Timoty Naish, experto en cambio climático: “Los gobiernos responden ante los grandes negocios y corporaciones, y los protegen”

Por: Carlos Jara | Publicado: 16.01.2020
Timoty Naish, experto en cambio climático: “Los gobiernos responden ante los grandes negocios y corporaciones, y los protegen” /
El investigador Timoty Naish es, a escala global, uno de los más reconocidos expertos en cambio climático, derretimiento de las capas de hielo y aumento del nivel del mar. En entrevista con El Desconcierto, Naish lamentó que a pesar de que “hace 40 años” se viene hablando de cambio climático aún no se estén tomando medidas realmente efectivas para combatirlo, y advirtió que si bien durante la próxima década comenzaremos a experimentar climas extremos, el verdadero problema se verá en los próximos treinta años, cuando presenciemos el derretimiento de los polos, que conllevará un aumento del nivel del mar que afectará a cientos de millones, generando a su vez fenómenos migratorios “nunca antes vistos”. Eso sí, el investigador explicó que a pesar de la extensa costa de Chile, nuestro país no se vería tan perjudicado como otros. 

El profesor en Ciencias de la Tierra y ex director del Centro de Investigación Antártica de la Universidad Victoria de Wellington, Timoty Naish, lleva toda una vida estudiando el cambio climático desde la perspectiva de las capas de hielo antárticas y el nivel del mar

Ese camino lo ha llevado a participar en 14 expediciones a la Antártida, a dirigir diversas iniciativas de investigación dentro del Comité para la Investigación Antártica (SCAR), y a ganar la Medalla Antártica de Nueva Zelanda

El también autor principal del quinto informe de evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) e investigador del programa de Investigación Mundial del Clima (WCRP), estuvo en Chile a propósito del Congreso Futuro, ocasión en la que aprovechó de conceder una entrevista a El Desconcierto

—Llevamos algo así como 25 años hablando de cambio climático en serio. ¿Qué pasa que no se toman las medidas para revertirlo? ¿Falta voluntad política, económica quizá?

“Es una muy buena pregunta. Creo que hay muchos intereses especiales ahí. Hay grandes corporaciones y compañías que han hecho ganancias enormes de los combustibles fósiles. Entonces, es una resistencia política al cambio, y los gobiernos responden a los grandes negocios y corporaciones, y los protegen. Yo creo que eso es lo que está ocurriendo”.

—¿Pero se dan cuenta los gobiernos de la problemática que genera ese accionar?

“Hemos sabido del cambio climático, como tú dices, desde hace 40 años, y las señales solo se han vuelto cada vez más fuertes y claras, y si hubiéramos hecho algo al respecto hace cuarenta años no sería un cambio tan dramático. Pero ahora que hemos esperado hasta el último minuto, realmente solo tenemos algo así como veinte años. Si seguimos así como vamos, aumentaremos la temperatura en 2°C (el aumento de temperatura que el mundo intenta evitar según el Acuerdo de París firmado en 2015), y como población humana tenemos que movernos realmente rápido. Creo que los gobiernos se han empezado a dar cuenta de esto, pero muy tarde. Los problemas sociales y económicos que estamos enfrentando están todos relacionados, y solo empeorarán si seguimos en la forma en la que venimos actuando». 

—Considerando que en reuniones, como la COP25, apenas se llega a acuerdos, y que luego estos acuerdos apenas son respetados por los países miembros, ¿funcionan estos congresos como método para combatir el cambio climático?

La COP25 fue muy decepcionante. Se suponía que los países aumentarían su ambición, aumentarían sus compromisos para reducir las emisiones de carbono, y no lo hicieron. Pero algunas COPs han sido muy exitosas, como la de Paris, y creo que lo que pasa con las COPs es que puedes ir por algunas decepcionantes, y después habrá una con grandes cambios, así que realmente espero que estemos llegando al punto de las últimas resistencias, y que los países van a tener que decir ‘sí, vamos a incrementar nuestros compromisos, vamos a hacer más’. Pero tiene que pasar muy, muy pronto. La ciencia nos dice lo urgente que es. Entonces, espero que los países estén preparados para moverse en el futuro. Tengo que tener esperanzas. Todos tenemos que tenerlas».

—¿Pero no es peligroso estar esperanzado? ¿No sería mejor estar enojados para así promover los cambios que requieren de acción urgente?

“Deberíamos estar enojados. Y lo estamos. La gente joven está protestando, los estudiantes están diciendo: ‘Estamos enfadados, estamos hartos’, y preocupados a muerte, asustados por nuestro futuro. El mismo movimiento en Chile por los conflictos de equidad socio económica es un ejemplo de la gente diciendo ‘ya fue suficiente’. Creo que estamos empezando a ver eso en todo el mundo. Los gobiernos tendrán que tomar atención, porque nosotros votamos por ellos. Y los jóvenes no van a votar por los gobiernos que están causando estos problemas o que están dilatando la acción. Porque los viejos nos vamos a morir y los jóvenes van a controlar las cosas”.

—¿Es el sistema económico el responsable final?

“No creo que podamos sostener un modelo económico donde todo es más y más consumo, más de esto y más de aquello. Creo que tenemos que mirar hacia un nuevo modelo económico. Soy científico, no economista, pero hablo con economistas y con este modelo de incrementar la productividad, el mundo no será sostenible. Entonces en algún punto, vamos a tener que cambiar a una economía más circular. Y ese es un desafío enorme”.

—¿Cuáles son sus predicciones para los próximos 10 años?

“Mi predicción es que en diez años vamos a poder estabilizar la emisión de carbono, por lo que no seguirá subiendo. Y podríamos estar viendo el comienzo de la disminución (de la emisión de carbono). No tiene nada que ver con la ciencia, pero creo que eso es lo que tardará el mundo político en responder. Y en términos de cambio climático, creo que vamos a ver más incendios masivos como el de Australia ahora, vamos a ver tormentas más grandes, inundaciones más grandes, vamos a ver mucho más clima extremo. Y lo que va a pasar es que la gente va a decir: ‘Wow’. Realmente vamos a experimentar el cambio climático. Y eso será parte de la razón por la que finalmente haremos un gran esfuerzo, pero aún tomarán otros diez años antes de que nuestros líderes entiendan que hay un problema aquí. Y creo que el incendio de Australia, aunque es realmente triste para su gente y su vida animal, podría ser bueno para el resto del mundo, porque es la primera nación desarrollada que realmente está experimentando el cambio climático. Las otras están mirando y diciendo: ‘Esto podría pasarnos a nosotros’”.

—¿Cómo el derretimiento de los polos influenciará en nuestras vidas?

“Enormemente. El nivel mar subirá 20 metros, ocurrirá hacia el final del siglo, y es algo que no podemos evitar, porque es a causa del calor que ya se encuentra en el mar. Y eso afectará cientos de millones de personas alrededor del mundo, especialmente a lugares como Bangladesh, Tailandia, China, Malasia, todas los países y ciudades de la costa asiática, y las islas que están a nivel del mar y tienen altas concentraciones de población, como Londres, Shangai, o New York. Estimamos que para 2050, 18 millones de personas serán afectadas por el alza en el nivel del mar. Para el final del siglo, 800 millones de personas serán afectadas por el aumento del nivel del mar. Entonces vamos a comenzar a ver migraciones a escalas nunca antes vistas. Los dos millones de refugiados sirios que fueron a Europa causaron cierto caos, pero nada como lo que veremos cuando las naciones poco desarrolladas se inunden y no puedan protegerse».

—Chile es un país con mucha costa. ¿Corre grandes riesgos?

“Sí, Chile es un país que tiene mucha costa, pero tiene un poco de suerte, en que es un país montañoso y en que la tierra está yendo hacia arriba. Hay lugares que serán afectados por el aumento del nivel del mar, Punta Arenas por ejemplo, y otros lugares, pero en general el aumento será un problema tan grande como lo será para otros países”.

—¿Cómo protegemos las costas?

“Hay solo dos opciones: Una, es usar ingeniería y construir un gran muro, como se hizo en Holanda; y la otra es que te vas. Te retiras. Es todo lo que se puede hacer”.

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