Argandoña acusa discriminación por caso de Hernán Calderón: «Está pagando por ser hijo de Raquel Argandoña»

La animadora de televisión y madre de Hernán Calderón Argandoña, Raquel Argandoña, se sinceró durante una entrevista sobre el caso de su hijo, acusando persecución mediática y discriminación por parte de los medios de comunicación.

Según señaló Argandoña a La Tercera, los canales de televisión hicieron «una carnicería» por el caso de Calderón Argandoña, quien permanece en prisión preventiva en la Clínica Psiquiátrica El Cedro tras haber sido formalizado el martes por cuatro delitos alusivos al parricidio frustrado de su padre, Hernán Calderón Salinas, tenencia ilegal de armas, lesiones y daños.

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La animadora de televisión indicó al diario que «ya no quisiera llamarme Raquel Argandoña, porque mi hijo está pagando por ser hijo de Raquel Argandoña». «Es un peso muy grande ser mi hijo en este momento, es una carga», prosiguió. «Es una maldición llamarme como me llamo (…). ¿Tú crees que si yo me llamara Juana Salas los canales de televisión habrían hecho esta carnicería? ¿A quién le habría importado? Habría sido un caso más de violencia intrafamiliar. ¿Por qué tiene tanta publicidad? Porque es mi hijo, por eso estamos hace días en todos los canales», sentenció al respecto.

«Esto es violencia intrafamiliar, pero le están dando el título de parricidio y eso saben perfectamente que no es así», agregó. «Yo no justifico lo que hizo mi hijo, es obvio que necesita un castigo, pero también tiene que tratarse. Tratarse él, tratarme yo, tratarse su hermana y el papá. Somos un desastre como familia. Y yo lo mantengo, de verdad», reiteró.

Por otro lado, la panelista de Bienvenidos se refirió a sus afirmaciones hechas con anterioridad, respecto a la «mano dura» que debiera haber con los delincuentes. En este sentido, señaló que su opinión no ha cambiado, «pero cuando se trata de un enfermo pienso que es distinto. Yo sigo pensando que para los violadores hay que tener mano dura, para los criminales mano dura, pero aquí no hubo una intención de asesinar a nadie, solamente de dar una lección. No estamos frente a un asesino. Doy la vida de mi madre y la mía, mi hijo no es un asesino», finalizó.