Barrio Bellas Artes: El lugar que deja el presidente electo Gabriel Boric

Hace un año me mudé al barrio Lastarria y quizá por eso me encargaron hacer este artículo.  “¿Por qué es un barrio que llama la atención a políticos?” es la pregunta que debo responder. El presidente electo Gabriel Boric hasta la redacción de esta nota vive en el barrio Bellas Artes, que colinda con el barrio Lastarria y el Parque Forestal. Que su lugar de residencia sea aquí llama la atención, sobre todo si otro Presidente de la República (Salvador Allende) también vivió en las cercanías y la actual alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, es vecina del sector.

Aristocracia e intelectualidad

Lo primero que pienso es entrevistar a personas que lleven mucho tiempo viviendo en la zona, y así conocer un poco de la historia del barrio y los principales cambios que ha tenido a lo largo de los años. Contacto al fotógrafo Javier Godoy, quien habita en el sector hace más de tres décadas.

©Javier Godoy

Por casualidades de la vida, Javier vive en un departamento del año 1939, de esos amplios y altos. Tiene fotografías del barrio: Lleva sacándolas desde que se mudó. “No es histórico ni minucioso, pero sí tengo un registro”, comenta. 

Su lugar favorito es el cerro Santa Lucía. “Es una pequeña islita, es un parque amable, bonito, fresco, melancólico en invierno. Además, es el espacio más alto del sector”. En las alturas, ha sacado fotos de panorámica en distintas épocas que muestran la evolución del barrio.

©Javier Godoy

-¿Qué crees que llama la atención de los políticos para vivir por estos lados?

Me imagino que en los años 40 Salvador Allende vivió por primera vez en Santiago en este barrio, porque este sector era similar a un barrio alto de la actualidad, era muy aristocrático. Vivieron además personas como Sergio Larraín o como la actriz Patricia Guzmán.

©Javier Godoy

En esos años era mucho más barrio, no era nada comercial. Antes había una casa de antigüedades, estaba La Casa de la Luna Azul, lugar que arrendó Alejandro Jodorowsky y que recibirió a algunos alumnos, entre ellos a Enrique Noisvander, uno de los precursores de la pantomima en Chile. Era y es un lugar que alberga intelectualidad.

Actualmente imagino que les llama la atención lo mismo que a mí: que esté todo cerca, que pueda ir caminando donde sea. El anclaje de los espacios culturales también es importante. El Bar Berri antes era un centro cultural. Recuerdo haber ido a ver obras de teatro a ese lugar. El Teatro Ictus forma parte de los polos culturales, como también el cine El Biógrafo; tienen una impronta cultural importante.

©Javier Godoy

No poder oír ni el pensamiento

Javier Godoy vive frente a tres bares. Comenta que desde las 20:00 horas de cada día no puede escuchar ni su pensamiento por el ruido que hace la gente al conversar en la calle. “El lugar cada vez es más comercial. Es mucho el ruido. El comercio y la entretención se ha comido el barrio”, dice.

A dos cuadras de la casa del fotógrafo, vive Héctor Díaz, quien ha trabajado en campañas políticas y conoce el sector desde hace más de 20 años. El año 2000 se mudó aquí, pero sus abuelos tenían propiedades en las cercanías, por lo que conoce desde chico. “Antes de venirme a vivir acá sentía el barrio como un pequeño oasis dentro de Santiago, donde se podía respetar la diversidad, la cultura; donde podías ser tú, creativamente sin ningún tapujo. Nadie te iba a decir nada”, recuerda.

©Javier Godoy

Héctor comenta con nostalgia que antes solo había un par de restaurantes, lo demás eran galerías y había hasta un par de ferreterías. “Era rica la vida antes, cuando estaba casi todo más ligado a lo cultural”, concluye.

Pequeño oasis para la diversidad

¿Por qué crees que el barrio es de interés de presidentes de la República, como Salvador Allende y/o Gabriel Boric?

Creo que es porque este barrio siempre fue considerado rico culturalmente. Por ejemplo, abro mi ventana y escucho jazz, más a la derecha veo un show de teatro de títeres. Atrae mucho a la gente que quiere hacer sus intervenciones. Además, estamos rodeados de museos, es un pequeño oasis para la diversidad. Dentro del barrio mis amigos gay se toman de la mano y fuera del barrio se la sueltan. Afuera del barrio no se ven estos gestos. Y aún pasa.

Además de lo que señala Díaz, el barrio Bellas Artes es cada vez más un sector político. Está cercano a la zona cero de la revuelta social y hasta el momento existen seis organizaciones sociales en el sector: Winkul Ballas Artes, Rosal Organizado, El Barrio que Queremos, Comité de Adelanto Parque Forestal y Junta de Vecinos 1 y 2.

©Javier Godoy

Los cafés de Irací 

La alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, también reside en el sector. En los últimos cuatro años ha vivido en el barrio Bellas Artes, barrio Lastarria y barrio Parque Forestal ¿Qué le llamará la atención del lugar? Prefiero no especular e ir a preguntárselo directamente.

Estoy sentado afuera de su oficina ansioso. Frente a mí está su encargado de prensa, quien nos acompañará mientras realizo la entrevista. La agenda de Irací es acotada, por lo que hay pocos minutos para preguntas.

©Javier Godoy

A ella le encanta el barrio por varias razones. Primero, porque tiene una ubicación central, a minutos de la Ilustre Municipalidad de Santiago; segundo, por sus áreas verdes, como el cerro Santa Lucía y el mismo Parque Forestal. “Son espacios que dan vida, mucha alegría. Son espacios de encuentro con la comunidad y poder caminar por ahí, ver la naturaleza, es muy rico”, comenta.

Desde que es alcaldesa su vida barrial es más acotada de lo que desearía. Sin embargo, igual intenta aprovechar su tiempo para caminar y visitar lugares que le gustan, como, por ejemplo, la cafetería Montegrande, que está frente al cerro Santa Lucía; el Wonderland Café, donde su torta favorita es la de la duquesa; la librería Ulises, donde los libros parecen nunca terminar de tocar el cielo; el Brussels, un lugar lleno de chocolate, entre otros.

©Javier Godoy

-¿Qué tan representativo es el sector como para que hayan vivido presidentes de la República?

Lo que he escuchado es que el barrio gusta mucho por lo calmado y por sus áreas verdes. Sé que a Gabriel Boric le interesa mucho la lectura y en la zona encontrará siempre librerías para saciar sus gustos. También pienso que el espacio gastronómico y cultural llaman la atención. Tenemos lugares de arte y encuentro: MAVI, MAC, El Biógrafo, y eso llama la atención de distintas personas. Es un barrio con mucha historia y cultura. Supongo que eso llama la atención del presidente electo y llamó también la atención del expresidente Salvador Allende.

-¿Qué te parece que existan organizaciones sociales, más allá de la junta de vecinos?

Yo creo que es positivo y habla de la diversidad de formas de organización que tiene la sociedad hoy en día. Las juntas de vecinos juegan un rol importante y en el barrio son bien activas, pero no son lo único y eso es bueno, ya que habla de una diversidad de cómo la gente se está organizando y de los intereses que tienen… sobre todo en el contexto político social que estamos viviendo. Rosal Organizado y Winkul Bellas Artes nacen bajo el alero de la revuelta social. Hay una diversidad que representan distintos intereses que se desarrollan en el día a día en el barrio. Yo lo veo con muy buenos ojos y espero que se sigan desarrollando en la comunidad.

©Javier Godoy

Boric y La Tienda Nacional

Uno de los lugares que frecuenta el presidente electo es La Tienda Nacional, la que se dedica a promover y difundir la industria cultural chilena en diferentes formatos: libros, música, cine y diseño. 

De fondo suena ‘Agua clara’, de Nano Stern. Del otro lado de la vitrina se encuentra Gabriela Villalba, socia fundadora de la tienda, con quien habíamos acordado encontrarnos en la tarde, cuando no hubiese mucha gente. 

Ella cuenta que las veces que Gabriel Boric ha visitado la tienda él ha ido a comprar música, como lo último de Mon Laferte o Camila Moreno y algo de Los Miserables, por ejemplo. En una oportunidad, en el local le regalaron una cajita musical con el himno de la Universidad Católica, a petición de un proveedor. También recuerda que para una Navidad fue a comprar regalos, y, en otras oportunidades, la tienda le ha avisado por Instagram la disponibilidad de un producto, tal como se hace con cualquier casero del local.

©Javier Godoy

Gabriela vive en Providencia y piensa que las personas eligen el barrio Bellas Artes porque hay mucha oferta de servicios. “Es una zona muy chiquita en la que pasa de todo y tienes de todo. Tienes restoranes, tiendas, gente pasando… es un barrio vivo que no se da mucho en otras partes de Santiago”, enfatiza.

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Por lo mismo eligieron esta zona para abrir La Tienda Nacional: “Tenemos dos metros cerca y justo en esta calle hay mucho flujo peatonal de gente que vive y trabaja habitualmente. Los fines de semana entra gente de visita, porque el barrio en sí ya tiene atributos muy propios con su identidad propia”, relata.

El barrio Bellas Artes atrae por sus servicios, cercanía con el centro, su cultura y su arte. En parte, cada una de las personas entrevistadas coinciden en lo que a mí también me llamó la atención para vivir acá.

©Javier Godoy

Políticamente es también muy atractivo, ya que aparte de la junta de vecinos cuenta con un par de asambleas autoconvocadas que buscan incidir en las acciones que se llevan a cabo en estos lados.

Hasta el término de la redacción de este artículo el presidente electo de Chile, Gabriel Boric, aún vive en el vecindario de Bellas Artes, pero ya se confirmó el lugar que lo recibirá durante el tiempo que dure su mandato: el barrio Yungay. 

La zona de Bellas Artes seguirá mutando como lo ha hecho hasta ahora. Su esencia cultural, intelectual y vida de barrio es la raíz que encanta a vecinas y vecinos.