Avanza proyecto de ley que busca proteger turberas y pomponales

El pasado martes 11 de enero, por 132 votos a favor y una abstención, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó el proyecto de ley que busca proteger las turberas y al musgo Sphagnum.

MEDIOAMBIENTE 📰| Cámara respaldó proyecto que protege a las turberas y al musgo Sphagnum.

En nuestro país, las turberas se ubican principalmente en el sur, entre las regios de Los Ríos y Magallaneshttps://t.co/ZjCntgkX14

— Diputadas y Diputados de Chile (@Camara_cl) January 11, 2022

Las turberas son un tipo de humedal, pero con origen glacial, presente en el 3% de la superficie terrestre y absorben el 30% de carbono presente en nuestro planeta, además de almacenar el 10% del agua dulce disponible en la Tierra.

Una de las novedades del proyecto de ley en curso es que garantiza la protección del musgo Sphagnum o pompón, el cual es sometido a una explotación intensiva e ilegal en diferentes lugares de la zona sur y austral del país.

“El proyecto de ley deja claro de que la turba y el musgo Sphagnum es una sola unidad medioambiental. Eso es lo interesante: que ambos se protegen porque no es posible separarlos, ya que son un mismo ecosistema. Uno es el retenedor de CO2 y el otro es el retenedor de agua”, señaló el diputado Ricardo Celis, miembro de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara, quien participó en el debate de los contenidos de la iniciativa de ley al interior de la instancia.

Prohibición y sanción

En concreto, la iniciativa prohíbe la extracción en turberas y formaciones secundarias de Sphagnum, incluyendo sus materiales y productos. De la misma forma, se prohíbe el relleno, drenaje, secado, extracción de caudales, alteración de la barra terminal, el deterioro, menoscabo, transformación o invasión de la flora, vegetación y de la fauna contenida dentro de ellas.

Asimismo, se prohíbe la comercialización, exportación e importación de turba y del musgo Sphagnum o Pompon.

Contravenir lo anterior se castigará con una multa de 10 a 1.000 Unidades Tributarias Mensuales. Es decir, entre $544.000 y $544.000.000 millones, aproximadamente. El Servicio Agrícola y Ganadero se encargará de la fiscalización.

Excepción de concesión

Adicionalmente, el texto modifica el Código de Minería para incluir a estos humedales en las excepciones de concesión minera. Asimismo, introduce nuevas exigencias en la Ley de Bases Generales del Medio Ambiente respecto de la autorización de proyectos que puedan provocarles daño.

Tras la votación, el proyecto, ingresado a tramitación en agosto de 2018, volverá a la Comisión de Medio Ambiente del Senado para ser objeto de nuevas indicaciones.

Planes de cosecha acotados

Si bien desde diversas organizaciones sociales y ambientales se valoró el avance en general del proyecto, existe preocupación por las indicaciones presentadas durante la discusión parlamentaria, las cuales plantean la incorporación de «planes de cosecha» para comunidades que actualmente desarrollan actividades de explotación de turberas y pomponales.

«Para la realidad insular de Chiloé, proteger las turberas significa salvaguardar nuestras únicas reservas de agua y por tanto nuestra calidad de vida y en ese sentido es que hemos planteado que no es posible seguir extrayendo el pompón, pero tampoco alterar esta formación en ninguna medida, por eso el texto original planteaba la prohibición de la extracción, el relleno, drenaje, secado, alteración de la barra terminal, el deterioro, menoscabo, transformación o invasión de la flora, vegetación y fauna contenida en ellas. Estableciendo sanciones para quien lo haga y con esto cerrando la puerta a todo tipo de alteración y en ese sentido, creemos que los planes de cosecha sólo seguirán afectando al recurso y alterando el ciclo hídrico, en un momento además de una profunda crisis hídrica, no debemos olvidar que en Chiloé pasamos todo el año 2021 con Decreto de escasez hídrica” indicó Jorge Valenzuela, Director de la ONG Centro de Estudio y Conservación del Patrimonio Natural, CECPAN.

En este sentido Valenzuela indicó que la reconvención laboral de las personas que desarrollan economía de subsistencia en estos humedales tiene que ir por otras vías, se deben garantizar otras formas.

“Es fundamental que se comprenda que las amenazas son diversas, la primera es la extracción sin duda, pero también están las parcelaciones y la gran cantidad de proyectos inmobiliarios en suelo rural, los que han aumentado en todo el archipiélago y que depredan ecosistemas de alto valor, como las turberas, drenando y secando los suelos y fragmentado los ecosistemas, haciendo un daño enorme. Por eso es importante que está ley haga una protección estricta. Y todo esto sin contar los innumerables impactos que tiene el depredar la turba a nivel global en relación a la crisis climática.»