Cumbre de los Pueblos 2019: Conclusiones y aprendizajes

Entre el 2 y el 7 de diciembre, centenares de organizaciones sociales y representantes de pueblos indígenas y diversas comunidades de Chile y América Latina se dieron cita en Santiago en la llamada Cumbre de los Pueblos 2019.

Tras 5 días de paneles, talleres, cabildos, conversatorios y otras actividades enfocadas en debatir en torno a la crisis planetaria y sus múltiples expresiones sociales y ambientales, desde la organización compartieron las principales conclusiones aprendidas a través de una declaración pública, destacando la importancia de su ”compromiso con los pueblos de Chile y otros países latinoamericanos que se han levantado contra las injusticias estructurales, la usurpación y privatización de bienes comunes, la precarización social, la violencia estructural contra las mujeres, el racismo sistémico, y la vulneración de derechos del sistema neoliberal”.

Asimismo, señalaron el respaldo la demanda de los movimientos sociales y las asambleas territoriales que exigen en Chile una verdadera Asamblea Constituyente, conformada íntegramente por ciudadanos y ciudadanas sin privilegios para los partidos políticos, que considere paridad de género y cupos significativos para pueblos indígenas.

En esta línea, las organizaciones agregaron que suscriben a las aspiraciones de las organizaciones y comunidades de Chile de instaurar una constitución política dotada de los principios de la plurinacionalidad, el feminismo, y el reconocimiento de los derechos de la naturaleza.

Por su parte, en el marco de las negociaciones climáticas en la COP25 que se lleva actualmente en Madrid, las organizaciones participantes expresaron su condena a la mantención de la presidencia de la COP en manos del Gobierno de Piñera, quien a su juicio es ”responsable de asesinatos, torturas, violaciones, mutilaciones, heridas, vejámenes, detenciones arbitrarias y otras violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado”.

Agregando que, rechazan la promoción de “falsas soluciones al cambio climático, que profundizan la crisis y robustecen el modelo que la genera, como los mercados de carbono, la hidroelectricidad, los sumideros a base de monocultivos de árboles y agrocombustibles, la energía industrial a partir de biomasa forestal, la incineración, la geoingeniería y la fractura hidráulica o fracking”.

En cuanto a las demandas acordadas por las diversas organizaciones sociales, desde la organización hacen hincapié en la importancia que supone la “la desprivatización del agua en Chile, la protección efectiva e integral de los glaciares, la recuperación de tierras para los y las campesinas y el impulso en los territorios y en las políticas públicas de modelos agroecológicos, libres de transgénicos y pesticidas químicos, basados en la soberanía alimentaria y en la recuperación e intercambio de productos y semillas, así como priorizando la conservación, regeneración y restauración ecosistémica”.

Se suman a ello, otras solicitudes acordadas en la Cumbre, entre las cuales se encuentra la reivindicación de las demandas de pueblos indígenas y afro-descendientes, especialmente por la desmilitarización de sus territorios -en particular del Wallmapu-, la devolución de sus tierras ancestrales y el ejercicio pleno de sus derechos políticos, sociales y culturales, así como la promoción de iniciativas comunitarias orientadas a generar ciudades más justas y amables y el retiro definitivo del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP11) del parlamento.