Acuerdo de Escazú avanza rápidamente en el Congreso

Durante las jornadas del martes y miércoles de la semana pasada, las comisiones de Relaciones Exteriores, Medio Ambiente y Ciencias de la Cámara de diputados y diputadas aprobaron por 12 votos a favor y 1 en contra la adhesión oficial de Chile al Acuerdo de Escazú.

Fruto de seis años de negociaciones lideradas conjuntamente por Chile y Costa Rica, el Acuerdo de Escazú es el primer tratado internacional sobre protección del medioambiente de América Latina y el Caribe y el único en el mundo que busca garantizar la seguridad de las y los defensores ambientales.

Este tratado, que entre otras cosas eleva los estándares de los países de la región en materia de transparencia, democracia y justicia ambiental, ya ha sido firmado por 24 países de Latinoamérica y el Caribe y ratificado por 12 de ellos. Chile, pese a haber liderado su negociación durante años, suspendió su participación durante la segunda administración del ex-presidente Piñera, quien se negó a suscribir el Acuerdo argumentando que nuestro país ya cumplía con todo lo establecido en él.

Entre 2020 y 2021, cientas de organizaciones agrupadas bajo la campaña ciudadana “Escazú Ahora Chile” se unieron para revertir esta decisión y conseguir la pronta reintegración de Chile al Tratado. Tras reunirse con prácticamente todos los candidatos presidenciales, la campaña consiguió la firma de un compromiso formal con la suscripción de Escazú por parte de la gran mayoría de éstos, incluido el actual mandatario Gabriel Boric, quien finalmente cumplió con su palabra y firmó el Acuerdo de Escazú en su primera semana de gobierno.

El 21 de marzo el proyecto de aprobación del Tratado fue enviado al Congreso con suma urgencia y ahora, tras su discusión y aprobación en todas las comisiones de la Cámara, se apronta a ser discutido y votado por la Sala de dicha corporación este miércoles.

“Desde Escazú Ahora Chile vemos con esperanza la votación de este miércoles del Acuerdo de Escazú”, señaló Sebastián Benfeld, coordinador de la iniciativa. “La aprobación de este tratado implica dar un paso importante en materia de democracia, transparencia y justicia ambiental. Esperamos que los parlamentarios estén a la altura de las circunstancias, dejen de lado sus colores políticos y voten pensando en el bienestar del planeta y de quienes lo habitamos”, remató Benfeld.