RESEÑA| “Había machismo en el rock»: Las memorias de ‘El Tribi’ 20 años después

Inspirado en el formato de Algo nuevo anterior, el premiado libro de recuerdos del poeta y músico Mauricio Redolés, Álvaro Prieto, ‘El Tribi’ presenta en este libro sus vivencias musicales. Son relatos cortos, sencillos y cercanos, textos muy cálidos y transparentes que en la suma construyen sus memorias de vida, musical, personal y también social. 

Página tras página, el carismático músico recrea episodios de su infancia en el barrio Yungay, donde fue vecino de una las cantantes del popular grupo nuevaolero Frecuencia Mod, un hecho que podría parecer anecdótico, pero que no lo es ni lo fue, porque fueron justamente ese tipo de sucesos o experiencias – consciente o inconscientemente– lo acercaron de a poco a la música y al arte como una posibilidad expresiva y de vida. Así, Tribi reconstruye historias y episodios diversos que de forma natural se van hilando, relatos que unidos, adquieren un significad potente, trascendiendo lo anecdótico. Cada una de estas historias vividas o presenciadas por Álvaro fueron importantes para él y la forma cómo se concatenan unas con otras lo demuestra. Prueba, además, la vigencia de esa interesante idea planteada años atrás por el escritor uruguayo Eduardo Galeano, que escribió: “Dicen que estamos hechos de átomos, pero un pajarito me dijo que estamos hechos de historias”.

Contracultura en el barrio Yungay

Los Barrios Brasil y Yungay, los mismos territorios del citado Redolés, son la primera escenografía de este libro, ya que es allí donde transcurre la infancia y adolescencia de Álvaro, en colegios como el católico Alonso de Ercilla, primero, y el combativo Liceo de Aplicación, después. En estas calles el músico descubre la contracultura y la lucha antidictadura; a bandas como los Dadá y Los Fiskales, con quienes compartiría tiempo después ya como músico de Los Miserables. Y es allí donde también adquiere su educación y formación política. 

Sus militancias en diversos movimientos antidictadura y antimpunidad, su relación con los colectivos contraculturales y populares como el Guachuneit que lo llevaron a diseñar la carátula del famoso disco Sin Dios ni Ley de Los Miserables (gráfica tributada recientemente por Malaiamagen), su ingreso a la banda, como vocalista, tocatas míticas como la del sello Alerce en el Court Central y otras más junto a bandas insignes del punk como Ataque 77, 2 minutos, el rockero vasco Fermín Muguruza o Manu Chao aparecen retratadas en este libro, que rescata todos estos grandes hitos, pero además la humanidad de quienes sostuvieron todos esos momentos y procesos y de varios rockeros internacionales con los que Tribi pudo compartir. 

En sus páginas vemos al cantante de Café Tacuba recopilando y difundiendo música nueva e independiente vía casets regrabados por todo el continente, a Manu Chao jugando una pichanga en El Bosque con Los Miserables o a Evaristo Páramos, de La Polla Records, desconocer, previo a su primer show en Santiago, la tremenda popularidad de su grupo en Chile. Una humanidad maravillosa, a tono con la prosa global del texto, sencilla y cercana, amable y accesible.

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Esta misma fibra ética, valórica y humana se explica y se expresa en el develado vínculo de Tribi con el FPMR, militancia que hoy el músico puede describir con mayor serenidad y con tanto orgullo como coherencia. La misma humanidad se expresa además en su relación con diversas bandas y en su temprana observación sobre las temáticas de género, que se expresan en un tema como ‘Marta’, del año 96 (con un texto sobre la violencia contra la mujer) y en la invitación a Sara Ugarte del grupo Venus a cantar. “Había machismo en el rock, en el punk, y eso había que cambiarlo, yo estaba en un espacio revolucionario, que era una banda de punk, pero ese espacio también había que revolucionarlo por dentro”, son la reflexiones 20 años después de este querido e interesante amigo del caos. 

Hazlo tu mismo, fue la gran enseñanza que nos dejó el punk como movimiento, generemos nosotros los cambios, hagamos nosotros nuestra música, diseñemos nosotros nuestra estética. Escribamos nosotros nuestra historia, es lo que nos propone hoy Álvaro con un texto real, cercano y cálido, que resignifica todo esas experiencias, formaciones, militancias, luchas, compromisos e historias de música y vida, valiosas por su honestidad, fibra y aporte cultural. 

En el libro se narran, como digo, imágenes de shows potentes, pero también y sobre todo, escenas humanas, episodios en apariencia simples, anecdóticos o divertidos –como el del poeta Mauricio Redolés recogiendo cachureos en el barrio Yungay– pero que realmente dicen mucho y son en sí muy significativos. Esas narraciones son  hermosas, por que justamente esa búsqueda de objetos callejeros que realiza Redolés, responde a un impulso e idea potente, la de recoger trozos de historia y de memoria colectiva en el lugar más democrático y más vivo de todos: la calle.

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Tribi entiende que en Chile tenemos una memoria rockera, combativa, urbana y noventera por reconstruir, y por lo mismo rescata dicho episodio de Redolés, pues es consciente de su trasfondo antropológico. A la vez sabe que él mismo, como actor y testigo de una época y movida importante, algo tiene que decir al respecto. Por lo mismo, como autor, realiza con su libro, un aporte memorable a esa misma y noble causa; NN es, en definitiva, un libro muy valioso para todos quienes deseen recordar, comprender y adentrarse en una tremenda historia de lucha y contracultura noventera en Chile que ya es tiempo de relevar. 

NN, recuerdos de un amigo del caos

124 páginas

Precio: $7.000

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