«El Cuerpo es Presente», reflexiones acerca de la danza improvisada

El proyecto «El cuerpo es presente, metodologías de improvisación para el trabajo creativo y pedagógico», es un trabajo dirigido por la docente y licenciada en danza, Chery Matus, quien junto con su equipo compuesto por Daniela Palma, Rodrigo Leufuman, Joselyn Faúndez, y Marcela Olate, cierran este ciclo que data de más de 10 años en su lanzamiento que se desarrollará este sábado 18 de diciembre a las 18:00 horas en el espacio Casa Palacio Elguin.

En dicho evento se realizará la presentación del libro El cuerpo es presente, además de la serie audiovisual del proyecto. Ambos procesos resultantes de la investigación que da cuenta del primer archivo en territorios del sur, donde se comparten reflexiones y metodologías de diversas artistas pertenecientes a las artes escénicas, y que asocian su trabajo al lenguaje experimental de la improvisación. 

Si bien el evento cuenta con un aforo limitado por temas de protocolo, el libro tendrá otros puntos de entrega de manera libre y gratuita, para artistas y estudiantes relacionados a las artes escénicas en Santiago y también en otras regiones distintas a la Metropolitana. 

Su creadora y directora, Chery Matus, junto con la asesora del proyecto, Lorena Hurtado, ambas profesoras del Departamento de Danza de la Universidad de Chile, nos entregaron más detalles acerca de la investigación.

-¿Cuándo empezó este proyecto y qué ayuda recibieron del Fondart?

CM: Los antecedentes de este proyecto datan de alrededor de 10 años atrás, de la mano de Andrés Abarzúa, músico y productor, con quien comencé a desarrollar procedimientos en torno al trabajo con la improvisación y su despliegue interdisciplinar, entre danza y música. Tuvimos la suerte de trabajar acá y también de presentarnos en Buenos Aires, bajo esta misma primera indagación, que se arrojaba a la experiencia escénica. En ese camino se sumaron artistas de diferentes disciplinas a indagar con nosotres. 

En el 2016 realicé la primera versión de un taller que se llamó El cuerpo es presente. Y desde ahí el proyecto comenzó a dar luces aún más claras. Ese mismo año comienzo con un grupo de estudio en mi casa sobre referentes y teoría para las artes escénicas, esta idea de los lenguajes y de una suerte de análisis crítico, y escrituras reflexivas se hacen parte de este espacio. Es así como en el año 2019, y de la mano de aquel grupo de estudio se obtuvo el tan anhelado Fondart. Un Fondart de investigación en danza, en la línea artes escénicas, que viene a potenciar y agenciar a este proyecto, que cuenta con tiempos, maneras y despliegues varios en su desarrollo.  

-¿Por qué escogieron el nombre del libro “El cuerpo es presente”?

CM: El proyecto en general se llama «El cuerpo es presente». Tiene un subtítulo en base a esta primera investigación que dice: ‘metodologías de improvisación para el trabajo creativo y pedagógico’, y que tiene como resultado un libro y una serie audiovisual. 

Este nombre aparece en el año 2016, en un espacio de taller donde compartí algunas premisas para el trabajo con la improvisación. El nombre fue pensado justamente porque lo que más busca entrenar el lenguaje de la improvisación es el “aquí y ahora”. «Borrar toda pretensión de futuro” dirá João Fiadeiro. “En donde todo se activa en simultáneo” también dirá Carmen Beuchat. Mujer fundamental de este proyecto, ya que de su mano conocí la improvisación en términos disciplinares a los 18 años. 

Si bien «habitar el presente» hoy es un tema que se ha expandido con la actual crisis sanitaria, la idea aparece siempre en nuestro registro y hacerlo consciente es una gran tarea. Cada día aparecen más proyectos, obras que hacen notar esta relación con el tiempo. Y cómo no, si hemos visto de frente lo vulnerables de nuestros cuerpos y atender por tanto a lo que nos ofrece el tiempo presente, es lo único que nos resta. El cuerpo hoy más que nunca se hace presente, debido a la enfermedad, al virus, al contagio y a la carencia de otros cuerpos. Esto se ha vuelto muy visible debido a la pandemia, es lo bueno que nos trajo. Hacernos más conscientes de nuestros cuerpos y atenderles. 

-Según lo que han descubierto a través de esta investigación y a propósito del escenario pandémico, ¿cuál es la relación entre la improvisación en la danza y los conflictos sociales que suceden a nuestro alrededor?

CM: La idea de que el cuerpo es presente se ha manifestado en diversas esferas de las artes en general. Ya lo abordaban las vanguardias del siglo pasado, en donde compartían nociones en torno a la desjerarquización del cuerpo, de los lenguajes, etc. Esta relación que se puede iniciar en las artes escénicas hacia los cruces disciplinares en mediación con los conflictos sociales, siempre nos ha acompañado. Las lógicas de representación, de reproducción y de vincular nuestro trabajo artístico con el acontecer político-social y comunitario de un territorio, para mí es basal.

No concibo mi trabajo si no es de esa forma, y es que los conflictos atraviesan nuestros cuerpos, desde la salud, la precariedad laboral, y tantas complejidades que se nos presentan en el cotidiano. Es por esto que el acto performativo que se arroja a la manifestación en la calle, devela desde ese más puro sentir-padecer cotidiano, hasta la relación estética que nos ofrece el aquí y el ahora. Los conflictos sociales, por tanto, que atraviesan este u otros territorios no vienen si no a dar cuenta de la performancia de los cuerpos. Cuerpos carentes, indocumentados, innombrados, cuerpos mutilados, cuerpos deseantes, cuerpos gozosos, que muchas veces están por fuera de la norma, y que sin duda hoy son vitales para la reconstrucción de un buen vivir. 

-Como académicas, ¿de qué forma ayuda la improvisación a conocer nuestros cuerpxs y su movimiento? ¿y cómo esto se relaciona con el concepto de kinesfera? 

LH: La improvisación en los procesos formativos es muy importante, pues conecta a quien se está iniciando en la danza o en la misma práctica de la improvisación con su propio cuerpo. Un “cuerpo sensible” como nos indica el antropólogo y sociólogo francés, David Le Breton, cuerpo que es también historia y memoria. 

Es un momento que si bien se realiza en el aquí y el ahora, por nuestra condición de sujetos históricos y sociales activa memorias, recuerdos e incluso movimientos. Gestos que se conectan con nuestro ser más inconsciente o instintivo.

En una practica de improvisación cuidada y conducida, sin duda se pueden generar condiciones para que podamos conectarnos con aquello que desconocemos y que podemos integrar a nuestras prácticas de movimiento, técnicas corporales o lenguajes de movimiento. Posibilitando lo anterior, la incorporación de otras posibilidades de movimiento que enriquecen no solo nuestras formas de movernos, expresarnos y/o interpretar a través de  la danza o simplemente a través de la práctica de improvisación, sino que también enriquecen la forma en que experimentamos el mundo desde nuestro cuerpo. Donde no solo somos blanco y/o negro, sino una bella escala de matices grises con que es preciso conocer.

-Háblenos de lo que encontrará la gente en el libro y la serie audiovisual

LH: En el formato audiovisual se podrá acceder a las entrevistas de destacados artistas provenientes de las artes escénicas, tanto de Chile como de España y Argentina. Siendo estas entrevistas un material que he dispuesto y abierto a la comunidad, abren nuevas preguntas y aristas para la reflexión e investigación.

El formato libro reúne por primera vez en nuestro país un material contundente de escrituras de autores/as de diversas experiencias que practican y/o reflexionan en torno a la improvisación en danza. Personas que hace mucho tiempo ya han venido trabajando en torno a esta práctica.

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Contactos

Puedes escribirle al proyecto a través de su correo: proyectoelcuerpoespresente@gmail.com y redes sociales de Instagram y Facebook.

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