VOCES| Frente de Artistas Mapuche: A pesar de las mascarillas gritamos fuerte

Hicimos sonar fuerte las kaskawillas, el ñolkiñ y nuestras voces haciendo afafan, hacer ruido es necesario para que nos escuchen. Caminamos hasta el antiguo edificio, desplegamos un lienzo y leímos un comunicado en apoyo a los lamngen huelguistas. A pesar de las mascarillas gritamos fuerte, a pesar de la distancia social estuvimos juntes. Junto a nosotres llegan pu wenüy, amigues del medio artístico a hacer registro, a apoyarnos y acompañarnos en esta acción. Las personas que pasaban se detenían brevemente a escucharnos y continuaban su paso.

En la historia del territorio que actualmente llaman Chile, pu lamngen (hermanas, hermanes, hermanos) han tenido que recurrir en muchas ocasiones a la huelga de hambre, medida extrema de visibilización de las injusticias y violencias que ha vivido sistemáticamente nuestro pueblo, agudizándose en los últimos meses con el aumento de la represión y violencia en distintos territorios del Wallmapu y la situación de crisis sanitaria por COVID-19. Los PPM en huelga de hambre demandan su libertad y la aplicación del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo frente a las injusticias y el trato desigual que han recibido durante la pandemia al interior de las cárceles, y han hecho un llamado a tomarse todos los espacio para visibilizar las demandas. 

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Frente a la indiferencia de este gobierno, sectores mapuche y no mapuche se han manifestado, y como una afrenta al cerco mediático decidimos realizar esta acción tomándonos el frontis del MNBA, institución chilena histórica y de alta relevancia cultural para el país. Tomamos la frase “Para no morir de hambre” como referencia a la reconocida serie de acciones realizadas por el CADA (Colectivo de Acciones de Arte) en 1979 en plena dictadura militar que enunciaba “Para no morir de hambre en el arte”, como acción de denuncia frente al empobrecimiento de la población vivida en el país durante ese periodo. Hoy esta frase se reactiva expandiéndose por todos los territorios, las poblaciones, las comunidades y las cárceles con nuestros pu lamngen en huelga de hambre.

El hambre nunca ha dejado de existir, y para los territorios el desarrollo y el progreso siempre ha terminado significando hambre. Tomamos esta frase y la contextualizamos en el actual escenario político, como un grito antiguo que se presenta una y otra vez. La noche del miércoles 2 de septiembre, en alianza con el proyecto de activismo lumínico Bellavista 2020 se proyectó la misma frase sobre un cartel publicitario vacío. Nuevamente los espacios públicos (o mejor dicho, espacios-calle) son los que nos tomamos para visibilizar la situación del pueblo mapuche hoy.

Santiaw waria, la fütra waria está comenzando a poblarse lentamente después de haberse levantado la cuarentena en la comuna de Santiago Centro. Hay más vehículos, más personas transitando pero aún los recintos públicos están cerrados, incluyendo los museos.

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Llegamos al frontis del MNBA y vimos su imponente reja de fierro cerrada, envuelta con una cadena y un candado asegurando su entrada. Se siente como si esas puertas nunca se hubiesen abierto, como si llevaran cerradas por siglos. Una reja pesada que nos recuerda aquella frontera impenetrable que separa los cuerpos mapuche de la institucionalidad chilena históricamente segregadora: racista, clasista y misógina. Nuestras corporalidades no caben o estamos muy al margen de la entrada y la participación dentro de ellas, el campo artístico chileno no es la excepción. Esta historia ha estado llena de rejas y edificios herméticos como la democracia, el edificio de la justicia, del Estado. Sin embargo nos hemos rebelado a esas estructuras por más de cinco siglos: seguimos viviendo y luchando por nuestra existencia y mientras existamos, seguiremos resistiendo. 

Frente de Artistas Mapuche FAM