Voces

CRÓNICA| Yo no conocía a Javiera Mena

Por: Leonardo González, escritor y dramaturgo | Publicado: 02.07.2021
CRÓNICA| Yo no conocía a Javiera Mena Javiera Mena |
La compositora chilena presentará un show virtual desde su casa este viernes 2 de julio, gratis, en el marco del proyecto “Armarios Abiertos: Activismo LGBTIQ en Iberoamérica”.

Sol de invierno

Es sábado, 11 am. Vamos de paseo Javiera Mena, Camila y yo. Por supuesto, Mena no anda con nosotros. Está en Madrid, o donde sea que viva, pero sus canciones nos acompañan, que es como decir que vamos de a tres. Esquemas juveniles es el soundtrack perfecto para un viaje en auto a Valparaíso. Es primera vez que escucho el disco completo, aunque las canciones han pegado en las radios y para mí suenan como melodías ominosas: familiares y extrañas a la vez. Recorremos un paisaje que hace tiempo no visitábamos, kilómetros a la espera de un control sanitario que esta vez pasa piola, quizás porque el milico de turno, un muchachito con balas en los brazos, escucha: “Yo no te pido la luna, tan solo quiero amarte”, y en algún lugar nos deja pasar, haciéndose el huevón, terminando la canción pa callao, batallando un dance con sus botas.

Me acuerdo de ti

Esta es la escena: Javiera Mena y Gepe cantando ante la Quinta Vergara: ‘Sol de invierno’. Es febrero del 2016. Desde una cámara vemos a un coro de niñas con trenzas –que tal vez no cantan más que las canciones de Mena– disparar de su boca un largo: “Me acuerdo de ti”. En cualquier otro contexto sería una frase más, pero en ese momento significa tanto. Tantos destinatarios para una misma canción.

Javiera Mena dará un concierto gratuito desde su casa, presentará temas de su nuevo EP, I. Entusiasmo, y esa es como la gran novedad, en tiempos en que ocurren miles de eventos en miles de plataformas, todas a la vez. Un collage digital al cual muchos no accedemos por cansancio; porque la pega, porque pasar por el computador otra vez, porque mejor salirse de la pantalla un ratito, tomar un poco de frío, mirar las estrellas nubladas por algún pájaro o algún avión o smog. Mena dará un concierto gratuito y se podría terminar así esto:

Pinche aquí y acceda desde el 2 de julio hasta el 3 de julio.

Over the rainbow

El encuentro en el que se enmarca el concierto ofrece charlas, una obra de teatro, entrevistas, cortometrajes, todo a propósito del pride. Conmemoración de la revuelta ocurrida en el Stonewall (Bar de Nueva York) en junio de 1969. Aquellas voces, aquellos cuerpos que pelearon contra la policía local no fueron cuerpos normalizados, no fueron los que después se apropiaron del discurso oficial y vetaron del mismo orgullo a las maricas, a las trans, a las dragqueens, a las lesbianas. En 1994, ante el veto de participar en la parada oficial, se creó otra marcha, una que se realiza los viernes previos a la parada, en la ciudad de Nueva York. La marcha de los cuerpos no normalizados que fueron ninguneados por el poder.

Al final de la denominada “Drag March”, que se inicia en el parque Tompkins Square y llega hasta el Stonewall Bar, las compañeras cantan el himno de Judy Garland, ‘Over The Rainbow’. Un himno a capela. Esa es la tradición. Así también se cantan los himnos de Mena.

Piensa en mí como soy

En el libro Piensa en mí como soy, una crónica sobre Javiera Mena (2019), el escritor chileno Álvaro Bisama le agradece a la artista: “Gracias a ella, la música con la que empezábamos a despedir la ciudad no era triste, sino cercana. Era, antes que una constatación de lo que se pierde (el paisaje y la ciudad, el idioma de las relaciones interpersonales), una promesa de futuro”.

Amiga mía

La música captura un instante y lejos de ser un soundtrack pasajero para eventos importantes de nuestras vidas, se vuelve protagonista, modifica nuestras escenas cotidianas, como en las películas lo hacen las buenas canciones. Por eso es tan importante la participación de Mena en la banda sonora del cine chileno, en especial de la película Joven y Alocada (2012), donde se integran cuatro de sus temas, incluyendo el cover ‘Amiga mía’ de Jorge González. En el lanzamiento de la película, González y Mena cantan juntos la canción. Creo que es en el Cine Arte Alameda, donde a Mena la han visto cantando en momentos inesperados.

En otra parte del libro, Bisama dice: “Mena, como Violeta Parra, canta por ella misma, pero también canta por los otros, por los que no aprendieron a cantar, por los que tienen miedo de cantar”.

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Mena canta por ella misma, a mi juicio no busca parecerse a nadie, no busca una afinación que no moleste, sino todo lo contrario: una voz grave, en el borde de lo áspero, es la que vemos en sus primeras apariciones en vivo, anteriores al 2007. El año en que todo cambió con el lanzamiento de Esquemas Juveniles. Esto también se muestra cuando escuchamos su cover (voz y guitarra) de ‘Qué pena siente el alma’ de Violeta Parra, bajando el tono de la canción, volviéndola aún más desoladora. Mena no tiene miedo de volver a empezar las canciones ni a desafinarse ni a unirse al tren de la tradición.

“Qué pena siente el alma, cuando la suerte impía, se opone a los deseos que anhela el corazón. Que amarga son las horas de la existencia mía, sin olvidar tus ojos”.

Cuando lo irreal se vuelve real, cuando lo real se vuelve ominoso

11:30 pm. Esquivamos el control, la música a todo volumen: “prefieres ver de arriba / el horizonte / me buscas después / y entre los rayos / tus manos / señalan el camino / más adecuado…”

Camila me dice que en marzo recién pasado (en la marcha del 8M) Mena cantó en las ruinas del cine Arte Alameda, que fue algo sorpresivo, y si bien no especifica si ella y las demás compañeras bailaron, era verano y es fácil completar la escena con la imaginación. Puedo imaginarla cantando.

Son las 12:30 pm y poco a poco se vislumbra el mar de la Quinta Región. No eran esquemas juveniles, solamente, los que se rompían en esa irrupción, eran letras que hoy le hablan a nuestro presente, susurrándoles al oído con fuerza: “Es fácil decidir llegar a un mismo destino y difícil llegar al unísono”. Eso es lo que sucede con los clásicos, dice Bisama, que no son tumbas sino espejos.

Al unísono

No todos sus discos son buenos, Esquemas Juveniles es un discazo pero Javiera Mena ha tenido sus buenas caídas, me dice Camila cuando ya vamos llegando.

Hay un documental disponible en Ondamedia que se llama Al unísono. Es del 2007. En él salen Mena y Gepe veinteañeros sentados sonrientes en un sofá. Más tarde vemos a Mena con Francisca Villela, cantando y bailando a dúo. Lo que más me queda de la película es una sensación de alegría. Mena utiliza mucho la palabra melómana. No sabía su significado. Ahora lo busco y lo entiendo. Es una palabra que calza con su fulgor. Hacer música para hacer algo. Hacer música para compartir eso que se lleva adentro, que viene de no se sabe dónde, que recoge no sabemos qué, y que queda, como un talismán, atravesando el tiempo, tatuado en los momentos de personas cuyas vidas no serían lo mismo sin la música.

Javiera Mena

Piensa en mí como soy. Una cónica sobre Javiera Mena

Álvaro Bisama

Editorial Montacerdos.

Precio de referencia $8.720

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