, de ver a un hijo transformado en una monstruosidad, un sujeto irreconocible que menoscaba las bases que la crianza exige a los padres a diario, como la consagración de un monumento a su propia razón de ser.

La película transcurre en dos espacios paralelos. Por un lado, las conversaciones en voz baja entre Amanda (Valverde) y Carola (Fonzi). Ambas mujeres comparten su temor sobre la maternidad, un pasado lleno de hechos dolorosos y un miedo persistente. O al menos, lo es el de Carola,  cuyo personaje es el núcleo de un recorrido terrorífico de ficción. Por otro lado, está una línea de terror real, sobrenatural, que se construye con una firmeza elocuente y que permite creer que eso es real. 

Este retrato del terror literario llevado a la pantalla grande en todo su esplendor, deslumbra por su inteligencia. Las actuaciones de Valverde y Fonzi son un mosaico perfecto de percepciones sobre la identidad y el enigma. Y si la pregunta es ¿hay secretos que la naturaleza guarda y no tienen explicación? Sí, los hay, y al estilo del mejor horror que uno haya visto. Distancia de rescate juega con las metáforas, y lo hace brindando largos silencios y juegos de cámaras paralelos que permiten al espectador hacer una reflexión profunda sobre el secreto. Algo palpita al fondo de lo que Amanda intenta contar a Carola. Un hecho tan espantoso y temible, que se enlaza con una idea más sombría sobre lo individual y lo clandestino.

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Distancia de rescate no pretende aterrorizar. No de manera directa. En realidad, desea que el miedo ocurra tras bambalinas, por el cerrojo de la puerta, en momentos de extrema belleza y horror que apenas se parpadea frente a la pantalla y las manos no paran de sudar. Lo logra a través de una magistral puesta en escena y un sentido espléndido de la sorpresa y la elegancia. Porque todas las tomas y planos tienen prestancia. También con una perfecta sincronía de elementos que se sostienen entre sí para enhebrar una historia oscura y elocuente. 

Adaptación de una narración tensa, envolvente y con una dureza interior claustrofóbica, en una historia a dos voces. También es un argumento lleno de pequeños extremos terroríficos que sugieren que algo ocurre en el silencio. Figuras que aparecen y desaparecen entre puertas entreabiertas. Una historia que avanza con la firmeza de una oleada de miedo que se eleva y se deshace en los momentos más inesperados. 

Claudia Llosa logra una sutil sugerencia que el misterio está a punto de revelar, aunque sin duda, hay algo más importante que relevar. Si algo hay que agradecer a esta discreta mirada al miedo, es su necesidad de mantenerse al margen de elementos clichés del género. Se trata de una versión acerca de lo terrorífico con sus propios parámetros y una formidable mirada al absurdo. Su llegada a la pantalla grande con una adaptación pulcra y brillante resulta toda una sorpresa por su capacidad para desconcertar y mezclar a tal punto la realidad con la ficción.

Se nota su experiencia en contar historias mínimas en las que en apariencia el argumento transcurre entre líneas. La directora de La teta asustada y No llores se vuela y tiene una enorme capacidad para mirar el mundo a través de versiones ambiguas. No obstante, Distancia de rescate es un filme único, duro e inquietante.

Para cuando su último y extraño plano final llega, la película demuestra el potencial de la historia para aterrorizar. Y lo hace, apelando no solo al terror como elemento, sino al espectador como parte de una trama envolvente. Quizás, uno de los momentos más intrigantes con un único plano, donde Claudia Llosa deja claro el poder de un misterio sin nombre. Y también, las bondades de una nueva percepción del terror, que no estamos acostumbrados a ver, por lo menos, en el cine latinoamericano.

Ficha técnica

Título Original: Distancia de rescate (en inglés Fever Dream).

País: Chile, España y Estados Unidos.

Duración: 133 minutos.

Género: drama, suspenso y terror.

Director: Claudia Llosa.

Guión: Samanta Schweblin

Música: Natalie Ann Holt.

Fotografía: Óscar Faura.

Distribuidora: Netflix.

Productora: Netflix.

Productor: Pablo Larraín.

Fecha de estreno: octubre 2021.

Elenco: Maria Valverde, Dolores Fonzi, Guillermo Pfening, Germán Palacios, Cristina Banegas, Emilio Vodanovich, Marcelo Michinaux, Guillermina Sorribes, Macarena Barros.

Esta crítica fue producida en el Diplomado de Periodismo Cultural, Crítica y Edición de Libros del Instituto de la Comunicación e Imagen, Universidad de Chile

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