Schwenke & Nilo se formó a fines de los años setenta cuando Marcelo Nilo y Nelson Schwenke se conocieron siendo estudiantes de la Universidad Austral. Muchas veces sus letras eran acompañadas por las letras del poeta Clemente Riedemann. Pronto se convirtieron en un referente del Canto Nuevo, tocando en peñas y en el mítico Café del Cerro de Santiago. Hoy temas como ‘Sopas de Margarita’ o ‘Con datos de la Unicef’, que hablan del hambre con gran ironía dialogan con la contingencia actual de Chile.
Desde que Schwenke fuera atropellado en Lyon con Bilbao en Santiago hace 9 años, lo que le costó la vida, Marcelo Nilo se las ha ingeniado para seguir manteniendo el legado del dúo, sin dejar de tocar juntos gracias a la tecnología. Conversamos con Nilo y con el periodista Cristian González Farfán, quien desde hace siete años organiza la romería en homenaje a Schwenke. Una caminata por Bilbao que incluye guitarreo y cantos, y que este año, al igual que el anterior, se desarrolló en forma virtual.
Mi canto se hizo estrella
-La primera pregunta para Marcelo a propósito de un tema que siempre les pedían, ‘El viaje’. ¿Cómo ha sido seguir este viaje de Schwenke & Nilo después del veintidós de junio del 2012? Cuéntanos cómo has podido seguir cantando con Nelson
Marcelo Nilo (MN): Yo lo podría traducir la energía que Nelson tenía en la vida. Ahora, cuando Nelson falleció físicamente esa energía nunca la hemos dejado de sentir. Yo también puedo leer como señales después del fallecimiento de Nelson, que de alguna manera van conceptualizando el tema del «tenemos que seguir cantando». Como a la semana de que Nelson había fallecido recibimos de Hugo Moraga, cantautor chileno de gran trayectoria y según Nelson y yo uno de los mejores compositores que hemos tenido, nos manda una canción que escribió y que la escribió en una noche el día que iba a ir al funeral de Nelson. Por las claves que están dentro de esa canción la verdad es que yo sentí que era Nelson él que estaba hablando. Esa canción dice «dejo mi corazón» y Nelson fue donante, efectivamente deja su corazón pero figurativamente. Fue donante pero no del corazón porque su corazón había tenido dos infartos, y cuando yo pensaba «cuál es el corazón de Nelson» eran sus canciones, eso que hacíamos era lo que hacía latir nuestras vidas.
Hay otras claves también, por ejemplo que están en la canción. Dice «vaya donde vaya sé de dónde fui». Eso para mí es central. Siempre supimos de dónde éramos, siempre supimos a qué Chile pertenecíamos, siempre supimos cuáles eran nuestros valores y desde el corazón a la cabeza. Y entonces ahí fue que decidimos seguir tocando con Nelson. Hoy día nosotros tocamos con él en vivo. Hay historias y anécdotas que uno podría relatar al respecto. Nos agenciamos la posibilidad de tocar dos, tres, cuatro canciones con él en cada concierto y ocupamos la tecnología para eso.
-¿Eso lo hacen a través de la tecnología incluyendo video también?
MN: Sí, claro, Nelson canta, la gente ve en un video cantar a Nelson y nosotros tocamos en vivo con él. No fue fácil llegar a eso pero lo hicimos, funciona, sincronizado. Es trabajo, es tecnología pero nos agenciamos porque pensamos que era distinto. Yo viví el funeral de la Mercedes Sosa que fue por varios días y lo transmitieron por un canal de cable. Con mi señora no salimos de la casa, estuvimos con el televisor prendido día y noche. Fue una sensación de pérdida de algo cuando falleció Mercedes, yo lo viví de esa manera, entonces eso no podía pasar con Nelson.
-Nos podrías contar alguna de las anécdotas que han vivido al seguir tocando con Nelson
MN: Al principio fue muy complicado porque tratábamos de hacerlo y de repente no funcionaba y quedábamos corridos en la canción, con Nelson cantando en el video y nosotros tratando de seguirlo y la verdad es que era bastante planchoso, pero no por eso dejamos de seguir mejorando la técnica. De repente Nelson entraba y yo estaba cantando y había que ajustarlo en el momento, qué sé yo, y la gente obviamente entendía lo que estábamos tratando de hacer y lo fuimos trabajando mucho. Hoy día no tenemos ninguna complicación y lo disfrutamos.
Ahora hay cuestiones que son como bien extrañas. Ahora empezó a cantar algunas canciones un compañero nuestro que tocaba con nosotros, siempre con Nelson digamos, más de treinta años, no sé veinticinco años, pero yo escuchaba a Nelson. Durante mucho tiempo y hasta ahora… O sea mi cabeza, mi cerebro (entre risas) escuchaba cómo Nelson cantaba al lado. Las primeras veces era muy emocionante para nosotros, ahora como que se ha naturalizado en sentido que vamos a tocar y vamos a estar todos, o sea «aquí no falta nadie». Son cuestiones que se van aprendiendo y que el camino este del canto nos ha ido enseñando en muchas situaciones que hemos vivido.
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En la calle y cantando
-En relación a eso, Cristian González organiza la romería hace siete años. ¿Cómo ha sido esta experiencia? Ahí se ve el cariño de la gente y la forma de recordar a Nelson Schwenke en la calle y cantando
Cristian González (CG): Esto nace por el amor que uno tiene por la obra de Schwenke & Nilo. A mí me impactó mucho la partida de Nelson y sentí que era muy necesario resignificar ese espacio donde él había fallecido. Entonces por eso creamos esta idea de ir cantando que era la manera que creemos que a Nelson le hubiese gustado. Por eso diseñamos una caminata que era desde el metro Bilbao, en un principio, el año 2015 que fue la primera romería a tres años de la muerte de Nelson y hasta el año 2019. Todo el ritual era juntarse, abrazarse, que ahora lo extrañamos tanto, y llegar hasta el árbol que adquirió para nosotros un significado super grande. El árbol que está en la esquina de Bilbao con Lyon, donde lamentablemente ocurrió el accidente. Hemos querido convertirlo en una esquina de memoria, en un ritual de justicia y de memoria por Nelson, porque sentimos que si bien ellos marcaron un canto de una época determinada que era la resistencia contra la dictadura, el canto actual sigue siendo de resistencia, los artistas siguen resistiendo esta pandemia, las decisiones pésimas de este gobierno que tiene en absoluto abandono a la cultura. En ese sentido las canciones si uno las lee con ojos de hoy siguen teniendo sentido perfectamente o sea no ha cambiado absolutamente en nada a la realidad.
Agregue agua y otra cosita
-A propósito de lo que hablabas de las letras de Schwenke & Nilo ahora parecen dialogar con el presente de otra manera. Pensaba en esa frase: «Si tú piensas que este canto te lo canto por joder», porque además siempre mezclaban el humor con la poesía y con una mirada crítica. También está ‘Sopas de Margarita’, que habla del hambre y que se vuelve vigente en un contexto en que en Chile han vuelto las ollas comunes. ¿Qué te parece Marcelo este diálogo con las letras que ustedes hicieron pensando en otro contexto?
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