«El cebollín de Atacama»: descubren nueva especie de flor en el norte de nuestro país

Por: Bienes Comunes | Publicado: 25.04.2022
«El cebollín de Atacama»: descubren nueva especie de flor en el norte de nuestro país / Foto: Mauricio Cisternas
Recientemente descrita para la ciencia, Atacamallium minutiflorum es el nombre de este nuevo género y especie, que hasta ahora se ha encontrado en tres localidades de la costa del norte de nuestro país.

Todo comenzó en 2002, cuando la botánica Raquel Pinto vio por primera vez, en la zona de Alto Patache (Iquique), una planta con pequeñas flores verdosas. Pasaron tres años, y en 2005 los académicos de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, Nicolás García y Federico Luebert, este último también académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas del mismo plantel, la vieron en el sector de Morro Moreno (Antofagasta). Fue ahí cuando, impresionados por su forma, les llamó la atención y les pareció que podría tratarse de una nueva especie.

“No estábamos seguros de qué era y teníamos sospechas de que era probablemente una especie nueva, pero una vez que obtuvimos secuencia de ADN de algunos marcadores moleculares, muchos años después, nos dimos cuenta de que correspondía a una línea evolutiva diferente que se desconocía hasta el momento”, recuerda el profesor Nicolás García.

Explica que, dado este escenario, “fue necesario, además de inscribirle como una especie nueva, describir un género nuevo para poder acomodar esta especie dentro de la clasificación de ese grupo”. Fue así como el profesor García y sus colaboradoras nombraron este nuevo género como Atacamallium, que alude a su distribución en el desierto de Atacama y a su parentesco con la cebolla y el ajo, que pertenecen al género Allium.

Características principales 

Nicolás García cuenta que la denominación de la especie como minutiflorum hace referencia al tamaño diminuto de sus flores verdosas a blancuzcas. La planta completa mide entre 7 a 12 centímetros de altura y se ha encontrado solo en tres localidades costeras del norte de Chile, en ambientes poco accesibles de las provincias de Iquique y Antofagasta: Punta Patache, Punta Lobos y el Parque Nacional Morro Moreno. 

Foto: Nicolás García

Sobre la importancia de este hallazgo, el académico supone que esta especie “florece solamente en años de lluvias de invierno en la zona, que no ocurre todos los años. Entonces, eso sumado a lo esporádico de su floración, a lo poco llamativas que son sus flores y a la dificultad de acceso a los lugares donde vive ha llevado a que esta planta no haya sido descubierta antes”.

En este sentido, el profesor García espera que el descubrimiento de esta planta, que acaba de ser descrita para la ciencia, permita valorar la “exclusividad evolutiva que tenemos en la costa del norte de Chile”. Agrega, además, que desea que “contribuya a mejorar la protección de esos ecosistemas, que son sumamente frágiles a los efectos del cambio climático”.

Finalmente, el academicó de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile señaló que «es sumamente importante que este tipo de temáticas ligadas a la historia natural, es decir a la taxonomía, colecciones biológicas, inventarios de biodiversidad y exploraciones científicas, se sigan fomentando e investigando en Chile. La mayoría de la gente piensa que en Chile ya está todo descubierto e investigado en cuanto a su historia natural y biodiversidad, sin embargo esa noción está muy lejos de la realidad. Esa falta de conocimiento se vé reflejada, por ejemplo, en que todos los años se descubren nuevas especies de los grupos de organismos que se siguen investigando a nivel nacional, por ejemplo, lagartijas, insectos, plantas y bacterias».

Al respecto, García enfatizó que «este tipo de investigación no cuenta con financiamiento directo en Chile, por ejemplo a través de fondos concursables específicos para estas temáticas, entonces todo lo que se investiga al respecto es gracias a la iniciativa y esfuerzo personal de los investigadores nacionales, que muchas veces tienen que autofinanciar sus estudios en estos temas. Además, cada vez quedan menos investigadores que se dediquen a la taxonomía y al no haber financiamiento para este tema no se están formando nuevos investigadores taxónomos, entonces corremos el riesgo de perder mucho conocimiento básico respecto a nuestra biodiversidad. Es fundamental que en Chile se le dé mayor relevancia y se fomenten los estudios de nuestra historia natural, si es que de veras queremos abordar la grave crisis de biodiversidad que hay actualmente a nivel global y nacional, y que se ha visto aún más agravada por los efectos del cambio climático».

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