A propósito de México: ¿Cómo se monitorea la actividad de los volcanes en Chile?

Por: core | Publicado: 29.09.2017
A propósito de México: ¿Cómo se monitorea la actividad de los volcanes en Chile? / /Agencia Uno
En 2009 se creó la Red Nacional de Vigilancia Volcánica Nacional (RNVV), que monitorea en tiempo real 45 de los 90 volcanes activos que existen en Chile, y que se concentran principalmente en la región de La Araucanía.

Unas horas después de que los estados de Ciudad de México y Morelos fueron remecidos por un sismo de 7,1 grados el pasado 19 de septiembre, el volcán Popocatépetl despertó y retomó su actividad, que ha ido en incremento durante los últimos días. El pasado miércoles 27, los mexicanos pudieron apreciar una nube de ceniza de dos kilómetros de altura que duró cerca de seis horas en el aire y que provocó la caída de rocas incandescentes y ceniza en pueblos cercanos.

El volcán está situado 65 kilómetros al sureste de Ciudad de México, entre los estados de Puebla, Morelos y el Estado de México, cerca del epicentro del devastador sismo. Sin embargo, el fenómeno del «Popo» no es una consecuencia del terremoto sino que este sólo lo aceleró. «Habíamos visto, antes de los sismos, manifestaciones que nos indicaban que se estaba acumulando material magmático en el cráter. Por tanto, sabíamos que iba a ocurrir, pero habíamos previsto que sucediera en octubre», explicaron desde el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) de México a El País.

Por otra parte, Álvaro Amigo, el jefe de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica (RNVV) del Sernageomin, agrega que «eso nos demuestra que los volcanes son elementos complejos de la naturaleza y si bien generalmente responden a ciertos patrones, no siempre lo hacen». Debido a la gran cantidad de factores que pueden incidir en la actividad volcánica, el geólogo señaló que es fundamental del monitoreo constante de este tipo de macizos para prevenir repercursiones en la población, y que en Chile lo realiza la red que dirige.

El caso de Chaitén y el monitoreo en tiempo real

«Chile es un país volcánico, tiene una cantidad muy grande de volcanes activos», explica Amigo, quien señala que esa cifra asciende a 90, y corresponde a aquellos que han tenido actividad en los últimos diez mil años o han presentado algún signo de actividad medible, como movimientos sísmicos, fumarola, deformaciones –los volcanes cambian su volumen y eso es apreciable con instrumentos satelitales– o explosiones.

La entidad encargada del seguimiento de la actividad volcánica en Chile comenzó a funcionar en 2009. Su predecesor, el Observatorio Volcanólogico de Los Andes del Sur (OVDAS) se creó en 1996, pero sólo abarcaba algunas zonas de las regiones de La Araucanía y Los Lagos y no podía hacer monitoreos en tiempo real. Todo eso cambió en 2008 con la erupción del volcán Chaitén.

«La gente empezó a sentir sismos, pero no había mucho conocimiento porque en esa zona no habían instrumentos científicos de monitoreo, entonces hubo una respuesta poco acertada de lo que ocurría y se asumió que esos movimientos eran de origen tectónico», explica el geólogo, y agrega que en la ocasión «quedó totalmente demostrado que no pudimos dar una alerta por no tener una red instrumental en los volcanes más peligrosos del país».

Por eso, en 2009 se creó la Red Nacional de Vigilancia Volcánica (RNVV), que monitorea 45 volcanes en tiempo real entre la Región de Arica y Parinacota hasta el volcán Hudson en la región de Aysén. Se eligieron los considerados como los más peligrosos, a partir de un análisis que combinó la frecuencia de la actividad del volcán y la cercanía con la población.

De este modo, en cada volcán se instalaron paneles solares con autonomía eléctrica y capaces de transmitir nodos que envían señales al observatorio correspondiente y desde ahí son monitoreados en tiempo real.

La Araucanía es la zona que presenta la mayor cantidad de volcanes activos, de ahí que en un comienzo las observaciones se hayan centrado en esa área. Por otra parte,  los volcanes que presentan un mayor registro de actividad son el Llaima y Villarrica. «No hay volcanes que hayan tenido un mayo registro de erupciones en tiempos históricos», explica Amigo, y agrega que es esperable que «en escala humana», es decir, durante las próximas décadas o años estos se reactiven.

Casos exitosos vs casos fallidos

Luego de la implementación de la RNVV, Álvaro Amigo señala que han existido tres casos de crisis que fueron sus «pruebas de fuego». Entre los episodios exitosos menciona los del volcán Puyehue y cordón Caulle, en junio de 2011, y Villarrica, en marzo de 2015. «En ambos casos se pudo dar mensajes con meses de anticipación de que algo estaba ocurriendo, y las autoridades pudieron tomar las medidas correspondientes. Hay pocos observatorios en el mundo que han sido capaces de poder dar una alerta de erupción sin que el volcán haga erupción», señala.

En el lado opuesto,  se encuentra la erupción del volcán Calbuco en abril de 2015. «En ese caso no fuimos capaces de dar una alerta temprana, el volcán dio un par de horas de anticipación con signos de que algo estaba ocurriendo y se gatilló la erupción violenta y explosiva», agrega.

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