De acuerdo a información que publica este martes El Mercurio, en el contexto de la investigación judicial por el homicidio de la detective Valeria Vivanco, el 25 de agosto el detective Leonel Contreras declaró por tercera vez, aunque en esta oportunidad lo hizo en calidad de imputado como uno de los presuntos autores del disparo que le quitó la vida a su colega en medio de un operativo efectuado el 13 de junio.
Respecto de este trámite, Contreras lo efectuó ante el fiscal metropolitano sur, Christian Toledo, además de un funcionario del OS9 de Carabineros, instancia en la que se le consultó sobre rastros de químicos en sus manos, coincidentes con un eventual disparo. La respuesta del imputado fue que esta supuesta evidencia corresponde a la colaboración que ofreció a Vivanco al constatar que estaba herida. Según sus palabras, intentó contener su lesión para detener el sangrado, lo que podría haber generado la transferencia de nitrados.
Paralelamente, a Contreras lo interrogaron sobre un informe de la PDI que vincula su arma (Jericho 9mm) con el disparo fatal. El detenido aseguró que no lo conoce, mientras uno de sus abogados defensores, Marcial Lagos, cuestionó el documento por la inexistencia de imágenes de las coincidencias balísticas.
En lo medular, el detective insistió en su inocencia, como lo hizo en dos oportunidades anteriores.
Los testimonios de Contreras
El detalle de las declaraciones apunta a una primera ocasión, correspondiente a la misma noche de domingo en que se efectuó el operativo en La Granja que redundó en el deceso de Vivanco.
Específicamente, el 13 de junio a las 22:40 horas, Contreras enfrentó a la Brigada de Homicidios Metropolitana, donde ofreció su testimonio inicial sobre los hechos.
“Todos nos bajamos del carro policial identificándonos como policías, donde junto a la subinspectora Vivanco quedamos frente al piloto (del auto donde iban los dos imputados en este caso y entonces indagados por el homicidio en Puente Alto), donde les dijimos que se bajaran del auto, haciendo (ellos) caso omiso a la orden”, aseguró el detective.
Posteriormente, complementó sus declaraciones diciendo que sólo escuchó un disparo que podría haberle dado a él. Verificó su estado, luego de lo cual miró hacia el lado y vio que “la oficial Vivanco se desplomó en el suelo, en tanto que el auto huyó del lugar”.
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Y prosiguió detallando que “frente a esta situación me acerqué a ella, percatándome de que la oficial sangraba desde el hemotórax izquierdo, por lo que me dirigí a buscar la radio, la cual le entregué al subcomisario Gallardo (conductor del vehículo policial), para que pidiera cooperación”.
“En tanto, tomé a la oficial y como pude la subí en la parte trasera del auto y yo me subí junto a la oficial Norambuena en el otro costado. Subiéndose además una residente del sector, quien nos dirigió hacia el Hospital Padre Hurtado, donde ingresamos a la oficial comunicándonos a los pocos minutos que había fallecido, producto de su lesión”, agregó Contreras.
La segunda declaración la efectuó el 9 de agosto, en el contexto de la reconstitución de escena del crimen efectuada tras el vuelco del caso. En esa oportunidad, también reiteró su inocencia.